viernes, 7 de diciembre de 2012

ADOLEZCO, PENO Y MUERO...


¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.

Pastores, los que fueres
allá por las majadas al otero,
si por ventura vieres
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.

Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
no cogeré las flores,
ni temeré a las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.

¡Oh bosques y espesuras
plantadas por la mano del Amado!,
¡oh prado de verduras
de flores esmaltado!,
decid si por vosotros ha pasado.

Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de su hermosura.

¡Ay!, ¿quién podrá sanarme?
Acaba de entregarte ya de veras;
no quieras enviarme
de hoy más mensajero
que no saben decirme lo que quiero.

1 comentario:

  1. ...
    ¿Por qué, pues, has llagado
    a aqueste corazón, no le sanaste?
    Y pues me lo has robado,
    ¿por qué así lo dejaste
    y no tomas el robo que robaste?

    Apaga mis enojos,
    pues que ninguno basta a deshacerlos,
    y véante mis ojos,
    pues eres lumbre de ellos,
    y solo para Ti quiero tenerlos.

    Descubre tu presencia,
    y máteme tu vista y hermosura,
    mira que la dolencia
    de amor, que no se cura
    sino con la presencia y la figura.

    !Oh cristalina fuente,
    si en esos tus estanques plateados
    formases de repente
    los ojos deseados
    que tengo en mis entrañas dibujados!
    ...

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