Cuando vamos a hablar
de Dios es importante tener presente que nuestro lenguaje es ambiguo, y puede
revelar o velar al mismo tiempo la
realidad que intentamos comunicar. De ahí que debamos sopesar cada afirmación que hacemos, midiendo los vocablos
que utilizamos para referirnos a lo divino. Lo mismo sucede cuando nuestro modo
de hablar es demasiado institucional, demasiado teológico, demasiado particular
o sectario, y pretendemos ser comprendidos más allá de nuestro grupo de
referencia concreto. Una buena parte del rechazo a Dios por parte de la
humanidad es esencialmente un rechazo al Dios que presentamos en nuestros
discursos, que es en esencia el Dios que la gente conoce. Una nueva evangelización
supone un nuevo discurso sobre Dios, menos dogmático y más espiritual, que no
significa más piadoso, sino menos atado a conceptos culturalmente desfasados. También
deberíamos huir de un discurso rico en florilegios pero vacío de contenido, que
definitivamente no dice nada a quienes nos escuchan y vienen buscando una respuesta
a sus búsquedas mas espirituales y vitales. Comunicar a Dios es comunicar la
vida que esta en El y quiere ser comunicada; nuestras palabras han de llegar a
los que escuchan como palabras de vida.
(Yo:23 de mayo de 2008)
Siento que el rechazo de cuando se habla de Dios , no es rechazo al auténtico Dios sino al dios que han prefabricado con moldes, juicios , imposiciones , miedos y escritos basados en normas plasmadas en papel pero no en el auténtico corazón de Jesús que es el principal libro donde Dios ha dejado sus escrituras. Hasta que no se cambie la idea preconcebida a lo largo de los siglos , será difícil entender que habemos muchos que creemos en un Dios del Amor , respeto y fraternidad no fingido sino un Amor en práctica que nos conduce a la Paz y serenidad para alcanzar una vida feliz y plena . Saludossss
ResponderEliminarEl girasol que ilustra esta entrada es un buen maestro: mira hacia el sol y de su luz, vive.
ResponderEliminarPara hablar de Dios, así debían ser nuestras palabras. Sencillos y claros frutos de la luz recibida.
Pues es muy cierto, el mensaje no cambia ni va a cambiar, pero si las formas y las palabras de decirlo. Lo importante para convencer es estar convencido uno mismo y ser uno mismo para poder explicar y sobretodo, total naturalidad. Un abrazo.
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