viernes, 31 de julio de 2015

ABRIR LAS MANOS

“El bien ilimitado de Dios es tuyo si solo extiendes la mano, aquí y ahora. La única condición es sentirte listo para reclamar tu herencia divina de abundancia ilimitada.
Pero antes de poder recibir más amor, felicidad y riqueza, debes hacer espacio en tu conciencia. Deja ir tus viejos conceptos de limitación y escasez y perdónate a ti y a los otros por errores pasados. Podrás crear un espacio que acoja nuevas y mayores formas de bien en tu hogar y trabajo cuando dejas ir posesiones que ya no necesitas.
Cuando te deshaces amorosamente de pertenencias, trabajos o relaciones que ya han llenado su propósito en tu vida, le das la bienvenida a un tiempo vibrante y próspero.
Tu vida es un canal por donde recibes los regalos de Dios. Controlas el flujo de la abundancia con tus actitudes, pensamientos y acciones. Así como los canales de agua se pueden atascar, tu vida puede obstruirse con ideas de miedo, avaricia, pobreza y resentimiento. Limpia tu mente de cosas inservibles y ábrete a un mayor flujo del bien.
Deja ir la creencia de que algo o alguien fuera de ti puede prevenir tu bien. Y participa en la circulación de bendiciones aportando generosamente y sabiendo que vas a recibir en abundancia.
Mantén tus pensamientos centrados en la gratitud y ten fe en el flujo constante de bien en tu vida. Perdónate a ti y a otros por heridas pasadas y recibe la abundancia de un corazón en paz.
Con gratitud, toma en cuenta aquello que realmente te enriquece: tu alma, un regalo de Dios que nunca te pueden quitar. Ninguna circunstancia, cambio en la vida y ni siquiera la muerte, pueden tocarla. El regalo de tu alma está más allá de lo que pueden ofrecer el dinero, la posición social o cualquier posesión.
No importa lo que esté pasando en el mundo exterior, céntrate en tu interior. Con sabiduría y comprensión explora las cosas que saquen a relucir lo mejor en ti y en los demás. Vive con valor y convicción.
Despeja tu mente para ver la divinidad en todo. Y afirma que los campos están listos para tu cosecha ahora, en lugar de posponer tu bien para el futuro. Reconoce y agradece todo lo que tienes ahora.
Ábrete a recibir todo lo que deseas. Verás como las ideas empiezan a aparecer en ti. Ponlas en práctica a través de tus pensamientos, emociones y acciones.
Ya sea que las ideas sean para buscar una solución creativa, una invención ingeniosa o un nuevo trabajo, han nacido de la actividad divina en ti.
Sobre todo, siéntete agradecido siempre por lo bueno que tienes en la actualidad y por las bendiciones constantes que te esperan en el camino.”

Tomado de QuePasaSemanal.com



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