sábado, 30 de abril de 2016

"QUERIDO HERMANO": FRANCISCO A KÜNG

"El día 9 de marzo de 2016 se publicó en importantes periódicos de diferentes países mi Llamamiento al papa Francisco rogándole que hiciera posible un debate abierto, imparcial y libre de prejuicios sobre la cuestión de la infalibilidad. Me alegró mucho recibir, inmediatamente después de Pascua y a través de la nunciatura de Berlín, una respuesta personal del papa Francisco fechada el Domingo de Ramos (20 de marzo).

De este escrito son importantes, para mí, los siguientes puntos:
— Que el papa Francisco me respondiera y que no me dejara con mi Llamamiento, por decirlo de alguna manera, suspendido en el vacío.
— Que fuera él mismo quien respondiera, y no su secretario privado o el cardenal secretario de Estado.
— Que resaltase el carácter fraternal de su carta en español mediante el uso del encabezamiento en cursiva y en alemán “lieber Mitbruder” (“querido hermano”).
— Que haya leído con atención mi Llamamiento, cuya traducción española le adjuntaba.
— Que valorara altamente las reflexiones que me habían conducido a publicar el volumen 5 [de mis obras completas], dedicado a la infalibilidad, en el que propongo debatir teológicamente las diferentes cuestiones en torno a este dogma a la luz de la sagrada Escritura y de la Tradición, con la intención de que la Iglesia del siglo XXI, semper reformanda, profundice en un diálogo constructivo con la ecúmene y la sociedad postmoderna.

El papa Francisco no fija limitación alguna. De esta forma, corresponde a mi deseo de abrir un debate libre sobre el dogma de la infalibilidad. Personalmente concluyo que este nuevo espacio de libertad debe ser aprovechado para avanzar en el esclarecimiento de las declaraciones dogmáticas controvertidas en la Iglesia católica y la ecúmene.

No podía yo imaginar entonces el gran espacio de libertad que, pocos días después, abriría el papa Francisco en su exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia. Ya en la introducción declara que “no todos los debates doctrinales, morales o pastorales deben ser resueltos con intervenciones magisteriales”. Se posiciona contra “una fría moral de gabinete” y se niega a que los obispos sigan comportándose como “controladores de la gracia”. Considera que la eucaristía no es un premio para los perfectos, sino un “alimento para los débiles”. Cita con frecuencia las declaraciones del Sínodo de los Obispos y de las conferencias episcopales nacionales. No quiere seguir siendo el único portavoz de la Iglesia.

Este es el nuevo espíritu que siempre esperé del Magisterio. Estoy convencido de que, por fin, también el dogma de la infalibilidad, una cuestión fundamental y decisiva de la Iglesia católica, se podrá debatir con espíritu libre, abierto y alejado de todo prejuicio. Estoy profundamente agradecido al papa Francisco por ofrecernos esta posibilidad. Mi agradecimiento se une a la expectativa de que los obispos, teólogas y teólogos hagan suyo sin reservas este espíritu y colaboren en la tarea de esclarecer el dogma de la infalibilidad en el espíritu de la Escritura y de la gran Tradición eclesial."


HANS KÜNG. El País, 27 de abril de 2016

jueves, 21 de abril de 2016

VIDA.




"Con tantos palos que te dio la vida
y aún sigues dándole a la vida sueños.
Eres un loco que jamás se cansa
de abrir ventanas y sembrar luceros.
Con tantos palos que te dio la noche,
tanta crueldad, y frío y tanto miedo.
Eres un loco de mirada triste
que sólo sabe amar con todo el pecho,
fabricar papalotes y poemas y otras patrañas
que se lleva el viento.
Eres un simple hombre alucinado,
entre calles, talleres y recuerdos.
Eres un pobre loco de esperanzas
que siente como nace un mundo nuevo.
Con tantos palos que te dio la vida
y no te cansas de decir te quiero”.


Fayad Jamís

martes, 12 de abril de 2016

PERDONAR LIBERA.

Sí, perdonar libera. El rencor hunde en la amargura. Esclaviza. Hace amos al agravio y al agraviador. Es inevitable transitar los escalones que siguen a una ofensa y el rencor es uno de ellos. Es humano. Pero no hay que detenerse en ese escalón. Si se sigue ascendiendo, si se quiere seguir ascendiendo, se puede llegar al perdón, y hasta ni acordarse más del agraviador. Llega a no doler ya más. Se puede, y es lo más sano. La misma vida se encarga de ayudar. Esto no quiere decir, en absoluto, desmemoria. La memoria es necesaria, imprescindible. Pero no se puede vivir  en el pasado, mirando solamente atrás,  como la mujer de Lot,  porque también nos convertiríamos en estatuas de sal: inertes, detenidos, e inútiles.



"El perdón no debe ser ocasional, algo excepcional, sino que debe integrarse sólidamente en la existencia y ser la expresión habitual de las disposiciones de unos hacia otros. Deberás empezar por dominar la reacción de tu corazón ante la ofensa recibida -tu rencor, tu obstinación en tener razón- y deberás sentirte verdaderamente libre.

Pero el perdón da el paso decisivo al renunciar al castigo del otro. Con ello abandona el principio de equivalencia, en el cual se contrapone el dolor al dolor, el perjuicio al perjuicio, la expiación a la falta, para entrar en el de la libertad interior. Aquí también se restablece un orden, no con pasos y medidas rígidas, sino con una victoria creadora. El corazón se ensancha [...]. 

Jesucristo relaciona el perdón de los hombres con el de Dios. Este es el primero en perdonar, y el hombre no es más que su criatura. Por tanto, el perdón humano surge del perdón divino del Padre. El que perdona se asemeja al Padre... 

Jesucristo es el modelo de esta actitud. Él es el perdón viviente. que no sólo ha perdonado la culpa, sino que ha restaurado la verdadera "justicia"...  Vivimos de la obra redentora de Jesucristo, pero no podemos disfrutar de la redención sin contribuir a ella"

 R. Guardini. El Señor (I)



miércoles, 6 de abril de 2016

LA SOLEDAD SONORA....

"Mi Amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos.

La noche sosegada
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora.

Cazadnos las raposas
que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña
y no parezca nadie en la montaña.

Detente, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá mi Amado entre las flores."
...
SAN JUAN DE LA CRUZ. Cántico Espiritual (fragmento).