jueves, 24 de julio de 2014

SI PARECE QUE JESÚS DUERME....

"Creamos en el Amor, con san Juan (1 Jn. 4, 16) Puesto que le llevamos dentro de nosotros, ¿Qué importan las noches que puedan oscurecer nuestro cielo? Si parece que Jesús duerme, descansemos a su lado. Permanezcamos tranquilas y silenciosas. No le despertemos. Esperemos llenas de fe... Vivamos en los brazos del Señor con la misma sencillez".

Isabel de la Trinidad
Carta 219

miércoles, 23 de julio de 2014

APERTURA, DIGNIDAD Y VIDA

La exhortación apostólica "Evangelii Gaudium", del papa Francisco, dijo alguien, nos lanza hacia lo nuevo, hacia un cambio de paradigma cuyo alcance apenas vislumbramos. Sin pretender un juicio de tan largo alcance, prefiero simplemente compartir algunos textos y tal vez alguna que otra pequeña reflexión que estos me susciten, a partir de algunas palabras claves que encuentro en mi lectura persona

APERTURA, DIGNIDAD Y VIDA
(Números 3, 8 y 9 de la Exhortación). 
 Retomamos lo dicho en el punto anterior, recordando esta frase: 

Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable”. 

Dignidad de hijas e hijos de Dios. Esto es MUY IMPORTANTE: la imagen que tenemos de nosotros mismos, que ha de ser la imagen que tiene Dios de mí: soy su hijo (Bautismo de Jesús). 
Dice Nouwen: "No se puede edificar una vida espiritual a partir del autodesprecio". 
Teresa, en el primer capítulo de MORADAS también nos regala una hermosa visión de la persona humana y de su dignidad. El papa evoca un texto de Sofonías para quien Dios es “un centro luminoso de fiesta y de alegría” (4), deseoso de comunicar ese gozo, esa luz, a su pueblo. Esto no sucede en medio de acontecimientos milagrosos o extraordinarios, sino que es “la alegría que se vive en medio de las pequeñas cosas de la vida cotidiana”. Esa dignidad y esa vida van siempre de la mano de la alegría, y en los números 4 y 5, Francisco cita otros textos del AT y del NT que hablan de ese gozo que está asociado siempre a la fe. 
No es un gozo superficial, irresponsable, que ignora el dolor y la injusticia; es un gozo que nace, otra vez la palabra, de la CONFIANZA. Y además, es un gozo que me abre y me lleva al otro, al prójimo, a la comunidad. Dice: “Si alguien ha acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida ¿cómo puede contener el deseo de comunicarlo a otros”? (8), y luego: “El bien siempre tiende a comunicarse. Toda experiencia auténtica de verdad y de belleza busca por sí misma su expansión, y cualquier persona que viva una profunda liberación adquiere mayor sensibilidad ante las necesidades de los demás” (9). 
Aquí estamos leyendo estas ideas en clave de cómo nos abrimos al otro, “dinamismo de realización personal” (10).
De ahí, las tres PALABRAS CLAVES del título: apertura, dignidad y vida; estas siguen a las que descubrimos en las entradas anteriores: alegría y encuentro, pequeños pasos. Palabras para meditar y conjugar, para ir colocando como señales en el camino que vamos haciendo, hacia Dios y hacia nuestra propia plenitud.

domingo, 20 de julio de 2014

MEJORES AMIGOS

"Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados. Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales( a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…) La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos. En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro. El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo: Buenos días. Buenos días - Respondió el guardián ¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?. Esto es el cielo. Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos! Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente. Pero mi caballo y mi perro también tienen sed… Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales. El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante. Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles.. 
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía. Buenos días – dijo el caminante. El hombre respondió con un gesto de la cabeza. Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar. Podéis beber toda el agua como queráis. El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed. El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste. A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre. CIELO. ¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo! Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián. El caminante quedó perplejo. Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante. De ninguna manera! – increpó el hombre En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…".

(Tomado de facebook, atribuido a Paulo Coelho)

HUMANISMO CRISTIANO: Cada uno es inmensamente sagrado...

"Cada persona es digna de nuestra entrega. No por su aspecto físico, por sus capacidades, por su lenguaje, por su mentalidad o por las satisfacciones que nos brinde, sino porque es obra de Dios, criatura suya. Él la creó a su imagen, y refleja algo de su gloria. Todo ser humano es objeto de la ternura infinita del Señor, y Él mismo habita en su vida. Jesucristo dio su preciosa sangre en la cruz por esa persona. Más allá de toda apariencia, cada uno es inmensamente sagrado y merece nuestro cariño y nuestra entrega. Por ello, si logro ayudar a una sola persona a vivir mejor, eso ya justifica la entrega de mi vida".

Francisco
"Evangelii gaudium", 274

viernes, 18 de julio de 2014

LA LUZ DE LA VENTANA

Dos hombres, ambos muy enfermos , ocupaban la misma
sala de hospital.
Uno se le permitía sentarse en su cama por un
hora cada tarde para ayudar a drenar el líquido del
sus pulmones .
Su cama daba a la única ventana de la habitación .
El otro hombre tenía que estar todo el tiempo en el plano de
su espalda.

Los hombres hablaron durante horas y horas .
Hablaban de sus mujeres y sus familias, su hogares , sus trabajos, su participación en la servicio militar, donde habían estado en
vacaciones ..

Todas las tardes, cuando el hombre de la cama junto a la
ventana podía sentarse , pasaba el tiempo describiendo a su vecino todas las cosas que podía ver fuera de la ventana .

El hombre de la otra cama empezó a desear los períodos de un hora en que su mundo se ensanchaba y cobraba vida con todas las actividades y colores del mundo exterior .

La ventana daba a un parque con un precioso lago . Patos y cisnes jugaban en el agua , mientras que los niños hacían sus cometas . Los jóvenes enamorados paseaban de la mano entre flores de todos los colores y una buena vista del horizonte de la ciudad podía verse
en la distancia.

A medida que el hombre de la ventana describía todo esto con
detalles exquisitos , el hombre al otro lado de la habitación cerraba los ojos e imaginaba la pintoresca escena.

Una tarde calurosa , el hombre de la ventana describe un desfile que estaba pasando .
Aunque el otro hombre no podía oír a la banda - podía ver con el ojo de su mente como el hombre de la ventana representada con
palabras descriptivas .

Días , semanas y meses pasados . Una mañana , la enfermera de día entró con el agua para sus cuartos de baño sólo para encontrar el cuerpo sin vida del hombre de la ventana , que había muerto
pacíficamente mientras dormía .
Ella se entristeció y llamó al asistente del hospital para llevarse el cuerpo.

Tan pronto como le pareció apropiado , el otro hombre preguntó si podía ser trasladado junto a la ventana.
La enfermera estaba feliz de hacer el cambio , y después de asegurarse de que estaba cómodo , salió él solo .

Lentamente, dolorosamente , se apoyó en un codo para lanzar su primera mirada en el mundo real que había afuera.

Se esforzó para girarse despacio y mirar por la ventana
además de la cama . Daba a una pared en blanco.

El hombre preguntó a la enfermera qué podría tener motivado a su compañero fallecido, para describir cosas tan maravillosas a través de la ventana .
La enfermera respondió que el hombre era ciego y ni siquiera podía ver la pared .
Ella dijo:  Tal vez sólo quería animarlo a usted.

Epílogo:
Hay una tremenda felicidad en hacer que los demás sean felices, a pesar de nuestras propias situaciones.
El dolor compartido es la mitad de la pena, pero la felicidad cuando se comparte , es doble .


(Tomado de: facebook)

PEQUEÑOS PASOS PARA IR A JESÚS

La exhortación apostólica "Evangelii Gaudium", del papa Francisco, dijo alguien, nos lanza hacia lo nuevo, hacia un cambio de paradigma cuyo alcance apenas vislumbramos. Sin pretender un juicio de tan largo alcance, prefiero simplemente compartir algunos textos y tal vez alguna que otra pequeña reflexión que estos me susciten, a partir de algunas palabras claves que encuentro en mi lectura personal

¿Qué necesitamos para propiciar, estar abiertos, al encuentro, y caminar con Jesús? Francisco responde: Arriesgarse, dar pequeños pasos, pedir perdón, reconocer nuestra dignidad de hijos... 
El camino de Jesús es aventura, riesgo y desafío.
Es reconciliación, sanación, liberación.
Es vivir como hijos, con la dignidad de los hijos.

Al que arriesga, el Señor no lo defrauda, y cuando alguien da un pequeño paso hacia Jesús, descubre que Él ya esperaba su llegada con los brazos abiertos”.
 “Dios no se cansa nunca de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de acudir a su misericordia”. 
Nadie podrá quitarnos la dignidad que nos otorga este amor infinito e inquebrantable. Él nos permite levantar la cabeza y volver a empezar, con una ternura que nunca nos desilusiona y que siempre puede devolvernos la alegría. No huyamos de la resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase. ¡Que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia adelante!” (3). 

Preguntarnos: ¿A qué riesgo o aventura nos está convocando Jesús, como discípulos? ¿Nos abandonamos confiadamente a  Dios, dejándonos reconciliar cada día, para que el pasado y el peso de la culpa no nos aplaste y nos vuelva amargados y oscuros? ¿Reconocemos y damos gracias cada mañana por la vida y por la imagen de Dios que encontramos en nosotros mismos, que nos dignifica, que nos llama a la vida? ¿Qué sería, para nosotros, huir de la resurrección, declararnos muertos?

miércoles, 16 de julio de 2014

DÉJALO ESTAR

"Este día más sólo se parece al otro, o al otro, o al otro, 
en el “otro”.
Vuelve a comenzar lo distinto que florece en lo de siempre.
Siega la costumbre, entierra el hábito, cercena la repetición.
Emprende algo único que sabes que así será aunque no quisieras.
Invéntate de nuevo. Nace otra vez.
Entierra al de antes. Asesina al de después.
Quédate aquí, contigo, donde nunca puedes dejar de ser
lo que ya es.
Confía en la desconfianza,
aprueba el lado oscuro,
ámate tal cual se da lo que no se acaba.
Adora el canto de la moneda
con la que echas a suertes
tus propósitos.
Échate a andar inmóvil,
déjalo y todo ocurrirá.
En verdad no necesitas ni pensar en ello.
¿Para qué volver a empezar de nuevo
el carrusel estéril que da a luz
tanta confusión y sufrimiento?
Déjalo estar".

Indiana Om

lunes, 14 de julio de 2014

ENCUENTRO

La exhortación apostólica "Evangelii Gaudium", del papa Francisco, dijo alguien, nos lanza hacia lo nuevo, hacia un cambio de paradigma cuyo alcance apenas vislumbramos. Sin pretender un juicio de tan largo alcance, prefiero simplemente compartir algunos textos y tal vez alguna que otra pequeña reflexión que estos me susciten, a partir de algunas palabras claves que encuentro en mi lectura personal...


Invito a cada cristiano, en cualquier lugar y condición en que se encuentre, a renovar ahora mismo su encuentro personal con Jesucristo o, al menos, a tomar la decisión de dejarse encontrar por Él, de intentarlo cada día sin descanso”. (3).


Evocar nuestro primer encuentro con Jesús, el momento de nuestra llamada… El texto provoca pensar en el pequeño paso que podemos dar nosotros, pero sobre todo que Dios toma la iniciativa siempre para salir a nuestro encuentro en el camino de la vida, desafiando nuestros temores y acomodamientos.

 “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (7). 

Tiene que ver ese momento crucial de nuestra historia personal, no tanto con el "hacer", sino con el "ser"; no es meramente un cambio de conducta, sino un cambio "radical" de orientación en la vida, que implica morir también a muchas cosas., que nos sitúa ante un nuevo horizonte, que garantiza un futuro trascendente.

 En el número 8: 
Sólo gracias a ese encuentro, o reencuentro, con el amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos recatados de nuestra conciencia aislada y de la autorreferencialidad. … permitimos a Dios que nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verdadero”.

Salir de nosotros, de nuestro aislamiento, de nuestro egoísmo, de pensarnos el centro de todo, para mirar a Dios: "centro luminoso de fiesta y alegría", en quien reencontramos a todo y a todos.

Dios es el verdadero protagonista de esta historia.

domingo, 13 de julio de 2014

LA FELICIDAD

Cuentan que un joven paseaba una vez por una ciudad desconocida, cuando, de pronto, se encontró con un comercio sobre cuya marquesina se leía un extraño rótulo: "La Felicidad". 
Al entrar descubrió que, tras los mostradores, quienes despachaban eran ángeles. Y, medio asustado, se acercó a uno de ellos y le preguntó. "Por favor, ¿qué venden aquí ustedes?"
"¿Aquí? -respondió el ángel-. Aquí vendemos absolutamente de todo". 
"¡Ah! - dijo asombrado el joven -. Sírvanme entonces el fin de todas las guerras del mundo; muchas toneladas de amor entre los hombres; un gran bidón de comprensión entre las familias; más tiempo de los padres para jugar con sus hijos..." Y así prosiguió hasta que el ángel, muy respetuoso, le cortó la palabra y le dijo: 
"Perdone usted, señor. Creo que no me he explicado bien. Aquí no vendemos frutos, sino semillas."

viernes, 11 de julio de 2014

OJALÁ ESCUCHEN HOY SU VOZ....

A veces basta una frase para hacernos pensar en serio, y bucear en lo profundo de nosotros  y de nuestra experiencia de fe. Algunos libros, aparentemente pequeños, pueden ofrecernos esas perlas de sabiduría, y aquí traigo algunas, tomadas de "Ojalá escuchéis hoy su voz. Meditaciones en un tiempo de otoño", de Lluis Duch, monje benedictino catalán, publicado por PPC...

"No se insistirá nunca bastante en la decisiva importancia del momento presente para la vida espiritual, porque es el ahora y aquí en el que Dios lleva a término su obra salvadora en el corazón del creyente".

"En la medida en que vamos descubriendo al Señor, nos descubrimos, nos hacemos transparentes a nosotros mismos".

"Este mundo no es la sala de espera de otro, porque no hay más que un mundo, porque no hay más que un eterno presente, porque no hay más que un Dios".

"La verdadera oración es un elemento tan sustancial de la vida espiritual que, con mucha frecuencia, no se sabe muy bien en qué tiene que consistir".

"Es necesario insistir en la importancia del amor a sí mismo para una vida espiritual copiosa y superadora de las múltiples cargas de la negatividad".

"Más allá, más profundamente que las ilusiones y las apariencias, hay una armonía fundamental que es, en definitiva, el clima espiritual y material que Dios quiere para nosotros".

"Nuestras vidas, pase lo que pase, siempre estarán en las manos de Dios".

"El reconocimiento de la propia enfermedad espiritual es un síntoma muy elocuente del inicio de la sanación".

"La base inconmovible de la novedad evangélica: la debilidad como señal característica de la presencia  de Dios en la vida y en las actuaciones del creyente".

"Reconocer a Jesús de Nazaret como médico del alma: éste es el antídoto eficaz contra el miedo, la enfermedad humana por excelencia...La angustia, la perplejidad, la turbación se encuentran profundamente ancladas en el ser humano... Jesús viene a curar el miedo del hombre, porque: ¿Puede ser bueno un hombre que tiene miedo?... La vida cristiana tendría que ser un incesante proceso de curación del miedo... El gran remedio contra el miedo es el amor".

jueves, 10 de julio de 2014

LA ALEGRÍA QUE NO NOS PUEDEN QUITAR...

La exhortación apostólica "Evangelii Gaudium", del papa Francisco, dijo alguien, nos lanza hacia lo nuevo, hacia un cambio de paradigma cuyo alcance apenas vislumbramos. Sin pretender un juicio de tan largo alcance, prefiero simplemente compartir algunos textos y tal vez alguna que otra pequeña reflexión que estos me susciten, a partir de algunas palabras claves que encuentro en mi lectura personal.

 “La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que encuentran a Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” (1) 

 “El gran riesgo del mundo actual, con su múltiple y abrumadora oferta de consumo, es una tristeza individualista que brota del corazón cómodo y avaro, de la búsqueda enfermiza de placeres superficiales, de la conciencia aislada. Cuando la vida interior se clausura en los propios intereses, ya no hay espacio para los demás, ya no entran los pobres, ya no se escucha la voz de Dios, ya no se goza la dulce alegría de su amor, ya no palpita el entusiasmo por hacer el bien. Los creyentes también corren ese riesgo, cierto y permanente. Muchos caen en él y se convierten en seres resentidos, quejosos, sin vida. Ésa no es la opción de una vida digna y plena, ése no es deseo de Dios para nosotros, ésa no es la vida en el Espíritu que brota del corazón de Cristo resucitado” (2). 

En el comienzo de esta exhortación, Francisco nos habla de la alegría y de la tristeza; la experiencia de encuentro con Jesús nos conduce a la alegría, aun sin dejar de reconocer que en el mundo hay también razones para sentirnos tristes y abatidos. La alegría es aquí una certeza; la tristeza, un riesgo. Podemos dejarnos arrastrar a veces por la tristeza y perder las ganas de luchar por la Vida, pero es la alegría de la cercanía de Jesús la que nos empuja, nos invita, nos desafía a no rendirnos. Hay muchas razones, seguramente, para la tristeza; Francisco habla de egoísmo, consumo desmedido, acomodamiento, dependencias... pero nosotros tenemos una razón mayor, que convocamos ahora mismo, para recuperar el camino perdido, para que no nos desanimen los odios o tropiezos: la amistad de Jesús. . 

ASÍ SIEMBRA JESÚS SU MENSAJE...

"Tradicionalmente, los cristianos nos hemos fijado casi exclusivamente en los terrenos en que cae la semilla, para revisar cuál es nuestra actitud al escuchar el Evangelio. Sin embargo es importante prestar atención al sembrador y a su modo de sembrar.

Es lo primero que dice el relato: “Salió el sembrador a sembrar”. Lo hace con una confianza sorprendente. Siembra de manera abundante. La semilla cae y cae por todas partes, incluso donde parece difícil que la semilla pueda germinar. Así lo hacían los campesinos de Galilea, que sembraban incluso al borde de los caminos y en terrenos pedregosos.

A la gente no le es difícil identificar al sembrador. Así siembra Jesús su mensaje. Lo ven salir todas las mañanas a anunciar la Buena Noticia de Dios. Siembra su Palabra entre la gente sencilla que lo acoge, y también entre los escribas y fariseos que lo rechazan. Nunca se desalienta. Su siembra no será estéril".

No es el Evangelio el que ha perdido fuerza humanizadora, somos nosotros los que lo estamos anunciando con una fe débil y vacilante. No es Jesús el que ha perdido poder de atracción. Somos nosotros los que lo desvirtuamos con nuestras incoherencias y contradicciones.

Evangelizar no es propagar una doctrina, sino hacer presente en medio de la sociedad y en el corazón de las personas la fuerza humanizadora y salvadora de Jesús. Y esto no se puede hacer de cualquier manera. Lo más decisivo no es el número de predicadores, catequistas y enseñantes de religión, sino la calidad evangélica que podamos irradiar los cristianos. ¿Qué contagiamos? ¿Indiferencia o fe convencida? ¿Mediocridad o pasión por una vida más humana?".

José Antonio Pagola

martes, 8 de julio de 2014

MENSAJE DE VIDA

Según el pastor norteamericano Rick Warren, conocido sobre todo por su libro “Una vida con propósito”, Dios ha provisto a cada uno de nosotros con un mensaje de vida. Dicho mensaje tiene cuatro partes:

1. Tu testimonio: la historia de cómo comenzaste tu relación con Jesús.

2. Tus lecciones de vida: las lecciones más importantes que Dios te ha enseñado.

3. Tus pasiones divinas: las obras para las cuales Dios te ha moldeado y que más te importan.

4. Las buenas nuevas: el mensaje de salvación.

Me gustaría compartir lo que en algún momento de mi vida pude entender acerca de estas cuatro realidades en mi propia persona, y te invito a que también puedas hacer tu propia reflexión...

TESTIMONIO: ¿Cómo empezó mi relación con Jesús? Fue a finales de la década del 80 del pasado siglo, tenía apenas 25 años, y trabajaba como médico en una ciudad del oriente de Cuba. Había pasado por una experiencia purificadora a nivel personal, que me había preparado para una experiencia que sería trascendental en mi vida. No hubo ningún evento extraordinario, y de hecho no puedo recordar muchos detalles; me acerqué a una iglesia por la que había pasado antes muchas veces, me puse de rodillas, y algo pasó que me hizo prometer que acudiría el domingo siguiente a la celebración. Ahí empezó todo, y téngase en cuenta que yo no estaba bautizado, ni conocía apenas del mensaje cristiano, y vivía en un país de ideología atea. Tuve un encuentro personal, íntimo, interior, con Jesús; yo vivía con un ideal, la amistad, y en Jesús encontré al amigo verdadero. A partir de aquel momento ya nada volvió a ser igual, hasta hoy.

LECCIONES DE VIDA: ¿Qué aprendí a lo largo de estos años en los que he vivido como cristiano? Que no importa lo que seas, lo que vivas, lo que hagas, una vez que encuentras a Dios y aceptas a Jesús como Señor de tu vida, nada volverá a ser igual. Jesús es el amigo que nunca falla, es la fidelidad en persona, y estará contigo en las buenas y en las malas, como Amigo, como Señor, como Maestro. Aprendí que el mayor don que se me entregaba era la comunidad de Jesús, y a la vez entendí que la soledad no es una maldición, sino un don y una fuente de verdad. Que la religión vale en la misma medida en que te ayuda a crecer en el conocimiento de Dios, para vivir plenamente aquello que somos, y que nunca el miedo es el camino de la verdad y de la vida, sino el amor.

PASIONES DIVINAS: Dios me ha preparado para compartir y enseñar el amor de Dios, para ayudarles a alcanzar liberación de la tristeza, la angustia y el desánimo, compartiendo con ellos mis propias luchas, ofreciendo salud desde mis propias heridas. Soy un buscador de Dios a través del estudio, de la pasión intelectual, pero al mismo tiempo quiero buscarlo en medio de la vida, entre la gente, en las cosas cotidianas. Dios me ha preparado para ser amigo y ser maestro, y por eso me importa ser compasivo y compartir con otros lo que voy descubriendo por mí mismo.

BUENAS NUEVAS: El resumen de todo, que Dios es amor; un amor, digo siempre: infinito, gratuito e incondicional. Y ese amor ha venido y sigue viniendo a nosotros. No hay mejor noticia que esa, porque “en Dios vivimos, nos movemos y existimos”, y este camino que hacemos puede resumirse en otra frase bíblica: “Hemos conocido el amor de Dios y hemos creído en él”.


No es tan fácil expresar en palabras lo vivido, esto fue meramente un intento de comprensión, que quizá ahora mismo sea diferente, o se haga más claro con el transcurso del tiempo. Pero en esta vasija de barro, agrietada y vacía, hay no obstante un MENSAJE DE VIDA que quiere ser comunicado. Como escribió Henri Nouwen:  "Detrás de la cortina sucia de nuestros penosos síntomas hay algo grande que ver: el rostro de Aquel a cuya imagen hemos sido modelados".

sábado, 5 de julio de 2014

TRES LLAMADAS DE JESÚS

"El evangelio de Mateo ha recogido tres llamadas de Jesús que hemos de escuchar con atención sus seguidores, pues pueden transformar el clima de desaliento, cansancio y aburrimiento que a veces se respira en alguno sectores de nuestras comunidades. “Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados. Yo os aliviaré”. Es la primera llamada. Está dirigida a todos los que viven su religión como una carga pesada. No son pocos los cristianos que viven agobiados por su conciencia. No son grandes pecadores. Sencillamente, han sido educados para tener siempre presente su pecado y no conocen la alegría del perdón contínuo de Dios. Si se encuentran con Jesús, se sentirán aliviados.

Hay también cristianos cansados de vivir su religión como una tradición gastada. Si se encuentran con Jesús, aprenderán a vivir a gusto con Dios. Descubrirán una alegría interior que hoy no conocen. Seguirán a Jesús, no por obligación sino por atracción.

“Cargad con mi yugo porque es llevadero y mi carga ligera”. Es la segunda llamada. Jesús no agobia a nadie. Al contrario, libera lo mejor que hay en nosotros pues nos propone vivir haciendo la vida más humana, digna y sana. No es fácil encontrar un modo más apasionante de vivir.

Jesús libera de miedos y presiones, no los introduce; hace crecer nuestra libertad, no nuestras servidumbres; despierta en nosotros la confianza, nunca la tristeza; nos atrae hacia el amor, no hacia las leyes y preceptos. Nos invita a vivir haciendo el bien.

“Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso”.
Es la tercera llamada. Hemos de aprender de Jesús a vivir como él. Jesús no complica nuestra vida. La hace más clara y más sencilla, más humilde y más sana. Ofrece descanso. No propone nunca a sus seguidores algo que él no haya vivido. Nos invita a seguirlo por el mismo camino que él ha recorrido. Por eso puede entender nuestras dificultades y nuestros esfuerzos, puede perdonar nuestras torpezas y errores, animándonos siempre a levantarnos.

Hemos de centrar nuestros esfuerzos en promover un contacto más vital con Jesús en tantos hombres y mujeres necesitados de aliento, descanso y paz. Me entristece ver que es precisamente su modo de entender y de vivir la religión lo que conduce a no pocos, casi inevitablemente, a no conocer la experiencia de confiar en Jesús. Pienso en tantas personas que, dentro y fuera de la Iglesia, viven “perdidos”, sin saber a qué puerta llamar. Sé que Jesús podría ser para ellos la gran noticia".

José Antonio Pagola

6 de julio de 2014
14 Tiempo ordinario (A)
Mateo 11, 25-30

viernes, 4 de julio de 2014

DIMENSIONES DE LA FE

En su libro “La fe como nueva perspectiva”, Anselm Grün nos invita a pensar la fe como una manera diferente de ver la realidad, diversa al modo en que estamos habituados a hacerlo; de esta visión diferente de las cosas, brota una nueva conducta y un sentimiento vital. Algún texto bíblico utiliza la imagen del colirio en los ojos para la experiencia de la fe, alcanzando con ello una NUEVA VISIÓN; también se dice: mirar con los ojos de Dios. Grün dice: “La fe es una reinterpretación de la realidad”

“La fe reinterpreta el conjunto de la vida humana. Se aplica a todos los ámbitos, al éxito y al fracaso, al nacimiento y a la muerte, a la salud y a la enfermedad, a la felicidad y a la desgracia, a todas las experiencias que a menudo nos parecen oscuras y no sabemos cómo clasificar: a la experiencia de crisis que sacude nuestra vida; a la experiencia de soledad y desesperación, de vacío y ausencia de sentido, de decepción e incomprensión, de desprotección y extrañamiento. Un modelo así de abarcador no puedo desarrollarlo por mí mismo; ha de serme ofrecido… no puedo darme a mí mismo la interpretación, sino que he de dejar que Dios me la comunique. A través de su palabra, que no es trasmitida en la biblia, Dios interpreta para nosotros las diferentes situaciones vitales. Esta palabra nos es comunicada en la liturgia y la portamos con nosotros en la meditación y la oración. Repitiéndonos sin cesar una palabra, frase o imagen bíblica, nos ejercitamos en la reinterpretación de la fe e intentamos iluminar y reinterpretar nuestra vida. Sucede igual con los sacramentos de la Iglesia, las fiestas del año litúrgico, los dogmas de fe…”.

“Cuando veo la realidad desde otro ángulo, soy capaz de abordarla de manera distinta y albergar sentimientos diferentes”.

“El vínculo existente entre creer, amar y alabar refleja, en mi opinión, la estructura fundamental del mensaje cristiano. Jesús no nos ha impuesto un conjunto de nuevos preceptos, sino que, antes de nada, nos ha enseñado a ver de manera distinta nuestra vida, el mundo e incluso a Dios. Y de esta nueva forma de ver la realidad, que él mismo nos ha mostrado con su ejemplo, brota también por sí sola una nueva conducta y un sentimiento existencial”.

“A través de su forma de tratar a las personas, a través de sus palabras, a través de su vida y de su muerte, Jesús nos ha abierto los ojos y ha hecho posibles para nosotros la fe como una nueva forma de ver la realidad, el amor como una nueva conducta y la alabanza como expresión de un nuevo sentimiento existencial”.

Tres momentos tiene el desarrollo del libro:

1- Creer-Ver con empatía- Reinterpretar.

2- Amar-Aceptar con gusto-Transformar.

3- Alabar-Elogiar-Renombrar.

Para Grün la esencia de la fe consiste en una buena visión de la realidad: veo bien el mundo y lo reinterpreto enfocándolo hacia el ser bueno (Texto de Génesis). Si considero que una cosa es buena y amable, entonces la acojo con gusto y la hago parte de mí, es decir “le doy un nuevo nombre”.

1- El creer supone reinterpretar la realidad, y hacerlo desde la bondad de Dios, creador y redentor. La Sagrada Escritura es en concreto un modelo de reinterpretación de la realidad. Este modelo de comprensión es un modelo de luz. Dios vio que era bueno, y envió a su Hijo para darnos vida. Creer significa asumir la mirada de Jesús sobe el mundo y sobre el prójimo. Como decía arriba: mirar con empatía, con bondad, con perdón. La fe reinterpreta todo, ve lo bueno que hay en el otro, y por supuesto, parte de la reinterpretación de mi propia vida, de mi historia personal en cuanto historia de salvación.

2- Cuando vemos algo con ojos nuevos, también lo abordamos de modo diferente. El modelo de interpretación de la fe lleva al modelo de comportamiento del amor. Si veo algo como bueno, lo acepto con gusto, lo cuido. La fe ve; el amor actúa. El amor no sólo trata bien, sino que hace bueno. Despierta a la vida lo bueno que la fe ha descubierto al reinterpretar la realidad. El amor transforma la realidad, así como la fe la reinterpreta. “El amor se expone a la realidad, le ofrece resistencia, la soporta y la transforma, porque cree en el bien que Dios ha puesto en ella. Y porque espera que Dios, con su amor, podrá transformarlo todo”.

3- La alabanza es la forma más auténtica de la existencia humana. Donde hay vida, hay alabanza.; la alabanza es esencial al ser humano. Ella cambia el nombre de las cosas. En la Escritura nombrar las cosas es de algún modo participar de su creación, recrear; cuando el amor nos hace alabar, estamos recreando la realidad, y al mismo tiempo haciendo crecer la fe y el amor Es una dinámica de crecimiento, de potenciación de lo mejor de nuestro ser, y el del prójimo. En toda persona hay, además de sus errores y debilidades, algo por lo que puede ser alabado. En la medida en que paso por alto lo negativo y doy expresión a lo positivo, reinterpreto al otro.


DOS TIPOS DE ESPIRITUALIDAD

Comencemos con una historia: 

“Un amante se acercó un día a la casa de su amada. Tocó a la puerta. Una voz preguntó desde dentro: ¿Quién es? El amante respondió: soy yo. La voz le dijo casi con tristeza: aquí no cabemos tú y yo. El amante se fue de ahí y durante mucho tiempo estuvo meditando el sentido de las palabras de su amada. Pasado un tiempo, volvió a acercarse a la casa de su amada y volvió a tocar, como lo había hecho anteriormente. De nuevo, como había pasado la vez anterior, la voz le preguntó desde dentro: ¿Quién es? Entonces el amante respondió: soy tú. Y la puerta se abrió, y él entro a la casa de su amada”.

Queremos hablar acerca de la oración sin palabras que está centrada en la conciencia de la presencia de Dios, y la historia anterior puede servir como parábola que describe dos diferentes modos de entender la vida espiritual. En el primer caso, una espiritualidad abiertamente dualista: Dios y la persona humana se consideran claramente separados uno del otro. Por más cerca que estemos de Dios, por medio de la gracia y de nuestras obras, consideramos a Dios como “la otra persona”, como el otro. Pensamos que por nuestra condición de criaturas, estamos necesariamente separados de Dios, por eso, cuando llamamos a la puerta sólo podemos decir: soy yo.

La segunda parte del cuento expresa un tipo diferente de espiritualidad, que podemos llamar contemplativa. Afirma básicamente lo siguiente: aunque yo soy alguien distinto de Dios (en el sentido obvio de que no soy Dios) sin embargo, no estoy separado de Dios. Por el hecho mismo de ser criatura, si me separo de Dios, soy nada. Separado de Dios sencillamente yo dejaría de existir. Por eso, cuando tengo conciencia de la presencia de Dios, lo único que puedo decir es: soy tú.

(Tomado de "Silencio en Llamas", W. Shannon)