"Vuelve, por favor, vuelve, quien quiera que seas, religioso, infiel, hereje o pagano. Aunque hayas hecho cien promesas y cien veces las hayas roto, esta puerta no es la puerta de la desesperanza y la frustración. Esta puerta está abierta para todos. Ven, ven, tal como seas". (Rumi)
No hay nada mejor que morirse, para que hablen bien de uno. Un abrazo
ResponderEliminarMuy buen poema. Un amigo mío dice lo mismo, con menos poesía "Cuando la vida me olbiga a olvidar a alguien, lo apago, como a un cigarro".
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