jueves, 1 de febrero de 2024

ORACIÓN DEL ANCIANO

Señor, yo pertenezco a las personas a las que llaman viejas. Vivo en el atardecer de la vida. Pronto será de noche. No me dejes solo en mis últimos pasos.
Mi vida ha tenido valor y sentido, gracias a Ti. He soñado, trabajado, sufrido y amado. Tengo más pasado que futuro, pero tengo un valioso presente, un aquí y un ahora.
Te pido que me conserves lejos de toda amargura, del deseo de imponer mi saber y mi experiencia, del peligro de defender que todo lo que hice fue correcto. Te pido que me libres de todo endurecimiento, del debilitamiento de mis ilusiones, de la búsqueda de falsas esperanzas.
Te pido que me ayudes a que no me cierre a lo nuevo que sigue llegando, que no hable siempre y en todas partes de lo que era y ya no es, y sobre todo que no cultive la compasión o la lástima por mí mismo.
Quisiera poder ayudar a otras personas a vivir mejor hasta el final del camino, a confiar y a apostar por la verdad, el bien y la belleza de las cosas simples. Quisiera hablar de ti, aunque falle mi memoria o me falten las palabras.
Yo me he sentido siempre acompañado por tu amor, y espero que sea así hasta el último día.
Y hasta el último día, consérvame la alegría de vivir.
Amén.

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