miércoles, 22 de febrero de 2012

CONTIGO EN LA DISTANCIA...


Tengo la convicción, de que merece la pena que cada uno nos tomemos en serio nuestras aportaciones a la causa de llevar vida, mejor vida, vida más abundante a los demás. Sólo así Cristo vive, porque sólo así somos cuerpo y sangre de Cristo para los demás”.


“A mí no me importa que llueva, me gusta oír caer el agua, incluso pasear bajo la lluvia (con paraguas). Disfruto con la atmósfera y el ambiente especial que crea el agua en las calles, incluso cambia el aroma y el perfil de lo más cotidiano y conocido. Pero sobre todo la lluvia es mágica y especial en la montaña, en el campo. Ver llover, sentir la música y el beso del agua tras los cristales es algo especial, escucharla caer en el tejado, abrir la ventana y oírla acariciar la tierra y los árboles por la noche… magia de Dios”.

“Sigo escuchando cada día, cuando llego a casa, toda la música cubana que me transporta de un modo especial a tu tierra y a ti. Me dejo envolver por sones y acentos y paseo a tu lado por aquella Isla, veo ese mar y ese cielo. Respiro ese calor y esa humedad que dan aroma y color a calles y gentes. Cuba me pareció especial... Claro que no sé, ni sabré nunca, si hubiera sido igual sin estar tú, sin existir un Manuel allá tan especial para mí.
(E.L.)