viernes, 20 de octubre de 2023

ORAR ES ESPERAR EN SILENCIO SU RESPUESTA

"Si alguna preocupación tienes, si alguna cosa quieres decirle, dísela, pero después quédate en silencio.

El alma del salmo le dice: “te expongo mi causa y me quedo aguardando en silencio esperando tu respuesta”.
Lo primero que hace, es quedarse en silencio, esperando la respuesta.
Si algo necesitas, díselo, pero después haz esto: déjale todos tus cuidados, tus inquietudes, tus sobresaltos, tu agitación, también el parloteo de tu mente y las olas de tu sensibilidad, de tus emociones, déjalo, Él cuida de ti.

Es justo quedarse en silencio, no tanto para dar tiempo a Dios para que responda, sino para que nuestra escucha se vuelva más acogedora, receptiva.

La oración comienza de alguna manera así: dejándolo todo en el Señor, Él ya sabe lo que tú necesitas antes de que se lo digas, pero si lo necesitas díselo, después quédate también tú como el alma de este salmo, en silencio, esperando su respuesta.
Nuestro corazón, nuestro silencio, es a veces una larga espera, que es maduración, crecimiento.

Que no haya ninguna interferencia entre Él y tu corazón, que tu corazón silencioso sea pura acogida, sea pura receptividad.
Silencio como acto de fe en la respuesta que Dios puede dar a las necesidades y urgencias de nuestro corazón.

Orar es también esperar silenciosamente su respuesta. Dejad en Él vuestros cuidados pues Él se hace cargo de vosotros".


J. Fernández Moratiel
La alcoba del silencio

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.