miércoles, 23 de mayo de 2012

HUMANOS

“Todos hacemos uso de mecanismos de una naturaleza u otra para "mejor vivir", para pasar más suaves los malos momentos, para alumbrar algo las situaciones oscuras. Porque cuando estamos bien, satisfechos y felices con lo que somos y tenemos, no nos hace falta utilizar ningún mecanismo, asirnos a ningún tronco. Sólo agradecer, y hay veces que, en medio de los fuegos artificiales, incluso nos olvidamos de dar gracias. ¡¡No somos perfectos, ni en la dicha ni en la desdicha!! Pero somos humanos, y eso es ya una maravilla. Es normal que en ocasiones nuestra vulnerable e imperfecta humanidad necesite, para seguir en la superficie, agarrarse a "tablas" que el tiempo y la historia ha hecho grandes y sólidas: experiencias, pensamientos, ideas, normas y principios que otros antes han establecido, en los que otros han creído. Pero que nos conviene asir, como propios, si queremos seguir a “flote”. No hay medicina que dé mejor resultado que la que se toma con ritual, con regularidad, constancia y fe. Aunque a veces, a pesar de que sea una solución más traumática, y requiera más valentía, es mejor acudir a la cirugía para curar, en lugar de seguir poniendo “paños calientes” que sólo logran aliviar o enmascarar síntomas y dolores. Pero, también es cierto que “mientras hay vida, hay esperanza”, como dice el refrán. Y “nunca es tarde si la dicha es buena”, dice otro. Así que siempre estamos a tiempo de dar el salto y cambiar. En fin, cada uno somos libres de buscar la paz y la felicidad cómo y dónde queramos. Todas las opciones son respetables. El único límite está no hacer intencionadamente un mal objetivo a los demás”. (E.L.)

sábado, 12 de mayo de 2012

ENVEJECER

Lo triste de envejecer son los recuerdos Más que la piel gastada y la senectud Más que la soledad y la lentitud Más que la vista ajada y el no hay remedio. Lo triste de vivir mucho es asistir cuerdo A la terca invasión de las despedidas Del entorno querido que más se admira Lo triste de vivir mucho son los silencios. Lo triste de envejecer son los desvelos Multiplicados siempre a por sesenta Por ochenta o por cien según la cuenta De los años que habiten sobre esos cuerpos. Lo triste de vivir mucho es el misterio El qué será después de cada partida Adonde irán a beber aquellas fantasías Lo triste de vivir mucho es vivir luego. Luego que los demás medio deshechos Por la fiebre, el dolor o las agonías Pasaran, dicen mal, a mejor vida Sin responder jamás por qué primero. Sin orden, ni escalafón y sin quererlo Se marcharon dejando abandonados A estos pobres centinelas del pasado Que sin mucho pudor llamamos viejos. Amaury Pérez Vidal (1995)

AMAURY PÉREZ VIDAL

No pretendo en estas líneas una defensa a ultranza de la obra de Amaury Pérez Vidal, pero considero que a nivel popular es uno de los autores musicales cubanos menos valorados por las nuevas generaciones, e incluso por las precedentes. Evoco las tantas caras de asombro que suscitaba entre mis iguales el hecho de expresar mi preferencia por su música, y de hecho adelanto ya que le considero, por sus textos, un gran poeta, y muchas de sus creaciones forman parte indiscutible del acervo musical de la isla. Es posible que razones extra musicales tengan mucho que ver con ese rechazo, y también acepto el criterio de aquellos que afirman que su obra es desigual, pero nada de esto hace que la música y los textos de Amaury, junto a los de otros grandes, formen parte de la banda sonora de mi propia vida, y les tenga una estima muy particular. El primer disco de Amaury que llegó a mis manos fue “Aguas” (1979), y tal vez sea esa la razón de mi preferencia. Es un disco excelente, de principio a fin, y lo escuché cientos de veces, aprendiéndomelo casi de memoria. En el año 2007 se hizo una especie de homenaje a ese disco, pero las nuevas versiones de aquellos temas inolvidables, interpretadas por otros artistas del patio, no tienen la misma magia que en la voz de su autor. A este disco pertenecen temas tan conocidos como “Hacerte venir”, “No lo van a impedir”, “Dame el otoño”, “A que te olvide”, y por supuesto “Aguas”, cuya letra provocó inquietas reflexiones adolescentes y juveniles. Textos, música, y la producción musical y orquestaciones a cargo de Ricardo E. Martínez, hacen de este disco una joya en todo sentido. La discografía de Amaury es amplia, y tal vez por esa razón no todos sus discos alcanzan el mismo nivel en cuanto a calidad. Entre los mejores a mi juicio estarían “De vuelta” (década del 80), “Encuentros” (década del 90) y “Trovador” (2003). Sin embargo, discos “menores”, como “Equilibrio” (1999) y “Sólo en septiembre”, trasmiten una especie de nostalgia que me gusta y disfruto. Y luego, no hay que olvidar el trabajo de Amaury con la poesía de José Martí y Dulce María Loinaz: otras dos joyas, inigualadas en el mundo musical de la isla, que recomiendo encarecidamente. Discos menos felices, a mi parecer resultan “Licencias de otoño”, y “Algo en común”, y aun así tienen temas salvables. Menciono algunas canciones que me gustan de modo particular: “Murmullos”, “Vuela pena”, “Canción del ángel”, “Amor difícil”, “Hará falta luz”, “Encuentros”, “Quisiera ser el viento”, “Cuando tú me querías” y “Tu amor”. Añado sus excelentes dúos con Liuba (“Sé feliz”), Anabell (“Pídeme”), y Miriam Ramos (“Ya lo ves”). Lamentablemente no he podido conseguir todos los discos de Amaury en el nuevo formato digital, y algunos logré comprarlos en Miami, ausentes de nuestras tiendas en la isla. Me gustaría volver a escuchar “Mitades”, por ejemplo. La voz de Amaury no es grande, pero su “voz interior” sí lo es; es un artista y un poeta, y en estos tiempos en que no está de moda la inteligencia, revisar sus discos y volver a escucharle, es un lujo y un bálsamo para el alma.

jueves, 3 de mayo de 2012

LIBROS SOBRE CINE.

MI BIBLIOTECA DE CINE: 1. Todo sobre Oscar. Juan Antonio García Borrero. Oriente, 2006. 2. INTRODUCCIÓN AL CINE. Luis Álvarez y Armando Pérez Padrón. ICAIC, 2010. 3. DICCIONARIO DE CINE. Términos artísticos y técnicos. Rodolfo Santovenia. Arte y Literatura, 2006. 4. Los cien caminos del cine cubano. Marta Díaz y Joel del Río. ICAIC, 2010. 5. Romper la tensión del arco. Movimiento cubano de cine documental. Jorge Luis Sánchez González. ICAIC, 2010. MB 6. Ojeada al cine cubano. José Manuel Valdés-Rodríguez. ICAIC, 2010. 7. Un largo camino hacia la luz. Julio García Espinosa. Casa, 2002. 8. Algo de mí. Julio García Espinosa. ICAIC, 2009. 9. Conquistando la utopía. El Icaic y la revolución 50 años después. Autores Varios. ICAIC, 2010. 10. Latitudes al margen. El cine latinoamericano ante el tercer milenio. Joel del Río y María Caridad Cumaná. ICAIC, 2008. 11. El cóndor pasa. Hacia una teoría del arte “nuestroamericano”. Frank Padrón. UNIÓN, 2011. 12. CO-CINE. El discurso culinario en la pantalla grande. Frank Padrón. ICAIC, 2011. 13. Polvo de alas. El guión cinematográfico en Cuba. Oneyda González. Oriente, 2009. 14. Cine cubano, ese ojo que nos ve. Reynaldo González. Oriente, 2011. 15. Huellas olvidadas del cine cubano. Memorias del XV Taller Nacional de Crítica Cinematográfica. Armando Pérez Padrón (Compilador). Oriente, 2010. 16. El cine soviético, del principio al fin. Zoia Barash. ICAIC, 2008. 17. Otras maneras de pensar el cine cubano. Juan Antonio García Borrero. Oriente, 2009. MB 18. BLOGuerías. Juan Antonio García Borrero. Ácana, 2009. 19. Haikus de mi emoción fílmica. Julio Martínez Molina. Mecenas, 2008. 20. El silencio aparente. Ramón Leonardo Cabrera Figueredo. Orto, 2007. 21. Literatura y cine. Lecturas cruzadas sobre las Memorias del subdesarrollo. Astrid Santana Fernández de Castro. UH y ICAIC, 2010. 22. El cine, décima musa. Alejo Carpentier (Compilador y prólogo de Salvador Arias).ICAIC, 2011. 23. Las trampas del oficio. Apuntes sobre cine y sociedad. Ambrosio Fornet. ICAIC, 2007, 2011. 24. Conversaciones al lado de Cinecittá. Arturo Soto D. ICAIC, 2009. 25. Trenes en la noche. Luciano Castillo. Oriente, 2011. MB 26. Nadie es perfecto. Crítica de cine. Rufo Caballero. ICAIC y AyL. 2010. MB 27. Un hombre solo y una calle oscura. Los roles de género en el cine negro. Rufo Caballero. Unión, 2005. 28. Un pez que huye. Cine latinoamericano 1991-2003. Rufo Caballero. AyL, 2007. 29. Eisenstein. Víctor B. Shklovski. ICAIC, 2009. 30. Historia del cine español. AA. Cátedra, 2010. 31. Crónicas de cine. Mirta Aguirre. Letras Cubanas, 1988. 32. La sala oscura (2 tomos). Mario Rodríguez Alemán.

CONFIANZA

He estado esperándote todo el día, con mis facultades destilando el veneno de su actividad no reprimida… y he estado esperando que Tu silencio y Tu paz, Señor mío, las restañen y las limpien. Tú curarás mi alma cuando quieras hacerlo, porque he confiado en Ti. No quiero volver a herirme con los pensamientos y las preguntas que me han rodeado como espinas: es una penitencia que Tú no me pides. Tú has creado mi alma para Tu paz y Tu silencio, pero ella está herida por el ruido de mi actividad y mis deseos. Mi mente está crucificada todo el día por su avidez de experiencia, de ideas, de satisfacción. Y no poseo mi casa en silencio. Pero yo fui creado para Tu paz, y Tú no vas a desdeñar mi anhelo de alcanzar la santidad de Tu profundo silencio. Señor mío, no me dejarás eternamente en esta congoja porque he confiado en Ti, y esperaré, en paz y sin quejarme más, Tu buena disposición. Y lo haré en honor de Tu gloria. Estoy contento de que estas páginas me muestren tal y como soy: inquieto, lleno del murmullo de mis defectos y pasiones, y con las enormes heridas abiertas que dejaron mis pecados. Lleno de mi propio vacío. Y, con todo, pese a que mi casa está en ruinas, ¡Tú vives en ella!”. 

  4 de mayo de 947.  Día de retiro. 
Thomas Merton.

RESURRECCIÓN (SIEMPRE AGRADECIDO).

“La muerte de mi madre supuso para mí un dolor inmenso, seco, profundo, desgarrador. Dolor que comenzó muchos meses antes, cuando le diagnosticaron su enfermedad, y se fue dilatando, día a día, semana tras semana. Y estalló el dolor y se incrustó toda la metralla en mi corazón durante todo el mes que duró su permanencia en el hospital. Desde que se marchó, llevo presente el peso su ausencia física cada día; la siento en cada calle paseada juntas, cuando visito su casa, en cada habitación de la mía. Me la recuerdan cines, cafeterías, tiendas, iglesias. La traen conversaciones, personas, comidas, canciones…Vivo con su ausencia. Pero esa ausencia llega tan al fondo de mí ser, que se legar a convertir en presencia. Es difícil de expresar. Es una energía que me abre el corazón a la hermosura de haber disfrutado de ser hija, amiga, confidente, cómplice. Revivo cariño, besos, risas, viajes, fiestas, amor a manos llenas. Me escucho diciéndole palabras y frases gastadas de tanto usarlas: “eres la mejor madre, te quiero en siete dimensiones”, “he pedido la luna para regalártela”, “te doy años luz de gracias por nacerte y nacerme”. Esas tres frases eran sus favoritas. Y todo eso vivido, me ha dejado un “renta” de alegría, de esperanza, de gozo por seguir aquí, con ella tan dentro. Imposible seguir la tradición de vestirme de negro, aunque haya gente que todavía crítica eso de no llevar puesto “luto en la ropa”. Pero me dan completamente igual las críticas, cariño. No llevo negro ni en la ropa, ni el corazón, ni el alma. Porque en mi corazón y en mi alma, está ella, y eso los llena de color y luz”. (E.L.) .