domingo, 9 de junio de 2024

POR EL AMOR SE COMPRENDE EL PECADO, NO AL REVÉS

 

"Sin reconocimiento y experiencia del amor de Dios no hay posibilidad de atisbar el pecado cristiano o del cristiano. El amor de Dios, enteramente gratuito y son razón, manifestado en el despojo de la cruz, es redentor, liberador. Es un amor que perdona, Por el amor se comprende el pecado, no al revés. La penitencia cristiana no se centra en el pecado sino en el amor, en el perdón. Expresa que la existencia humana no está bajo el fatalismo o la desesperación, sino perdonada y reconciliada con Dios

 Naturalmente, el hecho de que el perdón sea lo primero, no significa que no haya pecado ni culpabilidad. Quiere decir que lo contrario del pecado no es la moralidad sino la fe.  Si el pecado se revela en el perdón, adquiere sentido en relación con la fe, dentro de la reconciliación en Jesucristo. Hay una significación religiosa o cristiana en la falta, distinta de la significación moral. Y, solamente cuando se madura en las exigencias de la fe, se comprende desde el perdón de Jesús el pecado del hombre. La moral no es la fe, ni la religión es una moral que sacraliza la fe

 Por supuesto que la moral es necesaria y es un patrimonio del hombre. Para el cristiano, la moral debe situarse dentro de la fe; es decir: la obediencia a la ley justa es necesaria para todo el mundo, pero la obediencia cristiana es obediencia a la fe

 El pecado no es, por tanto, transgresión de una ley sino intento de ser el hombre dueño y señor de la vida de sus semejantes, al considerarse amo absoluto. De ahí que el pecado sólo puede ser reconocido "delante de Dios", por medio de la fe. Arrepentirse no es tener remordimientos, sino aceptar las exigencias del Reino de Dios y de las promesas".

Misal de la comunidad (I): decimo domingo

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