"Vuelve, por favor, vuelve, quien quiera que seas, religioso, infiel, hereje o pagano. Aunque hayas hecho cien promesas y cien veces las hayas roto, esta puerta no es la puerta de la desesperanza y la frustración. Esta puerta está abierta para todos. Ven, ven, tal como seas". (Rumi)
miércoles, 15 de marzo de 2023
RELACIONES FUNDAMENTALES DE LA EXISTENCIA HUMANA
sábado, 11 de marzo de 2023
LA ESPERANZA NO DEFRAUDA
En el tercer domingo de Cuaresma (Ciclo A) nos topamos con un hermoso y significativo pasaje de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5, 1-2. 5-8). Seguramente los comentarios de este día estarán centrados en el precioso Evangelio de Jesús y la mujer samaritana, pero ya he comentado varias veces ese texto acá en el blog, por lo que esta vez invito a prestar atención al mensaje de la carta de Pablo:
"Ya que hemos sido justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado".
El texto habla de fe, esperanza y amor, concatenados en el misterio de la presencia de Dios en nosotros. Habla no tanto de lo que alcanzaremos (la gloria de Dios), sino de lo que ya somos y tenemos (en presente): fuimos hechos justos, alcanzamos paz, vivimos en gracia, y todo eso no por mérito nuestro. Fue Jesucristo quien nos lo alcanzó todo.
"Cuando nosotros todavía estabamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos... la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros" (Gratuidad, don inmerecido, pura gracia).
En nuestras devociones y rezos populares se habla con insistencia de pecado, de muerte, de infierno. Qué bueno sería que hablaramos más, en presente, de justificación, de perdon, de gracia, de vida, de gratuidad y de amor. Hay una conciencia fuerte de ser pecadores, pero no de estar perdonados; y ese es el sentido de vivir en cristiano. El cristiano es aquel que vive en alegría y en esperanza, porque se sabe amado y justificado, más allá de su natural fragilidad.
Escribe Henri Nouwen: "Quizá no logre tener una correcta disciplina, pero eso no cambia la realidad de que mi cuerpo es un templo donde reside el Espíritu creador, No cambia la realidad de que, como Jesús, soy el hijo amado de Dios. Esa es la verdad".
Y también: "Jesús afirma que es un camino estrecho, queriendo decirnos que ocasionalmente nos saldremos y que eso es asumible. Todo el curso de la vida espiritual supone un caer y levantarse, resbalar saliéndose de la verdad y volver a ella; partir y retornar. Por eso, tanto en nuestra marcha como en nuestro retorno, debemos tratar de recordar que somos bendecidos, amados, apreciados y esperados por Aquel cuyo amor no cambia".
Fray Manuel de Jesús, ocd.
lunes, 6 de marzo de 2023
SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA: MISERICORDIA Vs PECADO
En la primera semana de Cuaresma la liturgia nos recuerda nuestra vocación a la santidad; el impedimento que encuentra el ser humano para llegar a esa metra es lo que llamamos pecado. A lo largo de esta segunda semana la superación del pecado es un tema central en las lecturas de nuestras celebraciones eucarísticas. Para superar el pecado es condición indispensable reconocerse pecador, lo cual lleva consigo la confesión del pecado (Dan 9, 4-10). Dios llama constantemente a la conversión (Isaías 1, 10.16-20). Y sólo nos atrevemos a reconocer nuestros fallos y pedir perdón cuando esperamos que se nos va a conceder. La liturgia de esta semana, proclama justamente que Dios está lleno de misericordia para con el pecador (Lucas 15,1 y ss; Jeremías 17, 5-10).
El proceso por el que el hombre, ayudado por la gracia, supera el pecado en su vida y alcanza el perdón es lo que llamamos el camino pascual o la conversión. Esta no se realiza sino ante la palabra de Dios (Lucas 16, 19-31). Supone un proceso hondo y lento, con la confianza puesta en Dios y sin condiciones de recompensa (Mateo 20, 17-28). Como consecuencia del perdón recibido debemos fomentar la actitud de servicio (Mateo 20, 26-28) y la fraternidad (Mateo 23, 1-12).
Los salmos del formulario litúrgico ayudan a crear la tesitura espiritual conveniente; hablan del celo de Dios para con los suyos (Salmo49), pero también que perdona y olvida el pecado cuando volvemos a Él (salmo 78).
"Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia tmi nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu".
(Misal de la Comunidad)
viernes, 3 de marzo de 2023
ACEPTACIÓN DE LO QUE ES Y VOLUNTAD DE DIOS
miércoles, 1 de marzo de 2023
PRIMERA SEMANA DE CUARESMA: MIRAR A DIOS, ESCUCHAR SU PALABRA, ORAR
Desde el primer momento, la Iglesia presenta a sus miembros la meta de la conversión: llegar a ser santos, porque Dios es santo (Levítico 19, 1-2. 11-18; Deuteronomio 26, 16-19). Los evangelios insisten sobre este tema: "Sean perfectos como el Padre celestial es perfecto" (Mateo 5, 45-48). La norma de la vida cristiana es el mismo Dios. El estilo de vida del creyente está reflejado en el Sermón de la montaña (Mateo 5, 20-26). La revisión de vida que nos exige la Cuaresma es nada menos que confrontarnos con las Bienaventuranzas. Para que no nos engañemos en esta revisión, la Iglesia nos coloca ante el juicio de Dios: "Lo que hiciste con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hiciste" (Mt 25, 31-46; Mt 5, 20-26).
La santificación cristiana es obra de la palabra eficaz de Dios (Isaías 55, 10-11). Este tiempo, en que la comunidad emprende el camino de la restauración y la reconciliación, ha de ser necesariamente un tiempo dedicado a la escucha atenta de la palabra de Dios. Ante ella nos revisamos, y de ella recibimos la fuerza necesaria. Por eso la Iglesia no cesa de rogar: "Conviértenos a Tí... Ilumínanos con la luz de Tu palabra".
Si la santidad es un don de la palabra de Dios, el cristiano puede desearla, pedirla con intensidad y perseverancia. Así, una de las prácticas esenciales de la Cuaresma es la oración (Mt 6, 7-15; 7, 7-12). El clima espiritual de esta semana está perfectamente expresado en la oración del miércoles:
"Señor, mira complacido a tu pueblo que desea entregársete en una vida santa".
(Tomado de: Misal de la comunidad, tomo II)