“No hay una hoja de la que Tú no cuides. No hay un grito que Tú no hayas
escuchado antes de que fuera proferido. No hay agua entre las rocas que
no haya sido escondida allí por tu sabiduría. No hay manantial oculto
que no haya sido ocultado por Ti. No hay cañada para una casa solitaria
que no haya sido pensada por Ti con ese fin. No hay un solo hombre en
este acre de arbolado que no haya sido hecho por Ti para ocuparlo.
Pero hay mayor consuelo en la realidad del silencio que en la mera respuesta a una pregunta. La eternidad está en el presente. La eternidad se encuentra en la palma de la mano. La eternidad es una semilla de fuego cuyas imprevisibles raíces rompen las barreras que impiden a mi corazón ser un abismo”.
Pero hay mayor consuelo en la realidad del silencio que en la mera respuesta a una pregunta. La eternidad está en el presente. La eternidad se encuentra en la palma de la mano. La eternidad es una semilla de fuego cuyas imprevisibles raíces rompen las barreras que impiden a mi corazón ser un abismo”.
(TM)
ResponderEliminarLa eternidad se encuentra en la palma de la mano" Difícil comentar al poeta de intensa vida interior. Difícil añadir una palabra.¿Será tan accesible el misterio de la vida? Solamanete se me ocurre recordar la Escritura.."llevo grabado tu nombre en la palma de mi mano". Mano y mano. Semilla de fuego que impide al corazón ser un abismo.
Una bonita imagen, ternura sencilla, por eso grande. Como dice Rumí, " en la sencillez está lo verdaderamente grande".
ResponderEliminarY así hace Pagola su lectura de la Epifanía relatada en los textos de Mateo:
"El relato es desconcertante. A este Dios, escondido en la fragilidad humana, no lo encuentran los que viven instalados en el poder o encerrados en la seguridad religiosa. Se les revela a quienes, guiados por pequeñas luces, buscan incansablemente una esperanza para el ser humano en la ternura y la pobreza de la vida".
Y así lo decía Neruda: "la felicidad es interior, por eso no depende de lo que teneos sino de lo que somos".
Y así lo entiende Merton, el texto es una afirmación rotunda de que Todo es EpifanIa.
Vida frágil y vulnerable con ternura acariciada...