sábado, 6 de febrero de 2010

TU VOLUNTAD Y LA NOCHE


Nada consuela mas poderosamente que la certeza de estar, en medio de la miseria, rodeado por el amor de Dios” (Juan Calvino).

“Cuando miro hacia tras, Señor,
Te encuentro a Ti y a tu voluntad.
Ha sucedido tu voluntad,
Cuando recibí el bautismo,
Y ahora ya no soy mi propio señor,
Sino tu propiedad.
Yo acepto tu voluntad.

Ha sucedido tu voluntad
Por todos los caminos más maravillosos,
Por los que me has conducido,
En todo lo Inexplicable y raro,
Que ha sucedido en mi vida.
Yo acepto tu voluntad.

Ha sucedido tu voluntad
En los días en los que yo era feliz,
En los que he recibido tu amor
Y he encontrado plenitud y alegría.
Toda suerte es peligro. Esto lo has determinado Tú así.
Yo acepto tu voluntad.

Se ha hecho tu voluntad
También en todos los caminos oscuros
De la miseria y de la angustia.
Te agradezco que no me hubiera hundido.
Te agradezco que no tenga que reparar mi culpa.
Te agradezco que sea uno contigo
Y no arruinado conmigo mismo.

Tu voluntad es mi fuerza
En mi debilidad.
Yo acepto tu voluntad y confío en ella.
Es tu voluntad la que me guía
Hasta el fin de mis días y más adelante.
Se hace tu voluntad. Te pido
Que se haga, también por mi voluntad.

(Jorg Zink)

Agrada al Señor venir en la noche, por eso no temas a la noche” (Heinrich Jung-Stilling)