domingo, 5 de septiembre de 2021

ÁBRETE...

 Las lecturas de hoy son sencillas, pero hermosas, y hablan de la liberación que trae Dios, y que hace ver, oír, hablar y saltar con alegría. No se trata de meros milagros, sino de consecuencias del milagro mayor: el encuentro con Jesús, el seguimiento y discipulado, el compromiso con el Reino. Entonces entramos en un camino progresivo de liberación y desapego, de sabiduría y plenitud. Todo eso está contenido en la palabra que pronuncia Jesús: “Éfeta”, es decir, ábrete.

Ábrete al Dios que ha llegado a tu vida, primero llamando y luego irrumpiendo con fuerza, desatando un viento interior que te saca del encierro en que vives (el ego, tus prejuicios, tus temores, tu ceguera y tu mudez, tu sordera y tu cojera) para convertirte en un hacedor de puentes, en un profeta, en un sacerdote, en un rey… es decir, en un hijo.

Ábrete a tus hermanos, los demás seres humanos, sin separarlos o discriminarlos, por su posición social, por su raza, su opinión, su religión. Todos somos pobres y pequeños para Dios, todos necesitamos de los demás, todos anhelamos la plenitud, la libertad y la alegría verdaderas, aunque no siempre lo sabemos.

Sean fuertes y no teman”, miren que viene Dios a liberar a los cautivos, y quiere que seamos sus colaboradores en esta gran empresa. Mira a tu alrededor y verás cuántos no pueden ver, ni oír ni hablar, ni saltar de gozo: pero si no te abres tú primero, no podrás ser puerta abierta y camino ancho y esperanza viva para los otros.

Fray Manuel de Jesús, ocd

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.