"En el seno de la Iglesia, la mediación de María, intercesora y madre, sólo se entiende «como una participación de esta única fuente que es la mediación de Cristo mismo», [176] el único Redentor, y «la Iglesia no duda en confesar esta función subordinada de María». [177] La devoción al corazón de María no pretende debilitar la única adoración debida al Corazón de Cristo, sino estimularla: «La misión maternal de María para con los hombres no oscurece ni disminuye en modo alguno esta mediación única de Cristo, antes bien sirve para demostrar su poder». [178] Gracias al inmenso manantial que mana del costado abierto de Cristo, la Iglesia, María y todos los creyentes, de diferentes maneras, se convierten en canales de agua viva. Así Cristo mismo despliega su gloria en nuestra pequeñez".
FRANCISCO
Dilexit Nos # 176
Nota: Al compartir este texto, que reafirma mi convicción de Cristo como único salvador y redentor, frente a ciertas exageraciones de la piedad católica, no quiero justificar ni apoyar un papel subordinado para la mujer en la Iglesia o en la sociedad. Quiero dejar eso claro.
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