viernes, 2 de septiembre de 2022

"NO SOMOS GENTE QUE VA HACIA ATRÁS" (Francisco habla de la liturgia)

La liturgia es la obra de Cristo y de la Iglesia, y como tal es un organismo vivo, como una planta, no se puede descuidar ni maltratar. No es un monumento de mármol o de bronce, no es algo de museo. La liturgia está viva como una planta, y debe ser cultivada con cuidado. Además, la liturgia es alegre, con la alegría del Espíritu, no una fiesta mundana. Por eso, por ejemplo, una liturgia de tono fúnebre, no va. Es siempre alegre, porque canta alabanzas al Señor... Necesitamos, hoy más que nunca, una visión elevada de la liturgia, de modo que no se reduzca a disquisiciones de detalle rúbricas: una liturgia no mundana, sino que eleve los ojos al cielo, para sentir que el mundo y la vida están habitados por el Misterio de Cristo; y al mismo tiempo una liturgia con «los pies en la tierra», propter homines, no alejada de la vida. No con esa exclusividad mundana, no, eso no tiene nada que ver. Serio, cercano a la gente. Las dos cosas juntas: volver la mirada al Señor sin dar la espalda al mundo.

El progreso en la comprensión y también en la celebración litúrgica debe estar siempre enraizado en la tradición, que siempre te hace avanzar en ese sentido que quiere el Señor. Hay un espíritu que no es el de la verdadera tradición: el espíritu mundano del «indietrismo», de moda hoy en día: pensar que ir a las raíces significa ir hacia atrás. No, son cosas diferentes. Si vas a las raíces, las raíces te llevan hacia arriba, siempre. Como el árbol, que crece a partir de lo que le llega desde las raíces. Y la tradición es precisamente ir a las raíces, porque es la garantía del futuro, como decía Mahler. En cambio, el indietrismo retrocede dos pasos porque «así se ha hecho siempre» es mejor. Es una tentación en la vida de la Iglesia que te lleva a un restauracionismo mundano, disfrazado de liturgia y teología, pero es mundano. Y el indietrismo siempre es mundano: por eso el autor de la Carta a los hebreos dice: «No somos gente que va hacia atrás". No, tú avanzas, según la línea que te marca la tradición. Retroceder es ir contra la verdad y también contra el Espíritu. Haz bien esta distinción. Porque hay muchos en la liturgia que dicen ir «según la tradición», pero no lo son: a lo sumo serán tradicionalistas. Otro dijo que la tradición es la fe viva de los muertos, el tradicionalismo es la fe muerta de algunos vivos. Matan ese contacto con sus raíces al retroceder. Cuidado: la tentación actual es el indietrismo disfrazado de tradición… 

 
Que tu estudio de la liturgia esté impregnado de la oración y de la experiencia viva de la Iglesia que celebra, de modo que la liturgia «pensada» fluya siempre, como si de una sangre vital se tratara, de la liturgia vivida. La teología se hace con la mente abierta y al mismo tiempo «de rodillas» (cf. Veritatis Gaudium, 3). Esto es cierto para todas las disciplinas teológicas, pero con mayor razón para la suya, que tiene como objeto el acto de celebrar la belleza y la grandeza del misterio de Dios que se nos entrega” 

FRANCISCO
(El jueves 1 de septiembre, el Papa recibió en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los miembros de la Asociación italiana de profesores y cultores de la liturgia).

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