jueves, 21 de diciembre de 2023

BENDECIR: DECIR BIEN (Raúl Arderí García, en Facebook)

Sobre la bendición de parejas llamadas "irregulares" y de parejas del mismo sexo:
Bendecir no es exclusivamente aprobar ni reconocer que un comportamiento está libre de errores e imperfecciones. De lo contrario ¿quién podría ser bendecido? También la Escritura conoce situaciones problemáticas donde desciende la bendición divina. Para muestra un botón búsquese la bendición de Isaac al mentiroso de su hijo Jacob en Génesis 27.
Bendecir significa también alabar el bien que existe, aunque limitado, y confiar en la misericordia de Dios para que este bien pueda crecer.
Bendecir es en último término estar en sintonía con la mirada de Dios sobre sus criaturas, mirada de bondad, mirada de compasión, mirada que no se arrepiente nunca de su creación ni deja de animarlas para que avancen, cada una por su propio sendero, hasta la comunión plena del Reino.
Bendecir es desear bien, y Dios no sabe hacer otra cosa.

ADVIENTO: CAMINO A BELÉN

 

En los últimos meses he escrito bastante poco en mis blogs; las razones son varias y no voy a detenerme ahora en ellas. En este en particular compartí algo sobre el primer domingo de Adviento, y luego nada más; la prisa con la que trascurre el tiempo no me permite caer siempre en la cuenta de ello. Y el Adviento va llegando a su final, porque este año es más corto que otros años, apenas 3 semanas, y luego ya la Navidad

 Adviento trae siempre 4 domingos, y dos momentos: el primero, enfocado a la última venida de Cristo, al final del tiempo; el segundo, prepara la celebración concreta de su venida en la historia, según narran los Evangelios. De Isaías a María, pasando por Juan Bautista, preparar un camino, disponerse, abrirse al que nunca deja de venir.

TRES PALABRAS IMPORTANTES para que Dios pueda encontrar un lugar donde nacer en nuestra vida; tres palabras con las que el ángel interpela a María; tres actitudes para preparar el camino al que viene: ALÉGRATE... NO TENGAS MIEDO... El SEÑOR ESTÁ CONTIGO... Descubre el gozo que viene de lo profundo del corazón y de la vida, echa fuera el miedo, y confía en su presencia sanadora y salvadora. 

"Dondequiera que el hombre se pone en movimiento e inicia la marcha del Adviento, tendrá como recompensa también el gran encuentro, porque esa es la manera como se realiza la liberación del hombre: Dios da la libertad a quienes hacen de su venida a este mundo una experiencia personal, en todo el consuelo y el apoyo que la experiencia comporta" (Alfred Delp).

"Dichosos también ustedes, porque han oído y creído; pues toda alma creyente concibe y engendra la Palabra de Dios y reconoce sus obras... Porque si corporalmente no hay más que una madre de Cristo, en cambio, por la fe, Cristo es el fruto de todos..".
(san Ambrosio)

jueves, 30 de noviembre de 2023

PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO: CAMINAR, PRÁCTICAR, ESTAR ALERTAS...

Caminar a la luz del Señor. Practicar gozosamente la justicia. Estar vigilantes. 

1. Adviento es tiempo de vigilia en espera de la venida de Dios a nuestra historia; por la conversión nos disponemos a acoger al Dios que nace entre nosotros. Estar en vela (actitud interior frente a la vida, a la historia y a Dios). La utopía de un mundo mejor.

2. Comenzamos la preparación a la venida del Señor, y Marcos nos llama a prestar atención a los signos de los tiempos, a la historia. Reconocer el Kairós de Dios, su momento para salir a nuestro encuentro. Ver más allá del consumismo, de lo banal, para promover la esperanza.

3. Estar vigilantes. La espera implica estar alertas. Parusía (Apocalipsis no significa catástrofe, sino revelación). Promover el amor y la justicia.

(Resumen de comentarios de Gustavo Gutiérrez)

miércoles, 22 de noviembre de 2023

LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL ANTES QUE LA MORAL

 

"A una espiritualidad mistagógica le interesa la experiencia de la vida que Dios nos ha obsequiado. Cuanto más moralicemos, tanto menos vitalidad tendremos dentro de nosotros... Por supuesto que no hay vida espiritual sin moral. Pero la moral es una consecuencia de la experiencia espiritual y no al revés

 Si proclamamos con autenticidad la vida que Cristo nos ha regalado en abundancia, Dios llegará a más corazones para que se conviertan y se renueven, y les entregará la esperanza de salvación y redención a más corazones que con mensajes moralizadores".

Anselm Grün

martes, 21 de noviembre de 2023

OTRA VEZ CRISTO REY

El último domingo del tiempo ordinario la Iglesia celebra la solemnidad de Jesucristo, rey del universo. Esta fiesta, más conocida como Cristo Rey, fue instaurada por Pío XI el 11 de marzo de 1925. Apareció en el contexto histórico y social de una Iglesia sola e inerme frente al auge republicano y anticlerical de los países europeos. No olvidemos que las monarquías eran tradicionalmente cristianas y que los eclesiásticos se declaraban monárquicos.

Es fiesta de un título de Cristo correspondiente a una ideología, hostil a la secularización del mundo moderno y nostálgica de la cristiandad medieval. Se revaloriza el título de Jesús como Rey de reyes, con la pretensión de que los Estados reconozcan pública y oficialmente a Jesucristo Rey, mediante consagraciones hechas por el primer mandatario de la nación. Ante los nuevos parlamentos, la Iglesia pretende defender sus derechos a través de partidos políticos cristianos y de centrales sindicales católicas. No se admitía la autonomía del mundo, se defendía el poder temporal de los papas y se exaltaba la autoridad de la Iglesia institucional hasta límites increíbles.

Como Jesús es Rey, se concluía que la Iglesia ha de ejercer la realeza con todas sus consecuencias relativas a derechos, privilegios e influencias. Otros pretendían espiritualizar la realeza de Jesús considerado Rey de las almas, sin conexión alguna con lo social y lo político. Jesús era mero guía espiritual.

Después del Concilio Ecuménico Vaticano II debemos situar la fiesta de Cristo Rey en un nuevo contexto social, dentro de las perspectivas litúrgicas del Viernes santo. El mundo posee su autonomía propia, no pertenece a la Iglesia. Sólo desde la fe podemos afirmar que Jesucristo es Señor del mundo y de los hombres.

También debemos revisar nuestra concepción cristiana de la Iglesia y, en concreto, las relaciones de esta con el Estado. La Iglesia ha de ser libre e independiente de todo poder civil. Su misión incide en las realidades temporales, aunque desde el ángulo de lo específicamente evangélico, ya que el ejercicio del profetismo es tarea esencial cristiana.

La realeza de Cristo no se visibiliza en la Iglesia por sus poderes o su resplandor, sino por la justicia, el servicio y la caridad.

lunes, 6 de noviembre de 2023

EUCARISTÍA: MISTERIO DE COMUNIÓN

"El punto de partida es el reino de Dios como banquete escatológico que se anticipa en las comidas de Jesús y en el convite eucarístico. Pero el reino es ya indisociable de la persona del Resucitado y de su cuerpo: de su humanidad nueva que tiende a recapitular en sí el universo. Así la eucaristía no sólo es la presencia de la carne y la sangre individual, terrena, de Jesús, sino también la del cuerpo del Resucitado que incluye al Señor como cabeza y a su cuerpo eclesial. Por lo que la eucaristía es sacramento de la comunión (o conjunción en un único cuerpo) entre Cristo y la Iglesia

Una comunión que es sacrificial: a través de la entrega sacrificial de Jesús —perennizada ya por su resurrección— y que genera la entrega sacrificial de la Iglesia (a la vez que la asume como cabeza en su propio sacrificio, ofreciéndola al Padre), es como acaece la transformación de la Iglesia y de sus dones (pan y vino) en cuerpo de Cristo

A esta transformación sacrificial llama la teología «transustanciación»: por ella se anticipa y realiza, en primicias, la recapitulación o transformación escatológica de la realidad en el cuerpo en plenitud de Cristo, en el reino de Dios. El sacrificio es, pues, transustanciador y la transustanciación es sacrificial: la presencia eucarística del sacrificio de Cristo es la que origina la transustanciación y no viceversa

En suma: comunión, sacrificio, transustanciación (y presencia) no son sino tres aspectos de un único misterio de cuya plenitud escatológica es signo sacramental en el tiempo el banquete eucarístico".

(Resumen que hace el autor del libro en el prólogo)
Manuel Gesteira Garza
La Eucaristía, misterio de comunión
Sígueme, 1999


domingo, 5 de noviembre de 2023

EUCARISTÍA: SÍMBOLO Y COMUNIDAD

 
Sigo compartiendo textos que ayudan a entender y vivir mejor la Eucaristía:

"En el cristianismo, toda reducción drástica del símbolo religioso (o del sacramento) al mero símbolo-cosa corre peligro de hacernos retornar a módulos propios del espíritu general de las religiones e implicaría un evidente retroceso frente a los avances logrados por la religiosidad judía al destacar la comunidad —la palabra y el gesto en cuanto vehículos de relación interhumana— como sacramento primordial y como nuevo símbolo de la presencia y la manifestación del Misterio. No es acertado, por tanto, el insistir exageradamente —en la teología sacramental— en la «materia», en los dones en sí mismos —el pan y el vino en el caso de la eucaristía—, aislados de todo un contexto humano; antes bien, los elementos materiales serán sacramentos cristianos en tanto en cuanto son asumidos por el gesto y la palabra de la comunidad, enmarcados en la esfera de unas relaciones interpersonales y situados en todo un proceso histórico. No es ya símbolo religioso para nosotros la mera cosa en sí, aislada, sino situada en el contexto de una comunidad y al servicio de la misma. Con razón afirmaba Tomás de Aquino que el sacramento no radica sólo en el agua o en el óleo, sino en la ablución o en la unción; es decir: no radica en las «cosas» pura y simplemente, sino en las cosas en cuanto asumidas y utilizadas por el hombre . Lo mismo cabe decir del pan y el vino en la eucaristía. 3 

(Conviene advertir que aquí la palabra «símbolo» ha de ser entendida como símbolo real que contiene la realidad simbolizada y no como mero «signo» intencional que remite a una realidad extrínseca, significada, pero no contenida).  

 Por esta razón, la palabra y el gesto son elementos esenciales del sacramento o del símbolo religioso cristiano, hasta el punto de que sin ellos el sacramento sería un mero signo mágico. Sólo la palabra y el gesto que asumen las cosas, humanizándolas, hacen posible que éstas se conviertan en sacramento

Todo esto no significa que excluyamos la realidad material como símbolo religioso y lugar de la presencia personal del misterio. Por supuesto, el símbolo sacramental comprende también las cosas de la naturaleza, la realidad cosmológica que nos envuelve, sin que pueda quedar reducido a la mera dimensión antropológica . Pero sí es preciso advertir que, en el cristianismo como antes ya en la religiosidad judía, este valor simbólico, sacramental, de las cosas materiales es indisociable de la inculturación o de la inserción de esas mismas cosas en la vida y en el dinamismo propio de un quehacer histórico y en el devenir de una comunidad en marcha hacia un futuro último

Desde esta perspectiva encierra un profundo sentido el hecho de que los símbolos-sacramentos cristianos estén constituidos por realidades artificiales y no simplemente naturales. Si exceptuamos el agua en el caso del bautismo (símbolo primordial, común a numerosas religiones), todos los demás elementos materiales que aparecen en los sacramentos cristianos —pan, vino, aceite— no son meros frutos de la naturaleza, sino elaboración de la técnica y el trabajo humanos; son productos manufacturados y de algún modo «transustanciados» por la mano del hombre que elabora y transfigura los dones de la naturaleza (la espiga y el racimo) humanizándolos y poniéndolos al servicio tanto del hombre concreto como de la humanidad en su devenir histórico. (Más claro es todavía lo que estamos diciendo en otros sacramentos, como en el de la penitencia o el matrimonio, donde la persona misma, su actitud de conversión o de reconciliación, o su donación personal al otro cónyuge forman parte esencial de la realidad sacramental, destacando así esa dimensión personalista y no meramente cosista del sacramento)".

Manuel Gesteira Garza
La Eucaristía, misterio de comunión
Sígueme, 1999

sábado, 21 de octubre de 2023

¿DIOS O EL CÉSAR? (Un comentario de Enrique Martínez Lozano)

"En aquel tiempo, se retiraron los fariseos y llegaron a un acuerdo para comprometer a Jesús con una pregunta. Le enviaron unos discípulos, con unos partidarios de Herodes, y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad; sin que te importe nadie, porque no te fijas en apariencias. Dinos, pues, qué opinas: ¿es lícito pagar impuesto al César o no?”. Comprendiendo su mala voluntad, les dijo Jesús: “¡Hipócritas!, ¿por qué me tentáis? Enseñadme la moneda del impuesto”. Le presentaron un denario. Él les preguntó: “¿De quién son esta cara y esta inscripción?”. Le respondieron: “Del César”. Entonces les replicó: “Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. (Mt 22, 15-21) 

Parece que Jesús era un maestro en desactivar preguntas capciosas…, y en poner en evidencia a quienes urdían trampas con la única finalidad de atraparlo en ellas. Eso ocurre en este caso. También cuando le preguntan sobre la resurrección, apelando a un planteamiento absurdo (Mc 12, 18-27); cuando le presentan a una mujer sorprendida en adulterio, exigiendo su condena (Jn 8, 1-11); o cuando le cuestionan la autoridad desde la que actúa (Mt 21, 23-27)… En el texto que leemos hoy, se trata de una cuestión particularmente sensible para un pueblo dominado por el Imperio romano y sometido a una gravosa presión impositiva

Jesús no solo desenmascara la incongruencia de quienes le tienden la trampa, sino que introduce una afirmación cargada de consecuencias, que trasciende por completo la “anécdota” del debate: “Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. 

En contra de lo que frecuentemente se ha interpretado, a partir de un literalismo engañoso, no se trata de establecer una separación dualista entre dos ámbitos supuestamente enfrentados. Tal lectura distorsiona la realidad y conduce, entre otras cosas, a un espiritualismo desencarnado. 

No es cuestión de realidades separadas, sino de niveles de profundidad. Quizás podría decirse de este modo: “Retirad al César lo que es de Dios”. Con esta expresión, se apuntaría en la dirección adecuada. Porque lo que hace la respuesta de Jesús es desactivar por completo cualquier absolutismo político, toda absolutización del poder

No se trata de reservar “lo espiritual” para Dios y dejar que de “lo material” se ocupe el César. Porque tal separación entre ambos ámbitos existe únicamente en nuestra cabeza. Se trata de reconocer que solo lo transpersonal es absoluto; lo personal (egoico), incluido el poder, es siempre relativo y su único sentido le viene de ser un servicio a las personas. 

Nadie ni nada puede arrogarse un poder absoluto. Solo Dios es Dios. La palabra de Jesús, por tanto, apunta nada menos que a un modo de vivirse; o, más exactamente, cuestiona acerca del desde dónde nos vivimos: ¿desde el nivel de lo relativo (el César) o desde el nivel profundo (Dios)? Lo espiritual no es lo opuesto a lo material. Porque no tiene que ver con el qué, sino con el desde dónde. No existen cosas que serían “espirituales” (rezar, sacrificarse, servir…), frente a otras que no lo serían (reír, jugar, divertirse, trabajar…). Todo es espiritual…, siempre que lo vivamos desde nuestra verdadera identidad, es decir, desde aquel “lugar” en el que nos reconocemos uno con todo lo que es. 

Por decirlo brevemente: si se entiende bien, podría decirse que no se trata de elegir –de un modo dualista– entre “Dios o el César”, sino de vivir todo lo del “César” desde “Dios”. 

¿Voy superando los dualismos?
 ¿Desde dónde me vivo?

viernes, 20 de octubre de 2023

ORAR ES ESPERAR EN SILENCIO SU RESPUESTA

"Si alguna preocupación tienes, si alguna cosa quieres decirle, dísela, pero después quédate en silencio.

El alma del salmo le dice: “te expongo mi causa y me quedo aguardando en silencio esperando tu respuesta”.
Lo primero que hace, es quedarse en silencio, esperando la respuesta.
Si algo necesitas, díselo, pero después haz esto: déjale todos tus cuidados, tus inquietudes, tus sobresaltos, tu agitación, también el parloteo de tu mente y las olas de tu sensibilidad, de tus emociones, déjalo, Él cuida de ti.

Es justo quedarse en silencio, no tanto para dar tiempo a Dios para que responda, sino para que nuestra escucha se vuelva más acogedora, receptiva.

La oración comienza de alguna manera así: dejándolo todo en el Señor, Él ya sabe lo que tú necesitas antes de que se lo digas, pero si lo necesitas díselo, después quédate también tú como el alma de este salmo, en silencio, esperando su respuesta.
Nuestro corazón, nuestro silencio, es a veces una larga espera, que es maduración, crecimiento.

Que no haya ninguna interferencia entre Él y tu corazón, que tu corazón silencioso sea pura acogida, sea pura receptividad.
Silencio como acto de fe en la respuesta que Dios puede dar a las necesidades y urgencias de nuestro corazón.

Orar es también esperar silenciosamente su respuesta. Dejad en Él vuestros cuidados pues Él se hace cargo de vosotros".


J. Fernández Moratiel
La alcoba del silencio

¿POR QUÉ TANTAS MISAS?

Puedes estar de acuerdo o no con la siguiente reflexión, pero sin lugar a dudas te moverá y te hará pensar: 

"¿Por qué tantas misas?
: "La misa se nos volvió 'gracia barata'": Hay un fenómeno muy común, ya normalizado, hecho costumbre, y es la cantidad de celebraciones eucarísticas en nuestras parroquias; estoy en Antioquia, Colombia, y cada uno de mis lectores podrá verificar si sucede también en su comunidad cristiana.

No hay muchas misas, la misa es una sola, es la vida entregada de Cristo, su amor hasta el extremo, su triunfo sobre el mal; esta misa sucede desde que el mundo es mundo y sucederá siempre y en todo lugar.
Ahora, cuando las celebraciones se multiplican sin escrúpulo y no parece que haya reparo si un presbítero celebra en serie, las estadísticas dicen que las iglesias se están vaciando y buena parte de las bancas se quedan sin ocupar: mientras más disminuyen los fieles más eucaristías se celebran.

Los estipendios se volvieron la principal entrada, la misa resultó “la gallina de los huevos de oro” para costear la Iglesia...se financia la Iglesia pero se la mata al mismo tiempo, la vida comunitaria se extingue y van quedando sólo individuos piadosos".

(Leído en: RELIGIÓN DIGITAL)

SI EL HOMBRE PUDIERA DECIR...

"Si el hombre pudiera decir lo que ama,
si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo
como una nube en la luz;
si como muros que se derrumban,
para saludar la verdad erguida en medio,
pudiera derrumbar su cuerpo,
dejando sólo la verdad de su amor,
la verdad de sí mismo,
que no se llama gloria, fortuna o ambición,
sino amor o deseo,
yo sería aquel que imaginaba;
aquel que con su lengua, sus ojos y sus manos
proclama ante los hombres la verdad ignorada,
la verdad de su amor verdadero.


Libertad no conozco sino la libertad de estar preso en alguien
cuyo nombre no puedo oír sin escalofrío;
alguien por quien me olvido de esta existencia mezquina
por quien el día y la noche son para mí lo que quiera,
y mi cuerpo y espíritu flotan en su cuerpo y espíritu
como leños perdidos que el mar anega o levanta
libremente, con la libertad del amor,
la única libertad que me exalta,
la única libertad por que muero.


Tú justificas mi existencia:
si no te conozco, no he vivido;
si muero sin conocerte, no muero, porque no he vivido".


Poema de Luis Cernuda
 'Si el hombre pudiera decir' [del libro 'Los placeres prohibidos' (1931), sección IV de 'La Realidad y el Deseo'].
© Herederos de Luis Cernuda.

sábado, 8 de julio de 2023

PREPARADOS PARA EL VINO NUEVO

"Los moldes parecen otorgar seguridad. De hecho, los humanos tendemos a aferrarnos a ellos, mientras nos ponemos alerta ante cualquier cambio de aquello que nos era habitual. Si esto es válido para todos los aspectos de la vida, en el campo religioso todavía se intensifica más. El motivo es simple: cuando se cree que un “molde” determinado ha sido revelado por el mismo Dios, se adopta ante él una especial reverencia y sumisión, que lo convierte en “sagrado”, otorgándole un carácter de definitividad

Esto explica que los cambios o innovaciones sean tan costosos en el mundo de la religión: ¿Cómo modificar aquello que, según su propia creencia, viene de Dios?; ¿no se trata de algo, por definición, inmodificable? Si a ello le añadimos la necesidad de seguridad de muchas de las personas que se acercan a lo religioso, el inmovilismo quedará asegurado. La novedad será vista como peligrosa y la discrepancia como herejía

La ironía, sin embargo, se hace patente en casos como el cristiano, en el que la institución religiosa se ve “forzada” a conservar los “moldes” recibidos, a la vez que sigue proclamando el mensaje de Jesús, que abogaba abiertamente por “odres nuevos”.

 A tenor de lo dicho, parece quedar claro que mientras la religión se aferra a los moldes hechos, la espiritualidad deshace paulatinamente todos ellos. De ahí que no es raro que, a mayor “religiosidad”, mayor bloqueo espiritual".

Enrique Martínez Lozano
Guía para volver a casa

miércoles, 28 de junio de 2023

BUSCANDO LA FELICIDAD

"En nuestra sociedad moderna, a menudo estamos inmersos en un constante estado de prisa y estrés. Nos presionamos para alcanzar metas y objetivos, nos preocupamos por el futuro y nos dejamos llevar por las expectativas de los demás. En medio de este torbellino, es fácil perder de vista lo que realmente nos hace felices.

Tomarse el tiempo para reflexionar y evaluar nuestras vidas es crucial para encontrar la tranquilidad y la felicidad verdaderas. Necesitamos preguntarnos a nosotros mismos: ¿Qué es lo que realmente valoro en la vida? ¿Qué me hace sentir en paz y pleno? Estas preguntas nos ayudan a descubrir nuestras prioridades y a centrarnos en lo que realmente importa.

La sociedad a menudo nos dicta un camino predefinido hacia la felicidad, pero la verdad es que cada persona tiene su propia definición de lo que significa ser feliz. Algunos encuentran la felicidad en el éxito profesional, otros en relaciones personales satisfactorias, mientras que otros la encuentran en la conexión con la naturaleza o el desarrollo personal. No hay una fórmula universal para la felicidad, y es importante reconocer y respetar nuestras propias necesidades y deseos.

Es importante recordar que el camino hacia la felicidad no siempre es lineal y puede requerir paciencia y perseverancia. No se trata solo de llegar a un destino, sino de disfrutar del viaje. A veces, necesitamos explorar diferentes caminos, experimentar con nuevas actividades y aprender de nuestros errores para descubrir lo que realmente nos hace felices".

Tomado de Facebook (barefoot.nomad)

martes, 27 de junio de 2023

EUCARISTÍA: DETALLES MENORES, PERO SIGNIFICATIVOS

 

La Eucaristia es el sacramento más importante, y participar en él cada domingo nos identifica como cristianos; sin embargo, cuantos hay que se dicen a sí mismos "católicos" y no van regularmente a celebrar su fe el domingo con la comunidad. 

La misa empieza con el templo medio vacío, y luego se va llenando poco a poco, mientras transcurre la celebración; es una vez a la semana, y sin embargo no nos esforzamos por llegar a tiempo, y salimos luego de prisa sin saludar a nadie.

Cuando faltamos un domingo a la eucaristía, el domingo siguiente queremos confesarnos antes de comulgar, pero no venimos antes para hacerlo, sino que estamos en la fila de la confesión o hablando largamente con el sacerdote mientras transcurre la misa. Y volvemos a estar ausentes de la celebración. Nos parece importante confesarnos para comulgar, pero al parecer no es tan importante escuchar la Palabra o la homilía, o incluso entramos al confesonario cuando empieza el momento de la consagración.

En el momento de la consagración, muchos que están presentes no están atentos al altar; lamentablemente permanecen entretenidos, mirando a otro lado, como si lo que sucede en frente de ellos no sea importante ni significativo. 

A veces la persona que se acerca a comulgar lo hace con poca o ninguna unción; la forma consagrada se recibe con la mano abierta o en la boca, pero no estira uno la mano para agarrarla. A veces la forma consagrada cae al suelo porque no hay el suficiente cuidado para recibirla. 

¿Sabe la persona que comulga lo que está haciendo y lo que esto significa, cuando luego de recibir a Cristo en la comunión va y se arrodilla delante del sagrario a rezar?

Algunas personas llegan al final de la celebración, y van a pedirle al sacerdote o a un ministro que les de la comunión, como si recibirla fuera algo independiente, sin nada que ver con lo que se ha celebrado. 

Fray Manuel de Jesús, ocd

jueves, 22 de junio de 2023

EUCARISTÍA: EL TODO ES MÁS QUE LA PARTE

En una página web que recibo vía e-mail, por razones que no voy a explicar ahora, leo el siguiente relato, relacionado con la eucaristía, un tema sobre el que reflexiono con frecuencia, como puede constatarse en este mismo blog:

"Ocurrió hace 15 años, un jueves Eucarístico. El tiempo ha pasado, pero el recuerdo sigue vivo en mi interior. Es el momento de la santa comunión. Los fieles se ponen en fila. Soy el quinto y estoy cerca del sacerdote.

Rezo. Agradezco.

«¿Cómo un Dios se rebaja a esto?» Me pregunto. El sacerdote le mueve a su voluntad y nosotros lo recibimos. Es algo demasiado grande para comprenderlo.

«Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed.» (Juan 6, 35)

Incapaz de comprender la grandeza del momento que se avecina, le doy gracias por permitirme a mí, un pecador, tocarlo, estar con Él, comer el pan de la vida.

Avanzo lentamente. Escucho al sacerdote decir:

“El cuerpo de Cristo”.

Y yo pienso:

“Qué maravilla Señor… Eres tú, verdaderamente”.

Una hostia resbala de la mano del sacerdote. Ocurre súbitamente. La veo caer en cámara lenta y me duele hondo el alma.

¡Es Jesús!

No lo pensé siquiera, me lancé para atraparla, que no tocara el piso, que nadie sin querer la mancillara.

No llegué a tiempo. Me arrodillé frente a Jesús que yacía en suelo. Le pedí perdón e imploré su amor.

¡Mi dulce y buen Jesús!

La recogí con gran devoción y la deposité nuevamente en las manos del sacerdote quien sonrió amablemente y me dijo en voz baja: “Gracias”.

Volví a mi puesto en la fila y esperé mi turno para comulgar.

A partir de ese día empecé a fijarme cuando en alguna parroquia usan la bandeja de comunión. Me intrigaba saber si caen partículas de hostia consagrada. Efectivamente. He visto algunas bandejas llenas de partículas de todos los tamaños. Allí está Jesús.

Es casi inevitable… si no se usa la bandeja de comunión o la patena, para prevenirlo, Jesús caerá al suelo".
 
Seguramente a muchos les dará devoción este relato y encenderá su piedad, pero en realidad este modo de entender la Presencia de Jesús en la Eucaristía no expresa plenamente la fe de la Iglesia. El papa Francisco suele usar una frase que viene ahora a mi mente: El todo es más que la parte. Jesús está presente en la Eucaristía, es decir, cuando nos reunimos en su nombre, convocados por él, para compartir su palabra y su mesa. La comunidad de fe es el lugar donde está presente Jesús en primer lugar (Es el "Cuerpo de Cristo"). No es el sacerdote el que hace la eucaristía: la preside, pero también el sacerdote es convocado por Jesús y forma parte de su comunidad, en la que Jesús está presente, y dentro de la cual ejerce su ministerio 

Las formas consagradas en la misa, pan y vino, son el signo sacramental de esa presencia; son la parte que refiere al todo.Jesús no está encerrado en la Hostia, ni el sacerdote "lo mueve a su voluntad", ni se rebaja Jesús para dejarse comer por nosotros. Al contrario, comulgar expresa nuestra "comunión" con Jesús, nuestro ser parte de él, en su Iglesia, formada por pecadores amados y perdonados.
 
La Iglesia es sabia y es sobria, y el mismo autor de este relato lo reconoce así en otro artículo que escribe sobre el mismo tema: cuando una forma consagrada cae al suelo, en el momento de dar la comunión "el sacerdote se inclina, la toma con devoción y la consume. Luego sigue distribuyendo la Sagrada Comunión"Es lo que debe hacerse, y no formar aspavientos exagerados, como he visto hacer alguna vez, hasta pasar la lengua por el sitio donde la forma consagrada estuvo en el suelo, o correr a pasar un paño húmedo, evitando que nadie vaya a pasar por el lugar. Eso es tomar la parte por el todo

Veo con tristeza que, mientras crece este tipo de piedad, acompañada por una atención cada vez mayor a la adoración a Cristo en las formas sacramentales conservadas en el sagrario, la Misa o Eucaristía dominical sigue siendo una mera rutina de cumplimiento para muchos católicos. Y aun peor, mientras nuestra piedad eucarística crece de esa manera, nuestra ceguera ante Jesús en el prójimo, en el pobre, en el extraño, es cada vez mayor. Todas esas exageraciones piadosas resultan por ello más difíciles de entender.

Hablar de "mancillar a Jesús"...de "pedirle perdón" por algo que humanamente puede suceder, y sucede, es a mi parecer una exgeración, pero además no refleja el verdadero sentido del "estar en comunión" y saber Presente a Cristo en ese espacio comunitario. No es necesario estar vigilando al sacerdote cuando da la comunión, por si puede caer una partícula del pan consagrado al suelo; es más importante estar atentos a los muchos cristos que a nuestro alrededor, sufren y padecen, caen y son pisoteados. 

Jesús está en su Iglesia, y cada comunidad que celebra es la Iglesia toda, el Cuerpo de Cristo. Ahí está presente, y en su Palabra, y en la Mesa del banquete pascual, donde se nos recuerda una y otra vez que somos hijas e hijos amados de Dios, en los que Dios se complace. El Pan y el Vino, convertidos para nosotros en Cuerpo y Sangre de Cristo, son el signo sacramental de esa Presencia viva, y como hizo Jesús por nosotros, se parten, comparten y se comen, para transformarnos a nosotros también en comunión, hostia, pan, para ser comidos en el servicio del Reino. 

No comparto esta reflexión para incomodar o molestar a nadie, pero me provoca como cristiano, cada vez que el Misterio hermoso de la Eucaristía no se entiende y vive en toda su plenitud. Repito: El todo es más que la parte. Sacramento es la celebración toda, y dentro de ella están los signos sacramentales. Jesús está realmente Presente en esos signos, también en la Palabra que se proclama, porque está presente en la comunidad de fe reunida en su nombre. A Jesús no podemos encerrarlo ni limitarlo a ningún lugar. Jesús está vivo, en medio de la Vida, y nos sigue salvando y redimiendo. Más que piedad, necesitamos espiritualidad.

Fray Manuel de Jesús, ocd.

viernes, 19 de mayo de 2023

SER LUZ PARA LOS DEMÁS

Una reflexión de José Luis Martín Descalzo

"Con la muerte del poeta cubano Nicolás Guillén ha venido a mi memoria una copia suya que siempre me pareció un programa de vida formidable que ya me gustaría a mí haber realizado en mis años: 

Ardió el sol en mis manos, 
que es mucho decir; 
ardió el sol en mis manos 
y lo repartí, 
que es mucho decir

Efectivamente, es mucho poder decir de un ser humano que ha logrado esa doble maravilla: que el sol arda en sus manos y que haya sabido repartirlo. No sé cuál de las dos hazañas es más prodigiosa.

 Naturalmente, cuando hablamos de que a alguien le arde el sol en las manos lo que estamos diciendo es que tiene la vida llena, radiante, que sus años han sido luminosos como antorchas, que tuvo una gran ilusión que dio sentido a sus horas, que estuvo vivo, en suma. Una gran hazaña, como digo. Porque, desgraciadamente los más de los humanos pasan por la tierra apagados, sin tener nada que dar ni que decir, con sus almas como candiles sin luz. Sólo los santos, los genios, los grandes amantes, tienen el sol en las manos. Son personas que, cuando pasan a nuestro lado, dejan un rastro en nuestro recuerdo, en nuestras vidas. Porque tienen luz, porque sus almas están llenas y despiertas.

 ¿Y por qué ellos tiene luz y la mayoría no? No, desde luego, por instinto ni por nacimiento. Sólo tiene luz el que ha ido recogiéndola, cultivándola. La luz, la belleza, están en el mundo, pero hay que ir sabiendo recogerla. Y hay que empezar por tener las manos abiertas y no como los egoístas, cerradas, empuñadas. Todo el que tiene la luz en sus manos la tiene por su mérito y esfuerzo. Y, naturalmente, no se conquista en un solo día: se van acumulando trozos de luz, pedacitos de amor. 

El alma sólo brilla después de muchos años de esfuerzo de recogida. ¡Pero qué milagro morirse con el alma encendida! «Es mucho decir», como canta el poeta. 

Pero el milagro dos es saber repartir esa luz. La luz es algo que, por su propia naturaleza, es para compartir y repartir. No se da a los hombres para meterla bajo el celemín, sino para ponerla sobre el candelero y que alumbre a todos los de la casa y del mundo. A nadie se le da el alma para sí solo. Aunque haya muchísimas personas que se mueren sin haber llegado a descubrir esta enorme verdad. Éstos son los genios malogrados, doblemente más tristes que los que tienen almas apagadas. Porque, ¿hay algo más absurdo que tener una vida llena y creerse que se tiene para chupetearla privadamente como un helado? Los que son pobres (pobres de alma) y egoístas, son más pobres que malos. Los ricos (ricos de alma) y egoístas, ésos son la misma esterilidad. 

Hay que repetir esto hasta que se entienda: la fraternidad, el amor, la entrega, no son cosas añadidas para que un hombre sea santo o perfecto. Son la sustancia del hombre. El hombre como individuo solitario no es hombre del todo. El hombre es hombre cuando vive en comunidad y para la comunidad. Cuando sirve a alguien. Cuando ama a alguien. Entonces es cuando nace como ser humano. 

Goethe lo explicó con una frase definitiva: «Sólo entre todos los hombres llega a ser vivido lo humano». Es decir: ninguno de nosotros agota por sí solo la condición humana, juntos, sí. Abiertos, sí. La luz del alma sólo es luz cuando es repartida, compartida. 

Tillich, el teólogo, también lo explicó muy bien: «En el mundo sólo existimos en virtud de la comunidad de hombres. Y sólo podemos descubrir nuestra alma mediante el espejo de quienes nos observen. No existe ninguna profundidad en la vida sin la profundidad del bien común». 

Los genios son genios no por lo que producen, sino por lo que proyectan, por lo que reparten. Un genio no es un hombre que tiene el alma muy grande, sino un hombre de cuya alma podemos alimentarnos. En los santos la cosa es aún más clara: son santos porque no se reservaron para sí, sino que se entregaron a todos cuantos les rodeaban. 

Por eso, qué bien si, como dice el poeta, pudieran decir de nosotros que teníamos el sol en nuestras manos y que nos dedicamos a repartirlo a rebanadas. 

Entonces habríamos estado verdaderamente vivos".

(Tomado de "Razones para vivir")

jueves, 11 de mayo de 2023

NOTAS DE UNAS LECTURAS SOBRE MARÍA

 Lecturas teológicas: “María ayer, hoy, mañana” de Schillebeeckx y C. Halkes (Sígueme 2000). 

Ideas interesantes: “Nosotros sólo somos redimidos por Dios en Cristo Jesús. Frente a las tendencias mariológicas que predominaban en ese tiempo y daban a María un lugar en la así llamada “redención objetiva”, hice hincapié en que no hay que poner a María a la par de Jesucristo, sino del lado de la comunidad de fe que recibe la redención”/”Las devociones particulares a María por válidas que sean, siguen siendo un asunto de elección para la totalidad de los cristianos”/”La encíclica mariana del papa Juan Pablo II, Redemtoris Mater (a pesar de sus muchas referencias a la carta sobre la Virgen de Pablo VI, Marialis cultus, sigue una dirección muy diferente y se inclina más hacia los puntos de vista de la minoría en el concilio Vaticano II”/ “La fuente de muchas creencias marianas entre los cristianos proviene del así llamado protoevangelio de Santiago y de otras obras apócrifas. Esta es, ciertamente, una literatura devota, intimista, de inspiración cristiana, pero llena de fantasía popular piadosa, con claros vestigios de las desviaciones docéticas y gnósticas del evangelio”/ “Criticando las exageraciones mariológicas de Boff y algunos de los detalles de mi primer libro sobre María, quisiera decir ahora que no es María, sino el Espíritu Santo, la fuente de toda vida, incluyendo la de la Iglesia” / “Los títulos mariológicos honoríficos son una transferencia de segundo grado. Son transferidos del Espíritu Santo a la Iglesia, y de esta transferencia eclesiológica transferidos de nuevo específicamente a María, la madre de Jesús, el miembro primero y más eminente de la comunidad de fe de la Iglesia. Toda la mariología de la Iglesia deber ser reactualizada partiendo de la idea fundamental de que el Espíritu Santo es la “madre de la Iglesia” / “Una mariología centrada en Jesús”/ “En lo referente a la misma persona de María, se puede ir más allá de los límites prescritos y oscurecer la fe cristiana exagerando las cosas, proyectando todas las frustraciones  y los deseos humanos en la madre María convirtiéndola, por encima de Jesús, en la solución de todos los problemas”/ “El Magníficat del evangelio de Lucas es sin duda alguna la primera manifestación de devoción a María en la Iglesia primitiva”/ “En el término “madre de todos los creyentes” tenemos el título verdaderamente principal y original de María, un título que, ofreciendo una apertura y estableciendo a la vez unos límites, viene a ser el fundamento para una auténtica devoción mariana y, además, para elaborar una mariología que siga los criterios bíblicos”/ “La verdadera devoción a María es parte de la esencia del cristianismo, dentro del cual sólo Jesucristo, absorto en el Dios de todos los seres humanos, revelándose a sí mismo como el camino de todos los seres humanos a Dios, puede ser llamado el centro y foco. María, la madre de Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios o Señor, refleja en su dedicación como creyente, algo del esplendor de su hijo Jesucristo. Junto con Abrahán, María, como madre creyente de Jesús, confesado por los cristianos como Cristo, Hijo de Dios, nuestro Señor, es la madre de todos los creyentes” (Schillebeeckx).

Tres ideas (Phie Peeters): “Los santos de los iconos nos miran a nosotros, más que nosotros mirarlos a ellos” / “Entrega, disponibilidad, no esclavitud, sino una gozosa aceptación de lo que iba a suceder, de lo que Dios quisiera de ella” /Toda madre debe dejar que su hijo se vaya y siga su propio camino” / “María: pequeña a los ojos humanos y grande a los ojos de Dios”.

“María es la primera en vivir en la plenitud de los tiempos que tan ardientemente ansiaban los profetas”/ “Alabar a María es siempre esencialmente alabar la fuerza creadora del amor de Dios y del Espíritu de Dios” / “En principio hay una igualdad entre María y todos nosotros; ella está de nuestro lado” / “Lo santo que nace de María la santifica a ella” / “En el Antiguo Testamento creer no significa tener fe en algo que ha terminado sino en algo que está aconteciendo… creer significa hacerse disponible” / “María reclama ser liberada de la imagen que los hombres han formado de ella y de las adiciones que una jerarquía sacerdotal masculina le han atribuido. Además, es necesario liberar a la mujer de las predominantes imágenes de María que todavía la limitan” / “La tarea de los teólogos no es ni canonizar ni rechazar los símbolos religiosos del pueblo, sino reinterpretarlos continuamente a la luz del evangelio” (C. Halkes).

NO TE MUERAS CON TUS MUERTOS

"¿Sabías que, cuando lloras a tus muertos, lloras por tí y no por ellos? Lloras porque “los perdiste”, porque no LOS TIENES a tu lado. Piensas que todo concluye con la muerte.Y crees que ellos ya NO están.

Entonces si tus muertos ya no están, ¿ dónde están ? Sí se han ido, o ahora están en otro lugar, ¿ ese lugar es mejor que este? Sí, definitivamente ese lugar es mejor que este; entonces ¿Por qué sufres por su partida ?

Cuando hayas terminado de aceptar que ellos ya “NO están aquí”, pero aún están en otro lugar incluso mejor que este, pues allí donde están ya no están enfermos, ni sufriendo. Entonces dejarás de llorarlos y los recuperarás en el recuerdo para que te sigan acompañando con la alegría de todo lo vivido.

Si realmente los amabas VUELVE a amarlos y esta vez con mayor fuerza, con mayor pureza, con mayor entrega. Hoy, ya no habrán reproches de ningún tipo. Sólo el AMOR, será la esencia entre ustedes, entre nosotros, entre ellos.

Respeto tu dolor, y tu manera de expresarlo. Se que lloras y llorarás sin consuelo. Pero ..Hoy te digo: No te mueras con tus muertos. Recuerda que sólo estamos viendo una cara de la moneda (muerte). No estamos viendo el otro lado; No estamos viendo el lugar maravilloso de luz en donde se encuentran.

¿Qué tal si empezamos a ver la “muerte” como un Segundo Nacimiento?
Segundo Nacimiento por el que TODOS pasaremos.

No te mueras con tus muertos, hazles honor viviendo tu vida como ellos hubieran querido que lo hicieras., déjalos trascender. 
Y tú... sigue viviendo".

(Tomado de Facebook).

sábado, 15 de abril de 2023

DONDE COMIENZA LA CIVILIZACIÓN...

Lo vi en Facebook y me gustó
:

Hace años, un estudiante le preguntó a la antropóloga Margaret Mead cuál consideraba ella que era el primer signo de civilización en una cultura. El estudiante esperaba que Mead hablara de anzuelos, ollas de barro o piedras de moler.

Pero no. Mead dijo que el primer signo de civilización en una cultura antigua era un fémur que se había roto y luego sanado. Mead explicó que en el reino animal, si te rompes una pierna, mueres. No puedes huir del peligro, ir al río a beber o buscar comida. Eres carne de bestias que merodean. Ningún animal sobrevive a una pierna rota el tiempo suficiente para que el hueso sane.

Un fémur roto que se ha curado es evidencia de que alguien se ha tomado el tiempo para quedarse con el que se cayó, ha vendado la herida, le ha llevado a un lugar seguro y le ha ayudado a recuperarse. Mead dijo que ayudar a alguien más en las dificultades es el punto donde comienza la civilización.

 Ira Byock

miércoles, 15 de marzo de 2023

RELACIONES FUNDAMENTALES DE LA EXISTENCIA HUMANA

"Los relatos de la creación en el libro del Génesis contienen, en su lenguaje simbólico y narrativo, profundas enseñanzas sobre la existencia humana y su realidad histórica. Estas narraciones sugieren que la existencia humana se basa en tres relaciones fundamentales estrechamente conectadas: la relación con Dios, con el prójimo y con la tierra. Según la Biblia, las tres relaciones vitales se han roto, no sólo externamente, sino también dentro de nosotros. Esta ruptura es el pecado. La armonía entre el Creador, la humanidad y todo lo creado fue destruida por haber pretendido ocupar el lugar de Dios, negándonos a reconocernos como criaturas limitadas. Este hecho desnaturalizó también el mandato de «dominar» la tierra (cf. Gn 1,28) y de «labrarla y cuidarla » (cf. Gn 2,15). Como resultado, la relación originariamente armoniosa entre el ser humano y la naturaleza se transformó en un conflicto (cf. Gn 3,17-19). Por eso es significativo que la armonía que vivía san Francisco de Asís con todas las criaturas haya sido interpretada como una sanación de aquella ruptura. Decía san Buenaventura que, por la reconciliación universal con todas las criaturas, de algún modo Francisco retornaba al estado de inocencia primitiva. Lejos de ese modelo, hoy el pecado se manifiesta con  toda su fuerza de destrucción en las guerras, las diversas formas de violencia y maltrato, el abandono de los más frágiles, los ataques a la naturaleza".

Francisco, LAUDATO SI, # 66

sábado, 11 de marzo de 2023

LA ESPERANZA NO DEFRAUDA

 

En el tercer domingo de Cuaresma (Ciclo A) nos topamos con un hermoso y significativo pasaje de la Carta del apóstol san Pablo a los Romanos (5, 1-2. 5-8). Seguramente los comentarios de este día estarán centrados en el precioso Evangelio de Jesús y la mujer samaritana, pero ya he comentado varias veces ese texto acá en el blog, por lo que esta vez invito a prestar atención al mensaje de la carta de Pablo: 

"Ya que hemos sido justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo. Por él hemos obtenido con la fe el acceso a esta gracia en que estamos: y nos gloriamos, apoyados en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios. Y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado".

El texto habla de fe, esperanza y amor, concatenados en el misterio de la presencia de Dios en nosotros. Habla no tanto de lo que alcanzaremos (la gloria de Dios), sino de lo que ya somos y tenemos (en presente): fuimos hechos justos, alcanzamos paz, vivimos en gracia, y todo eso no por mérito nuestro. Fue Jesucristo quien nos lo alcanzó todo

"Cuando nosotros todavía estabamos sin fuerzas, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos... la prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros" (Gratuidad, don inmerecido, pura gracia).

En nuestras devociones y rezos populares se habla con insistencia de pecado, de muerte, de infierno. Qué bueno sería que hablaramos más, en presente, de justificación, de perdon, de gracia, de vida, de gratuidad y de amor. Hay una conciencia fuerte de ser pecadores, pero no de estar perdonados; y ese es el sentido de vivir en cristiano. El cristiano es aquel que vive en alegría y en esperanza, porque se sabe amado y justificado, más allá de su natural fragilidad

Escribe Henri Nouwen: "Quizá no logre tener una correcta disciplina, pero eso no cambia la realidad de que mi cuerpo es un templo donde reside el Espíritu creador, No cambia la realidad de que, como Jesús, soy el hijo amado de Dios. Esa es la verdad".

Y también: "Jesús afirma que es un camino estrecho, queriendo decirnos que ocasionalmente nos saldremos y que eso es asumible. Todo el curso de la vida espiritual supone un caer y levantarse, resbalar saliéndose de la verdad y volver a ella; partir y retornar. Por eso, tanto en nuestra marcha como en nuestro retorno, debemos tratar de recordar que somos bendecidos, amados, apreciados y esperados por Aquel cuyo amor no cambia".

Fray Manuel de Jesús, ocd.




lunes, 6 de marzo de 2023

SEGUNDA SEMANA DE CUARESMA: MISERICORDIA Vs PECADO

 

En la primera semana de Cuaresma la liturgia nos recuerda nuestra vocación a la santidad; el impedimento que encuentra el ser humano para llegar a esa metra es lo que llamamos pecado. A lo largo de esta segunda semana la superación del pecado es un tema central en las lecturas de nuestras celebraciones eucarísticas. Para superar el pecado es condición indispensable reconocerse pecador, lo cual lleva consigo la confesión del pecado (Dan 9, 4-10). Dios llama constantemente a la conversión (Isaías 1, 10.16-20). Y sólo nos atrevemos a reconocer nuestros fallos y pedir perdón cuando esperamos que se nos va a conceder. La liturgia de esta semana, proclama justamente que Dios está lleno de misericordia para con el pecador (Lucas 15,1 y ss; Jeremías 17, 5-10). 

 El proceso por el que el hombre, ayudado por la gracia, supera el pecado en su vida y alcanza el perdón es lo que llamamos el camino pascual o la conversión. Esta no se realiza sino ante la palabra de Dios (Lucas 16, 19-31). Supone un proceso hondo y lento, con la confianza puesta en Dios y sin condiciones de recompensa (Mateo 20, 17-28). Como consecuencia del perdón recibido debemos fomentar la actitud de servicio (Mateo 20, 26-28) y la fraternidad (Mateo 23, 1-12).

Los salmos del formulario litúrgico ayudan a crear la tesitura espiritual conveniente; hablan del celo de Dios para con los suyos (Salmo49), pero también que perdona y olvida el pecado cuando volvemos a Él (salmo 78). 

"Señor, tú que amas la inocencia y la devuelves a quien la ha perdido, atrae hacia tmi nuestros corazones y abrásalos en el fuego de tu Espíritu".

(Misal de la Comunidad)