sábado, 9 de agosto de 2025

PAUTAS DE UNA FE ENCARNADA: PRESENCIA, COMUNIDAD Y LITURGIA

 En el caminar cotidiano, muchas veces nos encontramos con creyentes que sienten que su vida espiritual se diluye entre las exigencias del día, los compromisos laborales, o incluso las dudas sobre el sentido de ciertas prácticas religiosas. Son preguntas legítimas, que expresan un deseo profundo de una fe más viva, más cercana, más encarnada. En esta entrada, quisiera proponer tres miradas complementarias que nos ayuden a descubrir cómo la fe puede habitar lo cotidiano, lo comunitario y lo celebrativo de nuestras vidas.

🌿 1. La presencia constante: oración en la jornada

No tengo o no encuentro tiempo para rezar” — una frase que escuchamos con frecuencia, y que suele venir acompañada por cierta frustración o sentimiento de culpa. Pero quizá el problema no está en la falta de tiempo, sino en la forma en que entendemos la oración. Si recordamos que "estamos siempre en presencia de Dios", entonces cada instante puede convertirse en una oportunidad de comunión. Basta una jaculatoria, una palabra breve, una mirada interior para reorientar el corazón. Poco a poco, esa presencia evocada va cobrando mayor cercanía. Y lo que comenzó como un susurro se transforma en un deseo de encuentro más explícito, más íntimo, que nos lleva fácilmente a encontrar ese momento especial a lo largo de la jornada, para estar con Dios.

🕊️ 2. Comunidad que convoca: redescubrir el domingo

Otro lugar donde la fe se tensiona es la vivencia dominical. Para muchos, ir a misa se ha vuelto una obligación que se enfrenta al cansancio, a la falta de sentido o incluso a una visión individualista de la práctica religiosa. Pero quizá lo que falta no es motivación, sino sentido de comunidad. Cuando entendemos que hay otros que comparten nuestra fe, que nos esperan para celebrar juntos, el domingo deja de ser un trámite. Se transforma en una cita con los nuestros, en un espacio donde el corazón se ensancha, donde la fe se hace cuerpo entre hermanos. La misa ya no es solo deber, sino encuentro que alimenta, un nosotros que forma parte ineludible de nuestro ser cristianos.

🔥 3. Liturgia viva: expresión y participación

En los últimos tiempos, hemos visto surgir discursos que buscan restringir la expresión espontánea de los fieles en la Eucaristía. Gestos como levantar los brazos, tomarse de las manos, cantar con más fervor, son cada vez más cuestionados desde una supuesta defensa de lo “litúrgicamente correcto”. Pero detrás de esa rigidez, a veces se esconde el intento de restaurar un modelo de laicado pasivo: espectadores silenciosos en lugar de miembros vivos de una asamblea celebrante. La liturgia no es una obra que se contempla, sino una fiesta que se celebra. Allí donde el pueblo de Dios canta, ora, responde y se mueve, hay vida, hay comunión, hay Espíritu.

🌱 Conclusión: ¿Cómo encarnar la fe hoy?

Presencia interior, pertenencia comunitaria y expresión celebrativa. Tres ritmos que, cuando se armonizan, revelan una espiritualidad encarnada, donde Dios no se queda fuera del tiempo, ni encerrado en un templo, sino que habita lo cotidiano, convoca en la comunidad, y se celebra en la liturgia. Tal vez, la pregunta que nos queda es esta: 

¿Qué gestos concretos podrían ayudarnos hoy a vivir una fe más encarnada, más viva, más nuestra?

Fray Manuel de Jesús, ocd