sábado, 16 de octubre de 2010

AMO DE MI DESTINO, CAPITÁN DE MI ALMA

Más allá de la noche que me cubre,
Negra como el abismo insondable,
Agradezco a cualquier dios que pudiera existir
Por mi alma inconquistable.
En las feroces garras de las circunstancias,
Bajo los golpes del azar,
Mi cabeza sangra, pero no se inclina.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
se acerca inminente el horror de la sombra,
Y aun así, la amenaza de los años
Me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecha sea la puerta,
Cuán cargada de castigos la sentencia.
Soy el amo de mi destino:
Soy el capitán de mi alma.

(William Ernest Henley)