miércoles, 18 de agosto de 2010

PLEGARIA OSCURA

Los que no tienen rostro sino después
De cien batallas,
Los fantasmas que recorren las calles
Más solitarias,
Lo mismo en la Habana que en París,
En Miami, Barcelona y México D.F.
Los que se odian y rechazan,
Los que escapan todo el tiempo
De sí mismos.
Esos vienen ante ti en mi persona,
Dios de los pequeños y pobres
De la tierra.

Los que van por la vida mendigando
Un poco de afecto,
Los que se ocultan en las salas oscuras,
En las miradas con prisa
Y en las más frías madrugadas.
Los que acuden a los más
Insólitos lugares
Por conseguir una caricia.
Esos te ofrecen su sacrificio
En mi persona,
Dios de los últimos
Y de los olvidados.

Los que se exhiben y se esconden,
Los más frágiles y los más fuertes,
Los de la estirpe de Caín
Que el mundo odia y teme
Al mismo tiempo.
Los que tienen las alas más grandes
Y las más terrenales ambiciones,
Los que van cayendo en el camino.
Esos te preguntan por qué
En mi persona,
Dios de los milagros
Y las respuestas imposibles.

5 de febrero de 2001.