domingo, 19 de septiembre de 2021

UN VERDADERO DESAFÍO (DOMINGO XXV-B)

Jesús le está diciendo a los apóstoles que su vida va a terminar como terminan los últimos de este mundo (juzgados, condenados y ejecutados como malditos), y ellos se ponen a discutir con pretensiones de ser ellos los primeros. Pensaban al revés de como pensaba Jesús” (José María Castillo).

Otros dos aspectos importantes sobre el Evangelio de este día: el miedo de los apóstoles a enfrentar la verdad del camino de Jesús: ellos no entienden, ni quieren entender, porque les da miedo ese camino. Al evangelista no le preocupa contarnos las miserias de los primeros discípulos, no ocultan sus miedos, porque lo importante no es dar una buena imagen de ellos, sino mostrarnos la verdad del camino humano que lleva a Dios: reconocer y aceptar los límites, y crecernos con el auxilio de la Gracia.

Y luego la invitación de Jesús cuando pone en medio a un niño: no nos equivoquemos, en aquel entonces no se valoraba y cuidaba a los niños como hoy; un niño era menos que un esclavo, no era nada. Jesús lo presente justamente como lo que menos vale, diciendo que al acoger al niño (al último, al que menos vale a los ojos del mundo), lo acogemos a él, y acogiéndolo a él, llegamos a Dios.

El camino que propone Jesús era un verdadero desafío para los discípulos, y lo es siempre, también hoy para nosotros: ¿Seremos capaces de elegir el último lugar, capaces de caminar y trabajar, con y por los últimos, hasta dar la vida?

Fray Manuel de Jesús, ocd.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.