domingo, 5 de noviembre de 2023

EUCARISTÍA: SÍMBOLO Y COMUNIDAD

 
Sigo compartiendo textos que ayudan a entender y vivir mejor la Eucaristía:

"En el cristianismo, toda reducción drástica del símbolo religioso (o del sacramento) al mero símbolo-cosa corre peligro de hacernos retornar a módulos propios del espíritu general de las religiones e implicaría un evidente retroceso frente a los avances logrados por la religiosidad judía al destacar la comunidad —la palabra y el gesto en cuanto vehículos de relación interhumana— como sacramento primordial y como nuevo símbolo de la presencia y la manifestación del Misterio. No es acertado, por tanto, el insistir exageradamente —en la teología sacramental— en la «materia», en los dones en sí mismos —el pan y el vino en el caso de la eucaristía—, aislados de todo un contexto humano; antes bien, los elementos materiales serán sacramentos cristianos en tanto en cuanto son asumidos por el gesto y la palabra de la comunidad, enmarcados en la esfera de unas relaciones interpersonales y situados en todo un proceso histórico. No es ya símbolo religioso para nosotros la mera cosa en sí, aislada, sino situada en el contexto de una comunidad y al servicio de la misma. Con razón afirmaba Tomás de Aquino que el sacramento no radica sólo en el agua o en el óleo, sino en la ablución o en la unción; es decir: no radica en las «cosas» pura y simplemente, sino en las cosas en cuanto asumidas y utilizadas por el hombre . Lo mismo cabe decir del pan y el vino en la eucaristía. 3 

(Conviene advertir que aquí la palabra «símbolo» ha de ser entendida como símbolo real que contiene la realidad simbolizada y no como mero «signo» intencional que remite a una realidad extrínseca, significada, pero no contenida).  

 Por esta razón, la palabra y el gesto son elementos esenciales del sacramento o del símbolo religioso cristiano, hasta el punto de que sin ellos el sacramento sería un mero signo mágico. Sólo la palabra y el gesto que asumen las cosas, humanizándolas, hacen posible que éstas se conviertan en sacramento

Todo esto no significa que excluyamos la realidad material como símbolo religioso y lugar de la presencia personal del misterio. Por supuesto, el símbolo sacramental comprende también las cosas de la naturaleza, la realidad cosmológica que nos envuelve, sin que pueda quedar reducido a la mera dimensión antropológica . Pero sí es preciso advertir que, en el cristianismo como antes ya en la religiosidad judía, este valor simbólico, sacramental, de las cosas materiales es indisociable de la inculturación o de la inserción de esas mismas cosas en la vida y en el dinamismo propio de un quehacer histórico y en el devenir de una comunidad en marcha hacia un futuro último

Desde esta perspectiva encierra un profundo sentido el hecho de que los símbolos-sacramentos cristianos estén constituidos por realidades artificiales y no simplemente naturales. Si exceptuamos el agua en el caso del bautismo (símbolo primordial, común a numerosas religiones), todos los demás elementos materiales que aparecen en los sacramentos cristianos —pan, vino, aceite— no son meros frutos de la naturaleza, sino elaboración de la técnica y el trabajo humanos; son productos manufacturados y de algún modo «transustanciados» por la mano del hombre que elabora y transfigura los dones de la naturaleza (la espiga y el racimo) humanizándolos y poniéndolos al servicio tanto del hombre concreto como de la humanidad en su devenir histórico. (Más claro es todavía lo que estamos diciendo en otros sacramentos, como en el de la penitencia o el matrimonio, donde la persona misma, su actitud de conversión o de reconciliación, o su donación personal al otro cónyuge forman parte esencial de la realidad sacramental, destacando así esa dimensión personalista y no meramente cosista del sacramento)".

Manuel Gesteira Garza
La Eucaristía, misterio de comunión
Sígueme, 1999

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.