sábado, 7 de junio de 2014

PENTECOSTÉS: Entrar a la Pascua de la vida cotidiana

Este fin de semana celebramos la fiesta litúrgica de PENTECOSTÉS: pasar de la Pascua litúrgica a la Pascua de la vida cotidiana.

Pentecostés es salir de nuestros sepulcros de miedo e inseguridad, para vivir en la alegría y la paz del Resucitado. Al mostrar sus heridas, Jesús dice:no hay que temer al dolor y a la muerte, yo estuve en el sepulcro, he salido y he vencido. Ahora todos los sepulcros están abiertos, no teman...

Ser cristiano es vivir sin miedos: es abrirse a la novedad de Dios, a la multiplicidad de sus dones, a la diversidad y a la unidad de su creación. .

Nuevo nacimiento (Bautismo): "Con Espíritu Santo y fuego".

Nueva vida (Evangelio, camino cristiano): "Como el Padre me ha enviado, así les envío yo".

Nueva comunidad (Iglesia): De la torre de Babel a Pentecostés. "A cada uno se le da una manifestación del Espíritu para el bien común"

"Para percibir en nosotros algo del Espíritu Santo en Pentecostés, podría servir de ayuda ponerse simplemente contra el viento, cerrar los ojos y percibir con todos los sentidos el viento, cómo acaricia suavemente mis mejillas, cómo sopla fuertemente, cómo lo pone a uno en movimiento. Quien entienda el viento como símbolo del Espíritu de Dios podrá sentir inmediatamente el Espíritu de Dios en el viento. No es simple imaginación, es realidad. El Espíritu de Dios está en el viento, está en este momento cuando el viento sopla sobre mí, me limpia, me reanima, me acaricia y me arrulla. En el viento, siento la vida de la Naturaleza, pero, al mismo tiempo, experimento en él también la vida del Espíritu Santo, sí el Espíritu Santo mismo".

Anselm Grün

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