lunes, 5 de diciembre de 2022

INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

 

Hoy se habla mucho de ir al fondo, al origen, a la raíz. Sabemos que la fuente de solución de todas las cosas está en recomponer los cimientos sobre los que se apoya el edificio. De aquí nace ese deseo de ir a la base, de llegar a la hondura de las cuestiones, de sanar las situaciones desde la misma raíz. Los movimientos reformadores buscan esto. No se conforman con poner remiendos nuevos en vestidos viejos; es necesario hacer todo nuevo, y a esto le llaman revolución: ver el origen de los males, curarlos en su misma fuente, para que surja algo completamente nuevo.

 El ser humano está herido. Pero no es una llaga periférica lo que tiene, sino un mal enraizado, en la raíz. El núcleo mismo del ser humano ha sido dañado. Por eso Dios, a través de la imagen de María, nos manifiesta su decisión de hacer todo nuevo, desde las mismas raíces. Eso es la Inmaculada Concepción de María: el anuncio del plan de Dios de hacer surgir una nueva creación, en la que el ser humano, hombre y mujer, alcance un estilo de vida lleno de luz, en posesión de sí mismo, en comunicación con los demás y en relación con Dios.

 El mensaje de esta fiesta, celebrada en medio del Adviento, es el anuncio de que hemos sido sanados desde los cimientos de nuestra propia naturaleza, y la Humanidad camina hacia una redención y plenitud realizada en Cristo, que empezó con María y su aceptación del plan de Dios. Esta es la promesa y el objeto de nuestra fe y esperanza. 

ORACIÓN: "Dios, que por la Concepción Inmaculada de la Virgen María preparaste a tu Hijo una digna morada, y en previsión de la muerte de tu Hijo la preservaste de todo pecado, concédenos por su intercesión llegar a Ti limpios de todas nuestras culpas".

LECTURAS PARA LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

PRIMERA: Génesis 3, 9-15.20. La figura adámica expresa la radical condición de servidumbre, y las penalidades en que esta se concreta, asociadas al mal y este al fallo humano. Los descendientes de la madre simbólica (todo el género humano) se saben comprometidos en la lucha con el mal. En ese propósito les alienta una promesa de victoria: Dios está con el hombre en esa lucha. La historia de la salvación señala su presencia en personas y signos que le revelan redentor. 

SALMO 97: "Cantad al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas".

SEGUNDA: Efesios 1, 3-6.11-12. María pertenece al proyecto primitivo del Creador, que es un proyecto optimista y favorable a la humanidad. La Inmaculada Concepción de María es la fiesta del optimismo cristiano

EVANGELIO: Lucas 1, 26-38. El anuncio hecho a María de su maternidad divina es una noticia alegre y estimulante. Dios se hace hombre para siempre. No como los dioses paganos que sólo hacían breves incursiones en este valle de lágrimas.

PALABRA Y EUCARISTÍA: Jesús no conoció el pecado, es la primera criatura de la nueva creación; es santo, y Dios se comprometió de tal manera con él, y con nosotros en él, que venció en su vida la raíz misma del pecado humano. Es un motivo grande para bendecir a Dios, y al celebrar la Eucaristía debemos caer en la cuenta de que todos ya participamos de algún modo de lo que es Cristo, y fue María: santos e inmaculados (Ya, pero todavía no plenamente). Esta fiesta anuncia nuestro destino también.

REFLEXIÓN:

"Celebramos la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María. Para nuestro pueblo, María es la Madre con su niño en brazos; Jesús es el fruto bendito de su vientre. Es también la Dolorosa que al pie de la cruz acompaña a su hijo crucificado, con un corazón traspasado por la injusticia. Ella, la de puro corazón, sin doblez ni malas intenciones, es la mujer bendita porque en ella se reivindica el papel de la mujer en la historia, llena de gracia, como toda mujer que se desgasta por amor engendrando vida nueva. Ella también es presencia y palabra de una humanidad nueva, liberada del "orgullo de nuestra naturaleza egoísta", representación de esa nueva creación del Reino de Dios entre nosotros. Las celebraciones marianas tienen un sabor popular dulce y entrañable porque en ellas queda evidenciado el amor a la Madre de Jesús y madre nuestra. Ojalá que al hacer memoria agradecida de María, agradezcamos el don de las mujeres de nuestra vida, y trabajemos por la realización plena del proyecto de Dios que inauguró María con su Sí". 


(MISAL DE LA COMUNIDAD y Bíblico 2022).  

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