sábado, 11 de septiembre de 2021

CAMINOS DE SALVACIÓN

 

En la evolución de toda la creación hay un ascenso de la humanidad, coronada con la presencia de Cristo en virtud de la promesa: Dios será todo en todos. Pero, entrecruzado con este ascenso hay otro: el del pecado, dirigido contra la historia ascendente y plenificadora de la salvación en Cristo. 

 Los seres humanos somos mediadores unos de otros para bien o para mal. Facilitamos o impedimos el crecimiento de la gracia, de la salvación, de la liberación total. Al nacer, se nos entrega un mundo viejo, aunque provisto con la imagen de Dios. Nacemos incompletos y nos hacemos paulatinamente

Cristo es el principio, la imagen primigenia, el prototipo del hombre nuevo. En el camino de la difícil realización del mundo y de nosotros mismos, en el tramo de nuestras propias decisiones y actitudes, se presenta la culpa como una piedra en la que podemos tropezar. 

En la  esfera de la confrontación de nuestra intimidad con la de Cristo, aparece el pecado como una sombra. Estamos en situación de pecado, pero en vías de salvación gracias al amor que Dios nos tiene. Recordemos, sin embargo, que el pecado es una lesión al prójimo, pero  sólo se descubre cristianamente delante de  Dios. Nace del corazón, pero se manifiesta públicamente en los fratricidios, corrupciones sociales y políticas, estructuras injustas y opresoras, idolatrías totalitarias, fascismos estatales, etc. 

Todo es iniquidad personal porque lesiona los intereses de la comunidad humana, o mejor dicho, los intereses del Reino de Dios. 

La clave del discernimiento es la justicia.

(Misal de la comunidad)


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.