“Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo para acercarse a la casa
del zapatero. Allí le dijo: “Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda
encima y mis sandalias están rotas, si tu me hicieras el favor.” A lo que el
zapatero le respondió: “Aquí todo el mundo viene a pedir y nadie a dar.” Dios
le dijo: “Yo puedo darte todo aquello que tú necesites.” ¿Tú podrías darme un
millón de dólares para que yo fuera feliz? Yo puedo darte diez veces más que
eso a cambio de algo; a cambio de tus piernas. A lo que el zapatero le
respondió: “Para qué quiero yo diez millones de dólares si no voy a poder
caminar sólo”. Puedo darte, continuaba el Señor, cien millones de dólares a
cambio de tus brazos. El zapatero, inquieto le dijo: “¿Qué puedo hacer yo con
cien millones de dólares si no voy a poder comer solo?” El Señor le hizo la
última tentativa al zapatero. Te voy a dar mil millones de dólares a cambio de
tus ojos. El zapatero, asustado ante el mendigo le respondió: “Qué hago yo con
mil millones de dólares si no puedo ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos.”
El señor le dijo: “Ah, hermano, hermano, qué fortuna tienes y no te das cuenta”.
(Facundo Cabral)
Entonces, "gracias POR la vida, que me ha dado tanto" (y que disculpe Violeta Parra el cambio en la preoposición)
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