martes, 19 de octubre de 2010

AMIN MAALOUF

Amin Maalouf nació en Beirut en 1949 en una familia de origen cristiano. Estudió Economía Política y Sociología en la Universidad Francesa de Beirut y trabajó como periodista en el diario libanés ‘An-Nahar’. Desde 1976 vive exiliado en Francia, donde continuó ejerciendo el periodismo y llegó a ser redactor jefe de ‘Jeune Afrique’

“La tolerancia no basta. La tolerancia es una actitud del vencedor hacia el vencido. Lo que necesitamos decir no es “yo te tolero”, sino “yo te respeto”. Respetar al otro, conocer al otro, establecer un tipo diferente de relación con el otro y con la cultura del otro. La tolerancia estaba bien en los siglos XV o XVI, ahora no basta. Necesitamos ser conscientes del hecho de que compartimos el mismo planeta, de que somos personas diferentes en el idioma, en la religión, en el color, en el estatus social, en la nacionalidad… El asunto principal del siglo XXI es cómo vivir juntos armoniosamente, y me temo que muy pocos países están enfrentándose a este tema adecuadamente”.

“Por primera vez en la historia, me temo que estamos yendo cuesta abajo. No en el campo de los desarrollos tecnológicos o científicos; pero sí siento que hay una regresión moral en todas partes. Estamos avanzando hacia un mundo de conflicto, de amargura, de discriminación, de guerras, de sufrimiento, y todo esto nos llevará también a un empobrecimiento. De manera que estoy muy preocupado acerca del futuro, pero ciertamente no soy nostálgico del pasado”.

“Las realidades económicas, científicas, materiales, tecnológicas, nos están empujando hacia la integración, pero nuestras mentalidades nos están impidiendo movernos en esa dirección”.

“Yo diría que ninguna religión es en sí misma incompatible o espontáneamente favorecedora de la libertad. Todas las religiones, en un punto u otro de su historia, han experimentado el fanatismo de una manera muy negativa. La libertad viene de la evolución de la sociedad, de las ideas de los pensadores y los filósofos, y entonces es adoptada y aceptada por la religión. Estoy convencido de que todas las religiones pueden interpretarse de una manera que sea compatible con la libertad, con los derechos humanos, con los derechos de la mujer, con el laicismo y con la modernidad”.

(Tomado de: “EL PAÍS SEMANAL”. 17 de octubre de 2010)