miércoles, 16 de octubre de 2013

COMO AQUEL HOMBRE SIN LUGAR...

"Como aquel hombre sin lugar
vago entre poemas y besos de lujo,
me encierro en un sueño
y mastico los días
hasta hacer las noches.
Mis caminos son diversos, abiertos y claros
solamente mis pies alguna vez pesan
y mis ojos se ciegan de luz.

Como aquel hombre sin lugar
temo al tiempo,
guillotina que cortará algún día mis pasos,
y cubrirá de hierba mis caminos.
Mis caminos diversos, abiertos y claros,
hacia el mundo y desde el mundo,
tortuosos y trazados sobre secos suelos.
Temo al amor también
con sus cadenas fuertes
que algún día podrán
soldarme a este pulido piso
y cosechar en tierra fácil
lo que corresponde a seca arena.

Quiero del tiempo
 años que me crezcan
entre semillas y lluvias,
segundos que fusilen los años
o años que fluyan eternos.
Quiero del amor
un reflejo de mariposas
que me vuelen el cuerpo
 y luego se remonten a sus flores
llevándole mi perfume en su perfume...

Como aquel hombre sin lugar
me muerde el hambre de los niños
y la muerte de alguien me golpea el instinto,
un grito de libertad me araña la garganta,
mis manos son fusil,
y mis labios esperanza.

De mí
quiero puños de hierro,
voluntad de gigante
y ojos que lleguen hasta lejos.
De ti,
 tu despertar en las mañanas
y tus diminutos dientes clavados en mi carne.
De ese libro, lo que murmura mi sangre
y el principal camino.
De mi piel
ese filtro a las lenguas de la gente
 y como aquel hombre sin lugar
 me entrego al mundo
a cambio de un poema
que yo mismo escribo.

Todo lo doy, nada pido
o quizá que me dejen ser yo mismo
a cambio de esa vida que nace de mis células
 y se cuece en el horno de los caminos.
Mis caminos diversos, abiertos y claros.
Diversos como mis sueños,
abiertos como mis ojos,
y claros como aquel beso.
Y como aquel hombre, no deseo un lugar,
sólo un camino...".

F.E.
(Febrero, 2, 1982)

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