sábado, 6 de septiembre de 2025

DISCIPULADO Y SEGUIMIENTO DE JESÚS (Domingo XXIII-C)

 

“No basta con estar cerca, hay que seguir a Jesús” 

(Lucas 14, 25-33)

Queridos hermanos y hermanas,

En el pasaje del Evangelio de Lucas que acabamos de proclamar se nos cuenta que mucha gente seguía a Jesús en su viaje a Jerusalén, pero Jesús se detiene y les habla, recordándoles lo que implica ir con Él. “Quien no carga con su cruz y me sigue, quien no deja su familia, quien no renuncia a sus bienesno puede ser mi discípulo”. Son exigencias duras, evidentemente, y pueden además ser mal comprendidas.

Hay dos palabras fundamentales en el ser cristiano: Discipulado y seguimiento. El Evangelio nos habla de responder a la invitación de Jesús: “seguirle para estar con Él”, y estas palabras no han perdido fuerza con el paso del tiempo. La invitación que Jesús hizo a Pedro, a Juan, a Mateo, y luego a tantas y tantos a lo largo de la historia (Francisco, Domingo, Teresa, etc.), es la misma que hoy nos dirige a cada uno de nosotros: “Ven y sígueme”; este llamado sigue siento actual y urgente. No es una frase bonita, sino un llamado radical. Es una propuesta de vida, un modo de vivir, de asumir la existencia, de estar presente en el mundo.

Y aquí es donde debemos detenernos a pensar. Porque somos muchos los que hemos sido bautizados, hemos recibido los sacramentos, venimos a misa casi todos los domingos. Y eso es bueno, es necesario. Pero, ¿es lo que pide Jesús? ¿Es suficiente con eso? Porque el discipulado cristiano no es solo pertenecer a una religión, o cumplir determinados ritos, o cumplir determinadas normas. Es seguir a una Persona. Es caminar con Jesús, aprender de Él, vivir como Él.

Muchos viven su fe como una (buena) costumbre heredada, como una tradición familiar, pero no como una decisión personal. Es como tener una Biblia en casa que nunca se abre, o como tener una bicicleta que nunca se usa, o como acordarse de santa Bárbara cuando truena, pero nada más. Pero, la fe no nos transforma en personas nuevas, en nuevas criaturas, si no se vive de verdad el seguimiento. Y el discipulado no se da de forma mágica o automática. Necesita una respuesta libre, consciente, comprometida de parte nuestra.

Jesús no busca admiradores entusiastas, no le convencen las multitudes. Busca seguidores, busca discípulos. No quiere que lo miremos desde lejos, sino que caminemos con Él. Y eso implica, como dice hoy el evangelio, dejar cosas atrás. Implica renunciar a la comodidad, al egoísmo, a la indiferencia. Implica abrir el corazón a la Palabra, dejarse formar, ser parte de una comunidad, servir con alegría, cargar la cruz con esperanza, tener un corazón compasivo y solidario. Eso es tomar la cruz sobre los hombros y seguirle.

El verdadero discípulo no es el que solo escucha, sino el que obedece. No es el que solo cree, sino el que ama. No es el que solo asiste, sino el que se compromete. Y eso se nota. Se nota en cómo trata a los demás, en cómo enfrenta las dificultades, en cómo vive su fe en lo cotidiano.

Jesús no pide que no amemos a nuestra familia y a nuestros amigos, pero quiere que ampliemos el círculo de nuestros afectos y nuestro compromiso, porque el proyecto del Reino es para todos, no para unos cuantos elegidos, cercanos, simpáticos, afines. Él nos llama a ser discípulos misioneros. No solo para nosotros, para los nuestros, sino para los demás. Porque el mundo necesita testigos, no solo creyentes. Necesita cristianos que vivan con coherencia su compromiso con la verdad y la justicia, que anuncien con alegría, que sirvan con humildad, al estilo de Jesús. Porque no hay cristianismo sin cruz, sin entrega de la vida.

Y nosotros, hermano, hermana, ¿dónde estamos en ese camino? ¿Somos solo creyentes… o somos discípulos? ¿Tenemos fe que transforma la vida… o solo la acompaña? ¿Hemos respondido al llamado de Jesús… o aún estamos y no estamos, pensando si vale la pena?

Hoy es siempre el día para dar el paso. Para decirle al Señor: “Aquí estoy. Quiero seguirte. Quiero aprender de Ti. Quiero vivir como Tú”. No tengamos miedo. Él no llama a los perfectos. Llama a los que se muestran disponibles. A los que se atreven a dar el paso. A los que confían en su gracia. A los que como María le dicen: “Hágase”.

Pidamos hoy al Espíritu Santo, y a María, cuya natividad celebramos mañana, que encienda en nosotros el fuego del discipulado. Que no nos conformemos con estar cerca… sino que nos decidamos a seguir a Cristo, a estar con él, a ser parte de su comunidad de discípulos. Porque solo el que sigue a Jesús, lo encuentra de verdad, y puede ser llamado discípula o discípulo. Puede hacer presente la novedad del Reino de Dios en el mundo con su modo de vivir, con sus palabras y sus obras.

Amén

(P. Valls)

sábado, 9 de agosto de 2025

PAUTAS DE UNA FE ENCARNADA: PRESENCIA, COMUNIDAD Y LITURGIA

 En el caminar cotidiano, muchas veces nos encontramos con creyentes que sienten que su vida espiritual se diluye entre las exigencias del día, los compromisos laborales, o incluso las dudas sobre el sentido de ciertas prácticas religiosas. Son preguntas legítimas, que expresan un deseo profundo de una fe más viva, más cercana, más encarnada. En esta entrada, quisiera proponer tres miradas complementarias que nos ayuden a descubrir cómo la fe puede habitar lo cotidiano, lo comunitario y lo celebrativo de nuestras vidas.

🌿 1. La presencia constante: oración en la jornada

No tengo o no encuentro tiempo para rezar” — una frase que escuchamos con frecuencia, y que suele venir acompañada por cierta frustración o sentimiento de culpa. Pero quizá el problema no está en la falta de tiempo, sino en la forma en que entendemos la oración. Si recordamos que "estamos siempre en presencia de Dios", entonces cada instante puede convertirse en una oportunidad de comunión. Basta una jaculatoria, una palabra breve, una mirada interior para reorientar el corazón. Poco a poco, esa presencia evocada va cobrando mayor cercanía. Y lo que comenzó como un susurro se transforma en un deseo de encuentro más explícito, más íntimo, que nos lleva fácilmente a encontrar ese momento especial a lo largo de la jornada, para estar con Dios.

🕊️ 2. Comunidad que convoca: redescubrir el domingo

Otro lugar donde la fe se tensiona es la vivencia dominical. Para muchos, ir a misa se ha vuelto una obligación que se enfrenta al cansancio, a la falta de sentido o incluso a una visión individualista de la práctica religiosa. Pero quizá lo que falta no es motivación, sino sentido de comunidad. Cuando entendemos que hay otros que comparten nuestra fe, que nos esperan para celebrar juntos, el domingo deja de ser un trámite. Se transforma en una cita con los nuestros, en un espacio donde el corazón se ensancha, donde la fe se hace cuerpo entre hermanos. La misa ya no es solo deber, sino encuentro que alimenta, un nosotros que forma parte ineludible de nuestro ser cristianos.

🔥 3. Liturgia viva: expresión y participación

En los últimos tiempos, hemos visto surgir discursos que buscan restringir la expresión espontánea de los fieles en la Eucaristía. Gestos como levantar los brazos, tomarse de las manos, cantar con más fervor, son cada vez más cuestionados desde una supuesta defensa de lo “litúrgicamente correcto”. Pero detrás de esa rigidez, a veces se esconde el intento de restaurar un modelo de laicado pasivo: espectadores silenciosos en lugar de miembros vivos de una asamblea celebrante. La liturgia no es una obra que se contempla, sino una fiesta que se celebra. Allí donde el pueblo de Dios canta, ora, responde y se mueve, hay vida, hay comunión, hay Espíritu.

🌱 Conclusión: ¿Cómo encarnar la fe hoy?

Presencia interior, pertenencia comunitaria y expresión celebrativa. Tres ritmos que, cuando se armonizan, revelan una espiritualidad encarnada, donde Dios no se queda fuera del tiempo, ni encerrado en un templo, sino que habita lo cotidiano, convoca en la comunidad, y se celebra en la liturgia. Tal vez, la pregunta que nos queda es esta: 

¿Qué gestos concretos podrían ayudarnos hoy a vivir una fe más encarnada, más viva, más nuestra?

Fray Manuel de Jesús, ocd

jueves, 31 de julio de 2025

CUATRO TENSIONES QUE INTERPELAN MI FE

Comparto esta reflexión personal, en la que he ido trabajando progresivamente, a partir de la propia experiencia pastoral:

1. Cristo en el centro, no en la periferia

  • Tensión: Una devoción que gira más en torno a la Virgen y los santos que al Señor mismo.
  • Mi convicción: “Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí” (Gal 2,20). La Virgen y los santos son reflejo, no reemplazo, del rostro de Cristo.
  • Llamado: Recuperar el Evangelio como fuente viva, y la Eucaristía como encuentro con el Cristo real, no como rito devocional periférico.

2. Fe como camino de transformación, no como magia

  • Tensión: Una religiosidad que busca milagros, favores, protección… pero no conversión.
  • Mi convicción: El cristianismo es un camino de crecimiento humano y espiritual, donde la gracia no anula la libertad, sino que la potencia.
  • Llamado: Pasar de una fe utilitaria a una fe que transforma, que educa el corazón, que forma conciencia.

3. Sacramentos que construyen Iglesia, no solo celebraciones sociales

  • Tensión: Ritos que se viven como eventos familiares o culturales, sin sentido eclesial.
  • Mi convicción: Los sacramentos son encuentros con Cristo que nos injertan en su Cuerpo, la Iglesia.
  • Llamado: Recuperar el carácter comunitario de cada sacramento, especialmente la Eucaristía como comunión, no como costumbre.

4. Fe vivida en comunidad, no en aislamiento cultural

  • Tensión: Una sociedad “católica” sin parroquia, sin comunidad, sin pertenencia.
  • Mi convicción: La fe se encarna en vínculos concretos, en rostros, en una comunidad que ora, sirve y celebra.
  • Llamado: Revalorizar la parroquia como lugar de encuentro, formación y misión. No basta con “ser católico”, hay que vivir como Iglesia.

🔥 Y sobre todo… una fe que nace de la experiencia de Dios

  • Tensión: Una religiosidad marcada por el temor, la tradición, el deber… pero sin encuentro.
  • Mi convicción: Dios no es un mandato, es una Presencia. No es amenaza, es ternura. No es costumbre, es fuego.
  • Llamado: Cultivar espacios de silencio, escucha, contemplación. Ayudar a otros a pasar del miedo al amor, del deber al deseo, de la norma al encuentro.
Fray Manuel de Jesús, ocd

miércoles, 30 de julio de 2025

RESUMEN DE LOS DOCUMENTOS ESCRITOS POR EL PAPA FRANCISCO

Encíclicas

1.  Lumen Fidei (2013) – Sobre la luz de la fe.

2.  Laudato Si’ (2015) – Sobre el cuidado de la casa común.

3.  Fratelli Tutti (2020) – Sobre la fraternidad y la amistad social.

4.  Dilexit Nos (2024) – Sobre el amor humano y divino del Corazón de Jesucristo.

Exhortaciones Apostólicas

1.  Evangelii Gaudium (2013) – Sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual.

2.  Amoris Laetitia (2016) – Sobre el amor en la familia.

3.  Gaudete et Exsultate (2018) – Sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo.

4.  Christus Vivit (2019) – Dirigida a los jóvenes.

5.  Querida Amazonia (2020) – En respuesta al Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica.

6.  Laudate Deum (2023) – Sobre la crisis climática.

7.  C’est la confiance (2023) – Sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios, con motivo del 150° aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús.

Cartas Apostólicas

Algunas de las más destacadas:

1.  Misericordia et Misera (2016) – Clausura del Año Extraordinario de la Misericordia.

2.  Patris Corde (2020) – Con motivo de los 150 años de la declaración de San José como Patrono de la Iglesia Universal.

3.  Scripturae Sacrae Affectus (2020) – Por los 1600 años de la muerte de San Jerónimo.

 Resumen de las encíclicas del Papa Francisco:

1. Lumen Fidei (2013)

Esta encíclica sobre la fe fue iniciada por Benedicto XVI y completada por Francisco. Reflexiona sobre la importancia de la fe como luz que guía la vida cristiana y su relación con la verdad, la evangelización y el bien común. Destaca que la fe no es solo un sentimiento subjetivo, sino una luz que ilumina toda la existencia y permite comprender la realidad en profundidad.

2. Laudato Si’ (2015)

Conocida como la "encíclica ecológica", aborda el cuidado de la creación y la crisis ambiental. Francisco llama a una conversión ecológica y a la responsabilidad de todos en el cuidado de la casa común. Expone la interconexión entre la crisis ambiental y la crisis social, denunciando el impacto del consumismo y la explotación irresponsable de los recursos naturales. También subraya la necesidad de un cambio en los estilos de vida y en las políticas globales para proteger el planeta.

3. Fratelli Tutti (2020)

Se centra en la fraternidad y la amistad social. Inspirada en San Francisco de Asís, promueve la solidaridad, el diálogo y la construcción de un mundo más justo y pacífico. Francisco denuncia las desigualdades económicas, el individualismo y la falta de compromiso con el bien común. Propone una cultura del encuentro basada en el amor y la apertura hacia los demás, especialmente los más vulnerables.

4. Dilexit Nos (2024)

La más reciente, profundiza en el amor humano y divino del Corazón de Jesús. Reflexiona sobre la misericordia y la centralidad del amor en la vida cristiana. Destaca la importancia de la devoción al Sagrado Corazón como fuente de consuelo y transformación espiritual, llamando a los fieles a vivir el amor de Cristo en sus relaciones personales y en la sociedad.


Ahora, un análisis más detallado de las exhortaciones apostólicas del Papa Francisco:

1. Evangelii Gaudium (2013)

Esta exhortación trata sobre el anuncio del Evangelio en el mundo actual. Francisco enfatiza la alegría como elemento central de la evangelización y llama a una Iglesia en salida, comprometida con los pobres y abierta al diálogo con la sociedad. También critica el consumismo y el individualismo que afectan la vida cristiana.

2. Amoris Laetitia (2016)

Se centra en el amor en la familia. Reflexiona sobre la belleza del matrimonio y la vida familiar, abordando también los desafíos contemporáneos. Francisco promueve una pastoral de acompañamiento y discernimiento, especialmente para quienes viven situaciones difíciles, evitando posturas rígidas y legalistas.

3. Gaudete et Exsultate (2018)

Sobre la llamada a la santidad en el mundo contemporáneo. Francisco presenta la santidad como un camino accesible para todos, no solo para religiosos o consagrados. Advierte sobre dos peligros espirituales: el gnosticismo y el pelagianismo, y destaca la importancia de la misericordia y la vida cotidiana como espacios de santificación.

4. Christus Vivit (2019)

Dirigida a los jóvenes, esta exhortación busca animarlos a vivir su fe con entusiasmo y compromiso. Francisco subraya que la juventud no es solo una etapa biológica, sino una actitud del corazón. También aborda los desafíos que enfrentan los jóvenes en la sociedad actual y la importancia de su participación en la Iglesia.

5. Querida Amazonia (2020)

En respuesta al Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, Francisco presenta cuatro sueños: social, cultural, ecológico y eclesial. Reflexiona sobre la defensa de los pueblos indígenas, la protección del medio ambiente y la necesidad de una Iglesia con rostro amazónico.

6. Laudate Deum (2023)

Complementa Laudato Si’, abordando la crisis climática con mayor urgencia. Francisco denuncia la falta de acción ante el cambio climático y llama a una conversión ecológica más profunda, instando a los líderes mundiales a tomar medidas concretas.

7. C’est la confiance (2023)

Publicada con motivo del 150° aniversario del nacimiento de Santa Teresa del Niño Jesús, esta exhortación destaca la confianza en el amor misericordioso de Dios. Francisco presenta a Santa Teresita como modelo de abandono confiado en Dios y de sencillez evangélica.

miércoles, 18 de junio de 2025

EUCARISTÍA: DIMENSIÓN ECLESIAL Y SOCIAL

 La Eucaristía, en su esencia más plena, no es un acto privado ni una devoción aislada, sino el corazón palpitante de la Iglesia, fuente de comunión y misión. Aquí algunas ideas que podrían ayudarte a desarrollar esa contraposición entre una visión eclesial-social y una mirada individualista o pietista:

1. La Eucaristía como Sacramento de Comunión

Mientras una visión pietista puede reducir la Eucaristía a una experiencia íntima entre “mi alma y Dios”, la tradición eclesial la entiende como el acto que construye y manifiesta la Iglesia. Como dice san Juan Pablo II en Ecclesia de Eucharistia, “la Iglesia vive de la Eucaristía”. No es solo un alimento espiritual, sino el lugar donde el Cuerpo de Cristo —la comunidad— se edifica y se renueva.

2. Memorial Pascual que compromete

La Eucaristía no es solo recuerdo, sino memorial vivo del sacrificio de Cristo, que nos lanza a vivir su entrega en lo cotidiano. Desde esta perspectiva, no se puede comulgar con Cristo sin comulgar con los pobres, los excluidos, los heridos. La Doctrina Social de la Iglesia insiste en que la Eucaristía es fuente de justicia y fraternidad.

3. Fracción del Pan y Fraternidad

El gesto de partir el pan no es solo litúrgico, sino profundamente social. Nos recuerda que no hay verdadera comunión sin compartir, sin romper también el pan de la vida, del tiempo, de los bienes. En contraste, una espiritualidad individualista puede llevar a una “comunión sin comunidad”, donde el otro desaparece.

4. La Eucaristía como envío

Al final de la Misa se nos dice: “Podéis ir en paz”. No es una despedida, sino un envío misionero. La Eucaristía nos lanza al mundo como testigos del Reino. Una visión reducida a lo devocional puede olvidar esta dimensión transformadora y profética.

5. Dimensión escatológica y esperanza comunitaria

La Eucaristía anticipa el banquete del Reino. No es solo consuelo personal, sino esperanza compartida, promesa de una humanidad reconciliada. Nos une a los santos, a los mártires, a los pobres de todos los tiempos.


martes, 13 de mayo de 2025

DESAFÍOS DEL NUEVO PAPA LEON XIV

El nuevo Papa es León XIV
, cuyo nombre de nacimiento es Robert Francis Prevost. Fue elegido el 8 de mayo de 2025 por el cónclave de cardenales tras el fallecimiento del Papa Francisco. Es el primer pontífice estadounidense en la historia de la Iglesia Católica.

Prevost ha sido reconocido por su enfoque pastoral y compromiso social, especialmente por su trabajo en América Latina, donde vivió más de tres décadas en Perú. Eligió el nombre León XIV en honor a León XIII, quien promovió la encíclica Rerum Novarum, un documento clave sobre los derechos de los trabajadores y la justicia social. Su mensaje inicial ha enfatizado la paz, la unidad y la inclusión, además de expresar preocupaciones sobre la inteligencia artificial y sus implicaciones éticas.

La Iglesia Católica enfrenta varios desafíos en 2025 que podrían influir en el liderazgo del Papa León XIV.

Algunos de los más relevantes incluyen:

Secularización creciente: La disminución de la influencia religiosa en la sociedad, especialmente entre los jóvenes, es un reto importante. La Iglesia necesita encontrar nuevas formas de conectar con las generaciones actuales.

Crisis de vocaciones: La reducción en el número de sacerdotes y religiosos afecta la capacidad de la Iglesia para mantener su presencia y misión en diversas comunidades.

Abusos dentro de la Iglesia: La necesidad de abordar con transparencia los casos de abuso sigue siendo un tema crucial para restaurar la confianza de los fieles.

Polarización interna: Existen tensiones entre sectores tradicionalistas y progresistas dentro de la Iglesia, lo que puede afectar la toma de decisiones y la unidad de la institución.

Diálogo con el mundo moderno: La Iglesia debe adaptarse a los cambios sociales y tecnológicos, incluyendo el impacto de la inteligencia artificial y la bioética.

Acción social y caridad: La pobreza y la exclusión siguen siendo problemas urgentes, y la Iglesia tiene un papel clave en la ayuda humanitaria y la defensa de los derechos humanos.

Estos desafíos podrían definir el liderazgo del Papa León XIV y marcar el rumbo de la Iglesia en los próximos años.

martes, 29 de abril de 2025

EL AYUNO COMO COMPLEMENTO DE LA ORACIÓN CRISTIANA

El ayuno y la oración han sido prácticas fundamentales en la tradición cristiana desde sus inicios. En la Biblia, el ayuno aparece como un acto de humildad, arrepentimiento y búsqueda de la voluntad de Dios. Jesús mismo ayunó durante 40 días en el desierto antes de comenzar su ministerio (Mateo 4:2), y en el Sermón del Monte enseñó sobre el ayuno como una práctica que debe estar acompañada de sinceridad y discreción (Mateo 6:16-18).

El Ayuno como Complemento de la Oración

El ayuno no es solo una abstinencia física, sino una disposición interior que fortalece la oración. En la tradición cristiana, se ha entendido como una forma de abrir el corazón a Dios, desprenderse de distracciones y buscar claridad espiritual. En momentos cruciales, como decisiones eclesiales importantes, el ayuno ha sido una manera de pedir la guía del Espíritu Santo. La Iglesia primitiva practicaba el ayuno antes de tomar decisiones significativas, como la elección de líderes (Hechos 13:2-3).

Ayuno y Cónclave

Pedir a los cristianos que oren y ayunen por el próximo cónclave tiene un fundamento en la tradición de la Iglesia. La elección de un Papa es un momento de discernimiento profundo, y el ayuno puede ser una expresión de súplica para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales en su decisión. No se trata de una imposición, sino de una invitación a participar espiritualmente en un acontecimiento que afecta a toda la Iglesia.

 En la historia de la Iglesia, el ayuno ha sido una herramienta para profundizar la oración y la comunión con Dios, especialmente en tiempos de discernimiento y cambio.


¿Por qué el ayuno es un complemento importante de la oración? ¿Qué aporta, o cómo nos dispone para el dialogo con Dios?

El ayuno es un complemento importante de la oración porque nos ayuda a profundizar nuestra relación con Dios al disponer nuestro corazón y nuestra mente para la escucha y la entrega. En la tradición cristiana, el ayuno no es solo una práctica de abstinencia física, sino un acto espiritual que fortalece la oración y nos abre a la acción de Dios en nuestra vida.

¿Qué aporta el ayuno a la oración?

Desprendimiento y humildad: Al renunciar voluntariamente a algo esencial como el alimento, reconocemos nuestra dependencia de Dios y nos alejamos de las distracciones materiales. Esto nos ayuda a orar con mayor sinceridad y humildad.
Claridad espiritual: El ayuno nos permite enfocar nuestra mente y corazón en lo esencial, eliminando lo que nos distrae. En la Biblia, el ayuno ha sido un medio para discernir la voluntad de Dios, como en Hechos 13:2-3, donde los discípulos ayunaron antes de tomar decisiones importantes.
Fortaleza interior: Nos ayuda a ejercitar la disciplina y el dominio propio, fortaleciendo nuestra voluntad para resistir las tentaciones y crecer en virtud.
Expresión de súplica y arrepentimiento: En momentos de crisis o necesidad, el ayuno ha sido una forma de oración intensa, como lo vemos en Esdras 8:21, donde el pueblo ayunó para pedir dirección y protección divina.

¿Cómo nos dispone para el diálogo con Dios?

El ayuno nos hace más receptivos a la voz de Dios porque nos vacía de lo superficial y nos llena de su presencia. Al reducir las distracciones externas, nuestra oración se vuelve más profunda y auténtica. Además, nos ayuda a vivir la oración con mayor entrega, permitiéndonos experimentar la cercanía de Dios de una manera más intensa.


miércoles, 9 de abril de 2025

LO PROPIO DEL DISCÍPULO DE JESÚS ES LA VIDA

"La expresión «vida eterna» no significa la vida que viene después de la muerte, como tal vez piensa de inmediato el lector moderno, en contraposición a la vida actual, que es ciertamente pasajera y no una vida eterna. «Vida eterna» significa la vida misma, la vida verdadera, que puede ser vivida también en este tiempo y que después ya no puede ser rebatida por la muerte física. Esto es lo que realmente interesa: abrazar ya desde ahora «la vida», la vida verdadera, que ya nada ni nadie puede destruir. 

Este significado de «vida eterna» aparece muy claramente en el capítulo sobre la resurrección de Lázaro: «El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre» (In 11, 25s). «Viviréis, porque yo sigo viviendo», dice Jesús a sus discípulos durante la Última Cena (Jn 14,19), enseñando con ello una vez más que lo característico del discípulo de Jesús es que «vive»; que él, mucho más allá del simple existir, ha encontrado y abrazado la verdadera vida que todos andan buscando. Basándose en estos textos, los primeros cristianos se han denominado sencillamente como «los vivientes» (hoi zóntes). Ellos habían encontrado lo que todos buscan: la vida misma, la vida plena y, por tanto, indestructible. 

Mas, ¿Cómo se puede llegar a eso? La oración sacerdotal da una respuesta quizás sorprendente, pero que ya estaba preparada en el contexto del pensamiento bíblico: el hombre encuentra la «vida eterna» a través del «conocimiento». No obstante, ha de tenerse en cuenta que el concepto veterotestamentario de «conocer» presupone un conocimiento que crea comunión, es hacerse una sola cosa con lo conocido. Por eso, la clave de la vida no es un conocimiento cualquiera, sino el hecho de «que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo» (17,3). Ésta es una especie de fórmula sintética de la fe en la que aparece el contenido esencial de la decisión de ser cristianos: el conocimiento que se nos ha dado por la fe. El cristiano no cree una multiplicidad de cosas. En el fondo cree simplemente en Dios, cree que hay realmente un único Dios

Pero este Dios se le hace accesible en quien ha enviado, Jesucristo: en el encuentro con Él se produce ese conocimiento de Dios que se hace comunión y, con ello, llega a ser «vida»

La «vida eterna» es por tanto un acontecimiento relacional. El hombre no la ha adquirido por sí mismo, ni sólo para sí. Mediante la relación con quien es Él mismo la vida, también el hombre llega a ser un viviente".

Benedicto XVI
Jesús de Nazaret II
(páginas 102-103)

martes, 8 de abril de 2025

PASIÓN DE JESÚS: COMPARACIÓN ENTRE LUCAS Y JUAN

 
Las narraciones de la pasión de Jesús según Lucas y según Juan tienen diferencias significativas que reflejan las perspectivas y énfasis teológicos únicos de cada evangelista. Aquí una comparación:


1. Jesús como un modelo de compasión y oración (Lucas) vs. Jesús como el Rey soberano (Juan)

- En **Lucas**, Jesús es presentado como un ejemplo supremo de compasión y oración incluso en su sufrimiento. Por ejemplo, en la cruz, ora: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Esta actitud misericordiosa subraya su humanidad y su conexión con los marginados.

- En **Juan**, Jesús es mostrado como el Rey soberano que controla cada evento de su pasión. Por ejemplo, Él confronta a los soldados en el huerto con autoridad, y su crucifixión resalta su identidad divina como el “Cordero de Dios”.



2. Enfoque en la oración y el Espíritu Santo (Lucas) vs. Enfoque en la gloria y la revelación (Juan)

- Lucas enfatiza la oración como sustento en la pasión. La agonía en el huerto (Lucas 22:39-46) incluye la imagen de Jesús sudando gotas de sangre mientras ora intensamente.

- En Juan, la pasión de Jesús está impregnada de lenguaje de gloria y revelación, como cuando habla de ser “levantado” en la cruz para atraer a todos hacia Él (Juan 12:32).


3. Interacción con los personajes secundarios

- **Lucas** incluye interacciones detalladas con personajes secundarios como las mujeres de Jerusalén, a quienes Jesús consuela en su camino al Calvario (Lucas 23:27-31). También el relato del buen ladrón destaca la salvación inmediata a través de la fe (Lucas 23:43).

- **Juan** muestra menos personajes secundarios en estos momentos, pero profundiza en la interacción con María y el discípulo amado, estableciendo una relación íntima entre ellos desde la cruz (Juan 19:26-27).


4. Cumplimiento de las Escrituras

- **Lucas** también señala el cumplimiento de las profecías, pero lo hace con un enfoque narrativo menos explícito que Juan.

- En **Juan**, hay una insistencia constante en que los eventos ocurren conforme a las Escrituras, como el reparto de las vestiduras de Jesús (Juan 19:24) y la lanza que no rompe sus huesos (Juan 19:36-37).


5. La perspectiva final

- En **Lucas**, el último momento de Jesús en la cruz refleja su confianza total en el Padre: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” (Lucas 23:46).

- En **Juan**, Jesús simplemente dice: “Todo está cumplido” (Juan 19:30), señalando la consumación de su misión divina.


En resumen, Lucas ofrece una visión más emocional y humana, mientras que Juan enfatiza la identidad divina y la gloria de Jesús. Ambos relatos son profundamente ricos y complementarios, brindando una perspectiva completa sobre la pasión.

PASIÓN DE JESUS EN EL EVANGELIO DE LUCAS

El Evangelio de Lucas tiene una imagen muy particular de Jesús, centrada en su **compasión, humanidad y universalidad**. Aquí te resumo sus características principales:

1. **Jesús como Salvador Universal**: Lucas enfatiza que Jesús vino para salvar a **todos**, no solo al pueblo judío. Hay un énfasis especial en los marginados: los pobres, las mujeres, los pecadores y los extranjeros. Esto se refleja en parábolas exclusivas como la del Buen Samaritano y el Hijo Pródigo.

2. **Jesús lleno de compasión y misericordia**: En este Evangelio, Jesús muestra una profunda empatía. Desde perdonar a quienes lo crucificaron ("Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen") hasta aceptar al Buen Ladrón, su carácter misericordioso resalta.

3. **Jesús como Maestro y Profeta**: Lucas presenta a Jesús como un maestro que instruye sobre el Reino de Dios a través de parábolas y sermones. Además, es descrito como un profeta poderoso en palabra y obra, cumpliendo la misión divina.

4. **Énfasis en la oración y el Espíritu Santo**: Lucas destaca repetidamente a Jesús en oración, mostrando su conexión con el Padre. También da un papel central al Espíritu Santo, desde su concepción hasta su misión.

El Jesús de Lucas es profundamente humano y al mismo tiempo divino, cercano a todos los que sufren y buscan esperanza.


En la narración de la Pasión según San Lucas, que forma parte del Evangelio de Lucas en el Nuevo Testamento, intervienen varios personajes clave. A continuación, te menciono algunos de los más destacados:

-Jesús: Es el protagonista central de la historia.

-Los discípulos: Incluyen a Pedro, quien tiene un papel importante al negar a Jesús tres veces.

-Judas Iscariote: Quien traiciona a Jesús por treinta monedas de plata.

-Las autoridades religiosas: Como los sumos sacerdotes y los fariseos, quienes buscan la manera de condenarlo.

-Pilato: El gobernador romano que interroga a Jesús y finalmente ordena su crucifixión.

-Herodes: A quien Pilato envía a Jesús durante su juicio.

-El pueblo: Que pide que se libere a Barrabás y que Jesús sea crucificado.

-Barrabás: El prisionero que es liberado en lugar de Jesús.

-Los soldados romanos: Que se encargan de su crucifixión y lo ridiculizan.

-Las mujeres: Como las que lloran por Jesús en el camino al Calvario y María, su madre.

-El buen ladrón: Crucificado junto a Jesús, quien reconoce su divinidad.


San Lucas ofrece una versión particularmente compasiva y centrada en el perdón, mostrando la humanidad y el sacrificio de Jesús.

La teología de Lucas tiene características muy particulares que destacan por su enfoque en la misericordia, la inclusión y el cuidado por los marginados. Algunos personajes de la narración de la Pasión que reflejan estos temas propios de la teología lucana son:

- **Las mujeres**: Lucas presta especial atención al papel de las mujeres en la Pasión y en la vida de Jesús. En el camino al Calvario, Jesús se dirige a las mujeres que lloran por Él, mostrando su compasión incluso en medio del sufrimiento. Este énfasis en las mujeres refleja el interés de Lucas por incluir a los marginados y destacar su importancia en el Reino de Dios.

- **El buen ladrón**: En la crucifixión, Lucas presenta al "buen ladrón" como alguien que reconoce la divinidad de Jesús y recibe su promesa de estar con Él en el paraíso. Este acto de perdón y aceptación enfatiza la misericordia y la salvación, que son temas clave en la teología de Lucas.

- **Jesús mismo**: En la versión de Lucas, Jesús es presentado como un modelo de perdón y compasión. Desde su oración en el huerto de Getsemaní hasta las palabras que dirige al buen ladrón y a sus verdugos ("Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"), la humanidad y el amor de Jesús destacan de manera especial en este Evangelio.

En general, Lucas muestra un Jesús profundamente humano y accesible, centrado en el perdón, la salvación y el cuidado por los excluidos y necesitados.

miércoles, 2 de abril de 2025

EN CUARESMA, VOLVER A CRISTO

Todo este proceso de renovación espiritual comienza y tiene como propósito el VOLVER A CRISTO, que a menudo se pierde un poco entre los ritos, las devociones y prácticas piadosas de nuestra vida religiosa. Cristo ha de estar siempre en el centro.

Entre el dolor y la alegría/con Cristo avanza en su andadura/un hombre, un pobre que confía/ y busca la ciudad futura”.

En el Carmelo tenemos de manera privilegiada todo el magisterio cristológico de Santa Teresa y San Juan de la Cruz, todavía escasamente aprovechado para enderezar y purificar nuestras búsquedas espirituales. Acudamos a dos textos del santo:

Traiga un ordinario apetito de imitar a Cristo en todas sus cosas, conformándose con su vida, la cual debe considerar para saberla imitar y haberse en todas las cosas como se hubiera él”. (Subida, Libro I, capítulo 13, 2).

También en Subida (Libro 2, capítulo22) encontramos un texto eminentemente cristológico, en el que llama a Cristo “Hermano, Compañero y Maestro, Precio y Premio” (5).

Porque en darnos a su Hijo, que es una Palabra suya, que no tiene otra, todo nos lo habló junto y de una vez en esta sola Palabra, y no tiene más que hablar”.

Para seguir e imitar a Cristo tenemos que estar siempre a la ESCUCHA de su Palabra (de ahí nace la obediencia, obedecer es escuchar), por eso es fundamental para nuestro camino espiritual escuchar diariamente al Maestro en los Evangelios, dialogar con él en la oración personal y comunitaria, rumiar su Palabra, y también estudiarla, conocerla cada día mejor. Solo así uno puede ENAMORARSE DE CRISTO como se enamoró Teresa, y seguirle:

Yo tan devota toda mi vida de Cristo…Quisiera yo siempre traer delante de los ojos su retrato e imagen” (4).

Con tan buen amigo presente, con tan buen capitán, que se puso en lo primero en el padecer, todo se puede sufrir; es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero… por esta puerta hemos de entrar… Bienaventurado quien de verdad le amase y siempre le traiga con él” (6 y 7).

No deja Teresa de hablar de la Sacratísima Humanidad de Cristo, aconsejando: “Es gran cosa, mientras vivimos y somos humanos, traerle humano” (9).

Todo lo anterior en el capítulo 22 de VIDA.

Es CRISTO, definitivamente, quien nos introduce en el verdadero camino de CONVERSIÓN; es tenerle como MAESTRO y SEÑOR, aprendiendo de él. El encuentro con el Dios Padre, que nos revela Jesús, nos permite conocer a un Dios paternal y amoroso; es un encuentro con el AMOR, que echa fuera el miedo, disipa las tinieblas, y DESPIERTA, para vivir una VIDA NUEVA. Nos ayuda a conformar una nueva IDENTIDAD, la de ser hijas e hijos de ese Padre divino. Eso que llaman los Evangelios, “metanoia” o CONVERSIÓN, es decir, cambio de dirección o de rumbo, nueva visión, cambio en el modo de pensar y sentir, no se refiere solo al ámbito moral, al HACER (hacer lo bueno), sino al SER, a lo esencial (ser verdadero).

Fray Manuel de Jesús, ocd