martes, 24 de septiembre de 2013

FE, CREENCIA E IDEOLOGÍA.

"Cuidado con confundir Fe (el fruto de nuestra experiencia de contacto con Dios) y creencia (las certezas que derivan de las reflexiones acerca de esa experiencia), creencia e ideología (mi forma de concebir la realidad inspirada en estas creencias), e ideología e idolatría (la sustitución de la visión de Dios sobre el mundo por mi forma de visionar este mundo). Puedo tener experiencia de que "Dios me ama", puedo darme cuenta de que "Dios es Amor", puedo darme cuenta de que no todo el mundo se siente amado por Dios y hasta incluso muchos niegan su existencia, puedo en nombre de Dios hacerles la vida imposible. Para entonces me he olvidado de Dios y del Amor. Cuando no aceptamos el mundo tal cual es, con sus cosas malas y sus cosas buenas, pretendiendo adaptarlo a nuestras ideas podemos fácilmente sustituir a Dios y su forma de ver el mundo por el Yo mismo y mi forma de concebir el mundo. Qué lejos quedamos del origen dichoso.
Somos estúpidos si pensamos que haciendo la guerra al mundo creemos defender nuestra Fe, defenderemos acaso las creencias particulares que todos tenemos, pero cuidado podemos confundirnos. Combatir nuestra cultura y denunciar la Maldad existente en ella, no significan lo mismo. Preguntaría... si combatiendo al mundo ha podido alguno encontrar dentro de sí Esperanza, si es así, que me explique cómo, yo no he podido. Las mociones interiores nos dan la pista, si luchamos por el Reino de Dios, encontramos ilusión y esperanza dentro de nosotros, pero si no los hallamos puede ser que nos equivoquemos, puede ser que combatamos por nuestras creencias pero no por el Reino de Dios y su justicia. El Reino de Dios es ante todo y sobre todo Jesucristo, y no el Catecismo ni el compendio de encíclicas sociales de la Iglesia.
Es tarea del Papa cuidar a su grey pero también ganar para Dios a las almas, especialmente las más alejadas de Él (éstos también son pobres). Con este propósito, los católicos no debemos confundir acercar a los alejados a Dios, con acercar a los alejados a la Iglesia. El apostolado cristiano debe fundarse ante todo y por el contexto agnóstico y materialista, en favorecer el encuentro personal con Dios en cada ser humano, fuente de todas las gracias. Si el Papa atrae a las personas hablando de las maravillas del corazón de Dios, es para que, alejados o no, nos acerquemos sin miedos a Él. Sus palabras son un auténtico regalo para el alma y para los oídos".

Ángel Manuel Sánchez 
Religión Digital

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