viernes, 28 de noviembre de 2014

'QUE BRILLE TU ROSTRO Y NOS SALVE'

“Jesús no vino a colgar pequeñas velas en nuestras encrucijadas, sino a encender toda la existencia humana para que todos brillemos desde dentro con luz propia. Cada uno de nosotros lleva dentro el combustible inextinguible de la luz que llega hasta nosotros desde el misterio mismo que sustenta constantemente nuestra existencia.”

“La luz venida de Dios es vulnerable y brilla sin deslumbrar a nadie. Se acerca en un hombre del pueblo que lleva en su cuerpo las huellas del trabajo manual. No se impone; simplemente es una propuesta dirigida a la libertad de todos, bien comprensible para los más sencillos."

¡Hay que estar despiertos!

“Nosotros disfrazamos de muchas maneras la tiniebla….La luz de la tiniebla es seductora, mentirosa y asesina. Todos llevamos dentro repliegues de tiniebla, espacios donde todavía no hemos dejado entrar la luz…”
“Por un lado tenemos la luz, la visión y la vida. Por otro, la tiniebla, la ceguera y la muerte. 
En medio, la larga gestación de la luz dentro de nosotros”

BENJAMIN GONZÁLEZ BUELTA. Ver o perecer.

 Deseo a los lectores y lectoras del blog un provechoso Adviento, con la luz de Cristo


lunes, 24 de noviembre de 2014

EL VIENE, VIENE, VIENE SIEMPRE

¿No oíste, sus pasos silenciosos? 
El viene, viene, viene siempre.

En cada instante y en cada edad, todos los días y todas las noches,
 él viene, viene, viene siempre.
He cantado muchas canciones y de mil maneras; pero siempre decían sus notas: 
él viene, viene, viene siempre.
En los días fragantes del soleado abril, por la vereda del bosque,
 él viene, viene, viene siempre.
En la oscura angustia lluviosa de las noches de julio, sobre el carro atronador de las nubes, 
él viene, viene, viene siempre.
De pena en pena mía, son sus pasos los que oprimen mi corazón, y el dorado roce de sus pies
 es lo que hace brillar mi alegría.

RABINDRANATH TAGORE

viernes, 21 de noviembre de 2014

LOS RITOS




"Los ritos ponen el cuerpo en sintonía con el alma; hacen visible lo invisible; nos ponen conscientemente en presencia de Dios. Cuando llevamos a la oración tanto nuestro cuerpo como nuestra mente, hacemos que la vida espiritual sea tan real como todas las demás cosas que hacemos. Tan real como nuestro trabajo, como nuestro descanso, como las cosas que hacemos para entretenernos. Y así hacemos que nuestra vida sea completa.

La vida espiritual se alimenta de cosas muy terrenales: agua, luz, gestos, pan y vino. Así vemos lo divino en lo ordinario. Y entonces, en virtud de lo ordinario, descubrimos en todas partes lo divino.

Cualquier gesto que hagamos con la suficiente frecuencia -un abrazo, una sonrisa, una genuflexión...- tiene el poder de transformarnos. Nos convertimos en lo que hacemos.

Cuando tratamos las cosas ordinarias con reverencia, Dios se hace accesible en ellas. Cuando logramos reconocer a Dios en las cosas ordinarias, éstas se vuelven también sagradas.


Decía Ernest Hemingway "No confundas nunca el movimiento con la acción". El rito adecuado, la verdadera acción, deben realizarse conscientemente. Debemos saber por qué. hacemos lo que hacemos y qué nos dice ello a nosotros, así como qué dice de nosotros. La mera repetición de acciones sin significado no es oración, sino una especie de robótica espiritual."




JOAN CHITTISTER. Escuchar con el corazón.



martes, 18 de noviembre de 2014

LIBERARSE DEL MIEDO


Krishnamurti habla del miedo en la conferencia Libertad, Pensamiento, Placer y Dolor (Londres, 1969)  

K: ¿Puede la mente llegar de hecho a estar libre del miedo? Me parece que ésa es  una de las preguntas básicas y esenciales que deben ser formuladas y resueltas definitivamente. Hay temores físicos y temores psicológicos. Existen los miedos físicos al dolor y los miedos psicológicos, el recuerdo de haber sufrido dolor en el pasado, y la idea de que puede repetirse ese dolor en el futuro. Existen también los miedos a la vejez y a la muerte, los miedos a la inseguridad física, a la incertidumbre del mañana, a no lograr ser un gran éxito, a no llegar a realizar la ambición de ser alguien..  a la destrucción, a la soledad, a no amar o no ser amado, etc. Existen los miedos conscientes al igual que los miedos inconscientes. ¿Puede la mente estar completamente libre de todo esto? Si la mente dice que no puede, entonces se ha incapacitado ella misma, se ha distorsionado y es incapaz de percibir, de comprender; incapaz de estar quieta, en completo silencio. Es, pues, una mente que en la oscuridad busca la luz sin jamás encontrarla y, por lo tanto, inventa una "luz" hecha de palabras, conceptos, teorías.
..
Interlocutor: ¿No existe el miedo espontáneo?

K: ¿Llamaría usted miedo a eso? Cuando usted sabe que el fuego quema, cuando ve un precipicio, ¿es miedo alejarse? Cuando se aparta ante un animal salvaje, una serpiente, ¿es eso miedo, o es inteligencia? Esa inteligencia puede ser el resultado del condicionamiento, porque usted ha sido condicionado a los peligros de un precipicio, de otro modo podría caer, y ello sería el final. Esa inteligencia le advierte que tenga cuidado; ¿es miedo esa inteligencia? ¿Pero es ésa la inteligencia que funciona cuando nos dividimos en nacionalidades, en grupos religiosos? Al dividirnos entre "tú" y "yo", "nosotros" y "ellos", ¿actuamos con inteligencia? Lo que opera en esta división, lo que ocasiona peligros, lo que separa a la gente, lo que provoca guerras, ¿es inteligencia en acción, o es miedo? Eso es miedo, no inteligencia. En otras palabras, nos hemos fragmentado; una parte de nosotros actúa, si es necesario, inteligentemente, como cuando evitamos un precipicio o un autobús que pasa, pero no somos lo bastante inteligentes para ver los peligros del nacionalismo, los peligros de la división entre los seres humanos. De manera que una parte de nosotros -una parte muy pequeña- es inteligente, y el resto no lo es. Donde hay fragmentación tiene que haber conflicto y miseria; la esencia misma del conflicto es la división y la contradicción en nosotros mismos. Esa contradicción no puede ser integrada. Una de nuestras ideas más peculiares es la de que debemos integrarnos a nosotros mismos. No sé lo que eso realmente significa. ¿Quién es el que va a integrar las dos naturalezas divididas y en oposición? ¿No es parte de esa división el propio integrador? Sin embargo, cuando uno ve la totalidad de ello, cuando la percibe sin opción alguna, entonces no hay división.

J. KRISHNAMURTI.
 El Vuelo del Aguila. Conferencias y discusiones.


miércoles, 12 de noviembre de 2014

VIDA, MÁS QUE MEMORIA


“Al final de una cena, un conocido actor de teatro entretenía a los invitados declamando textos de Shakespeare. 
Después se ofreció a que le pidieran alguna pieza extra. Un tímido sacerdote preguntó al actor si conocía el salmo 22.
El actor respondió: ‘Sí, lo conozco, pero estoy dispuesto a recitarlo con una condición, que después lo recite usted"
El sacerdote se sintió un poco incómodo, pero accedió.
El actor hizo una bellísima interpretación, con una dicción perfecta:


‘El Señor es mi Pastor, nada me falta:
 en verdes praderas me hace recostar;
 me conduce hacia fuentes tranquilas
 y repara mis fuerzas;
 me guía por el sendero justo,
 por el honor de su nombre.

 Aunque camine por cañadas oscuras,
 nada temo, porque tú vas conmigo:
 tu vara y tu cayado me sosiegan.
 Preparas una mesa ante mí,
 enfrente de mis enemigos;
 me unges la cabeza con perfume,
 y mi copa rebosa.

 Tu bondad y tu misericordia me acompañan
 todos los días de mi vida,
 y habitaré en la casa del Señor
 por años sin término.’

 Al final, los invitados aplaudieron vivamente.
Llegó el turno del sacerdote, que se levantó y, tras un momento de silencio y cerrando los ojos, recitó lentamente las mismas palabras del Salmo. Esta vez, cuando terminó, no hubo aplausos, sólo un profundo silencio...
El actor se mantuvo en silencio unos instantes, después se levantó y dijo: ‘Señoras y señores, espero que se hayan dado cuenta de lo que ha sucedido esta noche:
yo conocía el Salmo, pero este hombre conoce al Pastor”.


(Tomado de red católico de javier)

martes, 11 de noviembre de 2014

NI MUROS, NI CRÍMENES

Al cumplirse 25 años de dos hechos, casi coincidentes en fecha, en los que reflexionar.

El asesinato de cinco jesuitas y dos empleadas de la UCA (Universidad Centroamericana, de San Salvador), el 16 de Noviembre de 1989, coincidió, en aquel mismo año y en aquel mismo mes, con la caída del muro de Berlín…."

"La coincidencia (con la pequeña distancia de pocos días) entre los asesinatos de la UCA, en El Salvador, y la caída del Muro, en Berlín, representa las dos caras de la lucha por la conquista de la igualdad y de la libertad, los dos pilares sobre los que se pueden (y se tienen) que edificar los derechos humanos y la paz en el mundo. Por la conquista de este ideal sufrieron y murieron, tanto los que cayeron en el muro de Berlín como los que fueron asesinados en El Salvador..."

"Por caminos opuestos, y a primera vista contradictorios, unos y otros murieron por la misma causa: la lucha por la libertad y la dignidad. A fin de cuentas, cuando se trata de alcanzar la libertad, lo mismo da que la opresión venga de la derecha o de la izquierda. En un caso y en otro, se les roba a los seres humanos lo más grande que se les puede quitar, su dignidad.."

"La enseñanza que nos deja patente todo esto, es un hecho que da mucho que pensar: por el camino de la represión y la dominación, lo que hacemos es levantar muros y fronteras que nos dividen, nos separan y nos alejan..."

"No hay cosa que me dé más pena que la gente que no piensa, porque es incapaz de pensar. Quienes piensan siempre lo que piensan otros, ésos son los que viven siempre a merced de lo que interesa a otros, no de los que les conviene a ellos. Y esto, ahora más que nunca, abunda demasiado para desgracia de todos.”


J.M.CASTILLO
 El “ RECUERDO PELIGROSO” DE JESUS.  (fragmentos del artículo) 

miércoles, 5 de noviembre de 2014

TAMBIEN


Ese otro que también me habita

acaso propietario, invasor quizás o exiliado en este cuerpo ajeno o de ambos,
ese otro  a quien temo o ignoro, felino o ángel,
ese otro que está solo siempre que estoy solo, ave o demonio,
esa sombra de piedra que ha crecido en mi adentro y en mi afuera,
eco o palabra, esa voz que responde cuando me preguntan algo,
el dueño de mi embrollo, el pesimista y el melancólico y el
inmotivadamente alegre
ese otro, también te ama.

Darío Jaramillo Agudelo