miércoles, 24 de enero de 2024

EUCARISTÍA Y RESURRECCIÓN

Sigo compartiendo textos que hablan de la Eucaristía, y que ayudan a comprender mejor ese Misterio de fe
:

"Al decir cena del Señor, o día del Señor, en la mente del nuevo testamento hay una designación clara del Kyrios, del Señor resucitado. Así la expresión misma cena del Señor hace patente la conexión interna entre la eucaristía y la resurrección del Señor, entre la eucaristía y la presencia actual, viva y transformadora, del Señor resucitado. 

Desgraciadamente, este dato fundamental ha sido ignorado por generaciones enteras de cristianos; el olvido de esta correlación básica eucaristía-resurrección ha marcado particularmente la espiritualidad occidental del segundo milenio y ha enrarecido la vivencia popular de la misa. El dolorismo teológico alimentado unilateralmente en la muerte sacrificial de Cristo en la cruz, las interpretaciones ultrarrealistas de la presencia eucarística en la edad media con su variopinta gama de milagros de apoyo (el Niño Jesús que aparece en la hostia, hostias que sangran, etc.) y, por fin, sus variantes sentimentales y moralizantes del siglo pasado, el siglo del romanticismo (el «prisionero divino del sagrario», al que debemos consolar en su soledad) tienen un denominador común: el desconocimiento de esta clave resurreccional. También el análisis temático de los cantos eucarísticos heredados del siglo pasado y comienzos de éste nos conduce inevitablemente a idéntica conclusión: la ausencia de la dimensión pascual. 

Una teología jurídica de la redención, hipnotizada por la imagen del rescate, concibe la salvación de los hombres como un valor negociable, como la adquisición de un tesoro de méritos, en definitiva, exterior a la persona misma de Cristo; y exige en lógica consecuencia, como dice F. X. Durrwell, «ciertos ritos de aplicación de los méritos, ciertas estaciones distribuidoras, ciertos funcionarios encargados de la distribución». Esta teología, con su red concatenada de imágenes culturalmente condicionadas, se ha mostrado incapaz de asumir el misterio pascual, y de vertebrar sobre él una teología de la eucaristía que haga justicia a los datos más elementales del nuevo testamento. 

Pero la eucaristía no es una «aplicación de méritos», ni un premio a nuestro buen funcionamiento de cristianos. La cena del Señor se nos ha mostrado como el don gratuito del Kyrios resucitado que nos sale al encuentro como a los discípulos de Emaús, nos invita a su mesa, nos perdona, nos despierta el entendimiento, nos abre los ojos del corazón y nos invita a su comunión. Hoy y aquí, la cena del Señor nos pone en contacto con el Señor resucitado, nos hace partícipes de su nueva vida, de la nueva creación. 

El misterio eucarístico como anticipación (prolepsis) de la vida escatológica invita a la alegría, convoca a la fiesta. Aquí es conveniente recordar que el acontecimiento fundamental constitutivo de la nueva comunidad, Iglesia, no fue la audición del Resucitado, sino su visión. Si la eucaristía debe entenderse como una «forma permanente de la aparición pascual», habrá que concluir que, además de una teología de la palabra justamente valorada y promocionada por la tradición protestante, hay lugar también para una teología de la liturgia donde la belleza conjugada de la luz, el color, la música y todas las demás formas expresivas intenten transparentar la presencia viva y actual del Señor resucitado en medio de la asamblea creyente".

Xabier Basurko
Para comprender la EUCARISTÍA
Editorial Verbo Divino

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