martes, 29 de septiembre de 2009

domingo, 27 de septiembre de 2009

Canciones en mi memoria (2)

EL VALOR DE LAS PALABRAS.

“Noto a menudo la poca importancia que los hombres conceden a las palabras. Me explico. Un hombre simple (por simple no entiendo estúpido, sino sin particularidades) tiene una opinión, condena una institución o una idea trasmitida; sabiendo que la gran mayoría piensa lo contrario, se calla, convencido de que es inútil hablar pues eso no cambiaría nada. Es un gran error. Yo actúo de manera diferente. Por ejemplo, yo condeno la pena de muerte. A la primera ocasión lo proclamo, no porque crea que mis declaraciones van a llevar a los poderes a abolirla mañana, sino porque estoy convencido de que eso constituye un triunfo de mi opinión. Poco importa que nadie sea de mi opinión. Las cosas que yo he dicho no se perderán. Quizá serán repetidas y llegarán a los oídos de alguien que las escuchará y contará con ellas. Puede ser que uno de aquellos que hoy no están de acuerdo las recuerde más tarde, en otras circunstancias más favorables, y lo convenzan o al menos lo hagan vacilar. Así por otras cuestiones sociales que exigen la acción. Sé que soy tímido, incapaz de actuar, capaz solamente de hablar. Pero no creo que mis palabras sean inútiles. Otro actuará pero mis palabras, las palabras de un tímido, habrán facilitado la acción. Ellas despejan el terreno”.


Constantino Cavafis. (9-11-1902).

AMOR DE DIOS.

Algunos de nosotros creemos que Dios es todopoderoso y puede hacerlo todo, y que todo lo sabe y puede hacerlo todo. Pero nos echamos atrás, en cuanto a creer que Él es todo amor y que va a hacerlo todo. A mi parecer, nada estorba más a los que aman a Dios que el no llegar a comprender esto… Si caemos hemos de levantarnos con rapidez, pues la mayor pena que un alma puede sufrir es permitir que el pecado la aparte de Dios”.
(Juliana de Norwich)

martes, 22 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Canciones en mi memoria (1)

Este tipo
Amaury Pérez / 1988
CD: "Confesiones".
Este tipo está triste, anda perdido
le marcaron el ala, por atrevido.
Por juntar insistente las gaviotas
que escaparon al alma del vecino
por renegar del odio y la derrota.
Por asumir el riesgo en cada nota
y reflotar intacto y tempestivo
por soñar a destiempo y a deshora.
Este tipo está triste y llora.
Este tipo está solo, anda vencido
lo dejaron marcharse, sus enemigos.
Abandonó los ritos que le ataban
y equivocó la luz donde expandirse
le cercaron la fiebre y la desgana.
Ya le sobran motivos por sumarse
al vasto repertorio de infelices
que bloquearon al mundo y se derraman.
Este tipo está solo y calla.
Este tipo está loco, anda corrido
persiguiendo nevadas, cada domingo.
Se embriagó de misterios donde asirse
y reencontró los signos que buscaba
el freno y la razón ya no le asisten.
Padece una sorpresa incontenible
un código de asombros y señales
y una ausencia total de cicatrices.
Este tipo está loco y ríe.

jueves, 10 de septiembre de 2009

REGRESO DEL POETA.

Rescatar al poeta de las manos del tiempo,
Traerlo de regreso.
Sentarse frente a él tomándole las manos,
Y evocar, dulcemente,
resplandor y misterio,
dolor e incertidumbre.
Mostrarle que es posible
recuperar la historia,
La sílaba, el silencio
Ir cantando bajito aquella melodía
Que susurraba el viento.
Y contarle de Dios, de los amigos,
Del torrente de rostros que encandila,
De la ciudad que vuelve
a envolvernos el cuerpo
Con el polvo, la soledad, la noche.
Regreso del poeta.
Desamparado, terco,
vacío, consternado.
Otra vez disponible
a los embates del dolor
en las mañanas de diciembre.
Otra vez violado por la vida
Y otra vez ignorado por Dios,
abiertamente,
para que pueda dar a luz la poesía.

(2003).

miércoles, 9 de septiembre de 2009

MARÍA II

Las manos de María.

Entrelazadas y quietas en el silencio de la tarde,
Como dos pájaros que cantan en las ramas de un árbol,
Como el batir de alas de los ángeles.
Recogiendo siluetas, juntando ramilletes de dolor
Y transformándolos en risas y en milagros.
Enamorando a Dios y conquistándolo para nosotros.
Abiertas a la lluvia, al niño y a la aurora, consolando
Y sanando. Calentándonos el alma en el invierno,
Provocando en nosotros la gracia de ser hijos.
Nostalgia de absoluto, reflejo trinitario,
Ternura maternal, fidelidad y fuerza:
Las pequeñas y frágiles manos de María.

Manuel Enrique Valls, ocd.
16 de julio de 2003.

martes, 8 de septiembre de 2009

MARÍA.

Este poema lo escribí hace unos años en mi visita al santuario de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, Santiago de Cuba, siguiendo los pasos de Thomas Merton, quien también visitó el santuario en el año 1940.
En comunión con la Virgen y el monje.
Aquí, donde la patria se cobija
Bajo el manto tierno de la Madre,
Entre montañas y el sonido melodioso
De las hojas que el viento está meciendo.
Aquí, en el sitio entrañable de la patria,
La patria interior, cierta y verdadera,
Quiero escuchar los pasos del peregrino
Que vino, por las aguas, desde el norte,
Para ofrecer su voluntad de vida,
Y buscar el bien, el olvido, el amor y el silencio.
Aquí, vuelvo a leer las páginas que narran
Su viaje interior e inolvidable por la Isla,
Y confieso que me parece verle caminando
Subiendo la calle empinada y sudoroso,
Para pedirle a la Señora morena y pequeña
El sublime don de ser sacerdote de su hijo.
Aquí le encuentro y con él me arrodillo frente a ella.
Aquí le siento, en el templo cuyo suelo reluce.
Aquí le veo: hombre común, converso,
Y luego monje inquieto y sacerdote suplicante,
Escritor fecundo, profeta y tenaz contemplativo,
Amigo y maestro espiritual, hermano Louis.
Y aquí me invita el verso y la palabra en el silencio,
Me invita a dialogar con Dios eternamente,
Dejándome arropar por la mirada tierna de la Madre,
Para alcanzar el fruto dulce de la misericordia.
Aquí me invita a sostener humildemente mi pobreza
Moral, mi desamparo, mis dudas, mis temores,
Para abrazar la santidad, aun cuando sea imperfecta.
Y yo me siento aquí, a los pies de la Virgen,
En comunión con el monje que llegó del frío,
Y tengo paz y luz y me siento más fuerte,
Y me hallo más en comunión con Cristo.
Aquí, entre altas montañas, en el lugar más bello,
Donde la Madre escucha la melodía del viento,
Y el pueblo peregrina.
Y yo escribo, y yo rezo.
Manuel Enrique Valls, ocd.

8 de julio de 2003.

El Cobre.

sábado, 5 de septiembre de 2009

ESPERANZA II.

El final es la luz para todos
No importa que la mayoría camine a ciegas
Sin lazarillo y sin linterna.
El regalo es mayor que nosotros
Como una puesta de sol o un amanecer
Como una mariposa sobre una flor
Como dos que se aman
Así se hizo la luz.
De luz a luz caminan los humanos
Y es bueno decir que la vida es terrible
Llena de sorpresas
Terriblemente bella porque estamos
Como el Amigo Mayor que lo dio todo
Que perdonó
Que partió el pan
Que tuvo sed
Que prometió cuidar de nuestros sueños.
Aquí está toda la verdad:
El amor nos salva.
Descubrirlo me ayudó a nacer
Porque nos mira desde cada batalla
Con los brazos abiertos y sangrantes
Y una sonrisa tan libre como el cielo.

Manuel Enrique Valls. 1991

jueves, 3 de septiembre de 2009

ESPERANZA.

Celebraremos la esperanza
Saldré a buscar palabras nuevas
Que siembren la paciencia
Vayan dejando sueños a mi paso
Sanando miedos
Salvando corazones olvidados.
Celebraremos juntos la confianza
El salto que nos llena
El cambio que define las batallas
Y que nos da la paz
No la que calla y mata
Sino la que nos duele y nos da vida. Celebraremos el amor
Amigos míos
Cuando salgamos de una vez
Y para siempre
A defender la vida.
M.Valls, 1995.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

AMISTAD III

"ETERNIDAD"
Ante el Dios en quien los dos creemos
Yo quiero hacerte una promesa.
Una vieja promesa que conoces, una promesa nueva.
Voy a quererte siempre y esto supone mucho más
Que esta historia que ahora compartimos.
Este pedazo de suelo y de cielo,
Esta piel, estos deseos y estos huesos.
Siempre, supone en este caso, eternidad.
Supone haber querido que existieras
En el mismo pedacito de la mente de Dios
En que yo estaba,
Supone que el amor nos pensara a la vez
A los dos, indivisiblemente.
Eternidad quiere decir que nunca
Dejaremos de ser el uno para el otro,
Aun cuando la vida nos separe,
Nos nuble la memoria
Nos esconda y mutile la esperanza.
Eternidad quiere decir que lejos,
En esa inescrutable visión
De una humanidad desvanecida
Sigamos juntos, tu y yo y el aire,
En las brumas, en la atmósfera fría
Que conserve el planeta.
Eternidad supone un siempre
Que no conozca condiciones:
Con dudas, con distancias,
Con combates tal vez y hasta con golpes,
Pero siempre juntos, los dos,
Hasta perdernos en el tiempo.
Aquí, en este papel y en esta tarde,
Con este cuerpo y esta voz, todos efímeros,
Le estoy diciendo a Dios,
Al mismo Dios en que los dos creemos,
Que nos conserve siempre unidos.
También en ese cielo inmenso,
Poblado de ángeles y luces de colores,
Y que la eternidad sea para mí,
Bajo su Gracia, estar contigo siempre.
Poder llamarte siempre: AMIGO MÍO.
Manuel Enrique Valls.

martes, 1 de septiembre de 2009

AMISTAD II

Para alguien semejante.
Hallarte no fue ver el unicornio
Conocerte entre palabras y golpes de teléfono
Llenó de grietas todas las paredes de mi mundo.
¡Ah la inocencia de los que aman y sueñan!
Las calles conocieron de caminos lúdicos
Y toda la ciudad fue el cascarón del que nació esta historia.

Tenemos una edad para cada fracaso
Tú inventaste un nombre por disfraz
Un lugar donde ocultar el tiempo
Un final que sacaste no sé de qué novela.
Todavía guardo tu nostalgia
Nunca dijiste que estaba hecha para mí
Pero calmó la sed cuando faltó la lluvia
Y yo corrí a escribir aquel pésimo poema.

Ya vez lo pienso ahora y me divierto
Los finales a veces pueden ser el comienzo
Porque la vida es siempre un evento imprevisible.
Entre estas dos montañas solitarias
La vida tendió un puente
La moda de estos años no pudo con nosotros
Cartas escritas como estrellas fueron el antídoto
Ni los amores ni los fracasos ni la duda
La palabra amigo se fue multiplicando
Hasta encarnarse en su mágica unidad.

No conozco a nadie que calle como tú
Mi buen maestro de silencios
Nadie que mueva mi piel con sólo una palabra
Que haga estallar mi paz y me dibuje
Piel simple sueño proyecto como soy
Te pertenezco.
Ya no tenemos nada que esperar
La fe sostiene al loco que baila sobre la suerte
Saber que no hay vacío
Que una carta acecha la tristeza
Una sonrisa es el regalo de los miércoles.

Ya vez yo tampoco he encontrado las palabras
Tenemos que inventar signos que nos sirvan
Para contar vivencias y entendernos sin hablar.
Hoy entiendo esa música distinta que golpeaba mis venas
Melodía terrible incierta tierna y melancólica
Que buscaba salir y repetirse en el viento
En las olas en alguien semejante.

Ahora estás aquí no hace falta tu cuerpo
Tus cartas no hacen falta
No hace falta más que saber que somos uno
Que hay una fuente para beber en los desiertos
Una respuesta en este sinsentido que es la vida.
No somos ya dueños de esta historia.
La amistad es eterna bienvenida
Eterna luz que alumbra otros caminos.
Manuel Enrique Valls