lunes, 5 de diciembre de 2022

INMACULADA CONCEPCIÓN DE MARÍA (2)

Tenemos en la Iglesia Católica cuatro verdades de fe referidas a María o dogmas marianos: Maternidad, Virginidad, Inmaculada, Asunción.

Así aparece expresado el dogma de la Inmaculada Concepción de María: “Declaramos, afirmamos y definimos que ha sido revelado por Dios, y por consiguiente, que debe ser creída firme y constantemente por todos los fieles, la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de culpa original, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del genero humano”.
(Bula Ineffabilis Deus. Pio IX, 8 de diciembre de 1854).

Esta afirmación dogmática: 
1- Es un caso límite del desarrollo de los dogmas.
2-Es una solemnidad del año litúrgico.
 3-Vinculada al debate teológico sobre el pecado original. 
4- Punto de fricción en el diálogo con los hermanos protestantes y ortodoxos.

A- Largo proceso histórico teológico hacia la definición del dogma: La fe de la iglesia madura y crece en la comprensión de las verdades reveladas bajo el influjo del Espíritu y mediante el ejercicio de los distintos carismas (Pueblo, teólogos, magisterio). En el caso de la Inmaculada lo primero fue el influjo prioritario de la fe del pueblo; luego la reflexión y función iluminadora de la teología, y finalmente la intervención moderadora, promotora y definidora del magisterio.

B- ¿Fundamentos bíblicos?. Explícitamente NO. Pero en ella está el fundamento de lo que sería el dogma definido por la Iglesia. Textos claves: Proto-evangelio Génesis(Eva y María, la serpiente)., Imágenes bíblicas: Arca de la Alianza, Torre de Marfil, Zarza encendida Sabiduría. Jerusalén. En fin: Que la Escritura, si se la lee con los ojos de la Iglesia, revela una plenitud de sentido que no brota de la simple formulación del texto, es decir, de la razón sola.

C- Una teología de la Inmaculada Concepción: Insertarla en la visión global del misterio cristiano, y sobre todo de la santidad de María, la redención operada por Cristo y el pecado original. Si aislamos la verdad mariana corremos el riesgo de no comprenderla e incluso de interpretarla heréticamente. ES fundamental que el dogma se encuadre en el CONJUNTO DE LA VIDA DE MARÍA, y armonizarlo con los diversos elementos de LA HISTORIA DE LA SALVACION y sobre todo con su centro vivo, CRISTO.

Así, es importante verla como: 1- Signo manifestativo del amor gratuito del Padre. 2- Expresión perfecta de la redención operada por Cristo. 3-Creación de la gracia del Espíritu Santo. (Es la obra de Dios en María).

Resumen: El Dogma definido en 1854 coronaba una batalla secular, y fue definido con el consenso de obispos y fieles. Hoy es importante saber presentarlo de forma actualizada teniendo en cuenta la historia, la teología, la espiritualidad y la cultura. 

Es un evidente HECHO ECLESIAL. Ella nos habla de la belleza de la obra de Dios, manifiesta la plenitud y perfección del amor redentor de Cristo, es comunicadora de salvación, y nos habla de UN MUNDO NUEVO QUE BROTA DE LA GRACIA. En ella la Iglesia encuentra su UTOPIA, su imagen más santa después de Cristo, que es su Ser, y deber ser de “esposa inmaculada”. La condición de María no la separa de la humanidad ni de la Iglesia, porque la Inmaculada tiene una FUNCION TIPOLOGICA PARA LA COMUNIDAD CRISTIANA Y CADA UNO DE SUS MIEMBROS. Es un privilegio popular y en cierto modo participable. 

Inmaculada no significa exenta de sentimientos humanos, los más intensos y vitales, ni de limitaciones y condicionamientos culturales, sufrimiento, camino de maduración o peregrinación en la fe. ES INMUNE DE PECADO Y DE LA CONCUPISCENCIA QUE CONDUCE AL MAL y HA SIDO PRESERVADA DE TODA SUMISION O CONNIVENCIA CON EL MAL, TANTO INTERIOR COMO ESTRUCTURAL, pero María, bajo el influjo de la gracia puso sus impulsos y tendencias al servicio de un proyecto santo.

Lecturas de la Misa: Con la elección de estas lecturas (Génesis, Efesios y Lucas) la liturgia intenta suscitar la alabanza de Dios por su plan salvífico, que se realiza plenamente en María. Ella forma parte de una historia de la salvación en la que nosotros estamos implicados. Ella es una verificación de nuestra condición y de nuestro destino: No alienación, sino concienciación y compromiso personal.

Así, reconocer a María Inmaculada es:

1- Un acto doxológico de alabanza por las “grandes cosas” obradas en ella.

2- Un motivo de esperanza, porque indica la marcha de la historia en el sentido del triunfo de la gracia sobre el pecado.

3- Un estar involucrado en la actividad salvífica mediante la opción fundamental por Cristo, siguiendo la huella de la respuesta de fe de María.

(Diccionario de Mariología, voz: Inmaculada.)

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