martes, 1 de febrero de 2011

MORIR DE TANTO CIELO

“Si fuera yo, si fuera yo, si fuera
Un pájaro de llama enamorado,
Un pájaro de luz tan incendiado
Que en el silencio de tu noche ardiera;
Si pudiera subirme, si pudiera
Muy más allá de todo lo creado
Y en la última rama de mi amado
Pusiera el corazón y el alma entera;
Si aún más alto, más alto y más volara,
Allí donde no hay aire ya, ni vuelo,
Allí donde tu mano es agua clara
Y no es preciso mendigar consuelo,
Allí – ¡qué soledad!- yo me dejara
Dulcemente morir de tanto cielo”.

José Luis Martín Descalzo

 
“Y aunque en vuestro invierno neguéis vuestra primavera, ésta que yace dentro de vosotros, sonríe en medio de su sueño y no se ofende”.
(K. Gibrán)