jueves, 23 de diciembre de 2021

CELEBRAR A JESUCRISTO EN LA NAVIDAD

 

Preparándome para las celebraciones de la ya inminente NAVIDAD, encuentro en mis lecturas algunas ideas sencillas que me parecen iluminadoras para vivir este tiempo litúrgico de manera renovada. Es un tiempo propicio para "aquellos que todavía buscan y quisieran reencontrar la persona de Cristo".

 Puede suceder que en nuestras catequesis y predicaciones no hablemos suficientemente de Cristo; su persona se pierde en medio de otros muchos conceptos e imágenes religiosas. Incluso en este tiempo navideño puede primar lo anecdótico, quedándonos en la admiración ante el niño en el pesebre, con ternura, pero también con un exagerado edulcoramiento, olvidando lo esencial de esta festividad litúrgica.

Fijémonos en el párrafo siguiente: 

 "Los orígenes de la Navidad no tienen verdaderamente nada en común con una tan pronunciada insistencia sobre la infancia de Jesús. Al contrario, la venida del Verbo en la carne está íntimamente ligada al misterio de la Pascua y es una de las características típicamente cristianas de la Encarnación. Esto no significa sólo "Dios con nosotros", sino también nosotros, rescatados con Dios. La humanidad trastornada ha sido hecha partícipe de su rescate para entrar en la vida misma de Dios. En el pensamiento tradicional de la Iglesia, la Encarnación no tiene nada de poético, supone un realismo casi brutal: la venida del Verbo en la carne significa el cumplimiento de la voluntad del Padre hasta la muerte en cruz. Y otra característica de la Encarnación según la fe cristiana: No es venida de Dios para estar con nosotros, sino venida para que nosotros estemos con él". 

 Sería pues un punto de partida para un proceso de divinización, que no se realiza por sí mismo, sino en la medida en que seamos capaces de acoger y trabajar con ese Cristo que viene a nosotros para transformar nuestra historia y la historia de nuestro mundo. Más allá de conceptos teológicos vinculados a esta verdad de fe, necesitamos entender el sentido, la utilidad, de esta venida de Dios al mundo en nuestra carne, y comprenderla en conexión con el misterio de la Alianza de Dios con su pueblo y con la Pascua

La Navidad es más que un recuerdo folklórico que permite activar tradiciones, u oportunidad para celebrar con la familia y los amigos, o incluso irnos de vacaciones aprovechando los días feriados. La Encarnación de Cristo es el elemento necesario para la comprensión de todos los sacramentos, y sobre todo de la celebración de la Cena, actualmente de la Misa. 

¿Cómo soñar con un contacto real con Dios sin esta Encarnación?

(Ideas tomadas de Adrien Nocent, Celebrar a Jesucristo)

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