lunes, 27 de febrero de 2023

PRESENCIA ESCONDIDA EN LO HUMANO

Dios es una Presencia
(En Él vivimos, nos movemos y existimos); una Presencia amorosa (que está más allá de la visión mítica de aquel que premia o castiga, según nuestro comportamiento). Pero, es también una Presencia invisible, escondida. San Juan de la Cruz utiliza esta imagen del Dios escondido en “Cántico”, y dice que hemos de escondernos con Él para encontrarle. 

¿Dónde se esconde Dios entonces? Desde la Encarnación, y según nuestra fe, Dios se esconde en lo humano, que es decir también en lo pequeño, en lo cotidiano, en lo sencillo. Nuestra tendencia habitual es buscar a Dios en lo extraordinario, en lo sobrenatural, en fin, saliendo de, o superando lo humano; pero hoy el texto bíblico nos recuerda que el culto a Dios, o el encuentro con Cristo, tienen lugar en el encuentro con el prójimo. 

Los pasajes del Evangelio, leídos el pasado miércoles, ayer domingo y hoy, son una invitación a revisar nuestra mirada y modo de buscar a Dios; a descubrir su Presencia escondida en su Palabra (expresada en lenguaje humano), en los sacramentos, en el prójimo y en esta humanidad rota y sufriente de la que somos parte también. Y a expresarle y manifestarle también de esa manera sencilla, discreta, humana, con la que Jesús se manifestó al mundo.

Fray Manuel de Jesús, ocd.

sábado, 25 de febrero de 2023

LA MEJOR PREPARACIÓN PARA VIVIR LA CUARESMA

Al inicio de la Cuaresma
, como en cualquier momento del año litúrgico, la actitud fundamental del discípulo es la confianza. Propongo tres verdades espirituales importantes para meditar y acompañar nuestro camino hacia la Pascua:

1. Podemos contar siempre con Dios y con su amor. Si el amor de madre es para nosotros lo máximo, dice la Escritura, Dios ama más que una madre.

2. Dios es el único que puede juzgar, porque su juicio brota de un conocimiento de la realidad que tiene su fundamento en el amor. El amor lo hace todo diferente, el amor hace buena la cosa amada. Por eso no hay que juzgar antes de tiempo.

3. No debemos agobiarnos, ni vivir cargados de culpas por nuestro pasado, o de inquietud por el futuro. Lo único real, Dios mismo, está aquí y ahora, en el presente. A cada día le basta con lo suyo.

Con esta confianza hemos de vivir la Cuaresma que comenzamos, adentrándonos en la senda del amor con renovada alegría. En este camino litúrgico, camino de comunidad, Dios se hace presente, así como en nuestros buenos propósitos para este tiempo, y Dios siempre es salvación para nosotros.

Fray Manuel de Jesús, ocd

domingo, 5 de febrero de 2023

SAL Y LUZ PARA EL MUNDO (Domingo 5-A)

Hoy, quinto domingo del tiempo ordinario en la liturgia, seguimos leyendo el Evangelio de Mateo, y pasajes del llamado Sermón de la montaña. En el texto para hoy, Jesús nos invita a ser "sal de la Tierra y luz del mundo", dos hermosas imágenes de lo que ha de ser el cristiano y la iglesia toda en el mundo actual. Estamos llamados a dar sabor e iluminar, reconociendo lo hermoso de la vida en la que Dios se nos manifiesta, y trabajando por la justicia y la paz. 
(La sal se diluye y la vela se gasta; así también dar sabor e iluminar no puede hacerse sin entregarse todo, sin dar la vida al servicio del Evangelio)

En el domingo anterior yo hablaba de cómo el tomar conciencia de la gratuidad del amor de Dios nos conduce luego a la aceptación de nuestros límites y a la compasión por los demás. En este domingo la lectura del  profeta (Isaías 58, 7-10) va por esa misma línea, asegurando la cercanía y escucha de Dios cuando oramos y vivimos solidariamente. 
 
"Así dice el Señor: comparte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo y no te cierres a tu propia carne. Entonces brillará tu luz como la aurora. tus heridas sanarán rapidamente; tu justicia te abriorá caminos; detrás irá la gloria del Señor. Entonces llamarás al Señor y te responderá; pedirás auxilio, y te dirá: Aquí estoy"


Pablo (1 Cor 2, 1-5) por su parte habla también de su fragilidad como apóstol, que no limita su misión, todo lo contrario; en nuestros límites se manifiesta la fuerza de Cristo crucificado ("Decidí no saber otra cosa que de Jesucristo, y este criucificado... para que la fe de ustedes no se fundase en la sabiduría humana, sino en el poder divino"). 

En resumen: ser sal y ser luz habla de nuestra misión como cristianos, llamados a vivir en alegría y esperanza, confiando en que incluso nuestra pobreza material, moral o espiritual pueden convertirse en testimonio evangélico, si nos entregamos a la fuerza sanadora del amor de Dios. 

Fray Manuel de Jesús, ocd

sábado, 4 de febrero de 2023

LIBROS... "Victimas del pecado" de José María Castillo

"La preocupación y hasta la obsesión religiosa por el pecado han impedido tomar conciencia del problema más inmediato y urgente del sufrimiento humano. Y lo que es peor: la lucha misma contra el pecado ha causado a veces (y sigue causando) enormes sufrimientos a muchas personas. Pero lo importante es saber si el fundador del cristianismo, Jesús de Nazaret, concedió también ese mismo lugar al asunto del pecado. Por lo que cuentan los evangelios, parece claro que lo que verdaderamente preocupó a Jesús fue el sufrimiento de la gente y la felicidad de los que peor lo pasan en la vida. Pero, entonces, ¿cómo habrá que entender los grandes temas teológicos de la cruz, de la redención y de la salvación? ¿A qué vino Jesús al mundo, a salvarnos del pecado o a remediar nuestro sufrimiento? Y, en fin, ¿cómo habría que reinterpretar la moral de la Iglesia?".


"Este libro no ha pretendo poner en duda la existencia del pecado. Y menos aun negar que el pecado existe. Como tampoco se ha querido, en modo alguno, afirmar que, en lugar del pecado, tenemos que colocar el sufrimiento, como problema central en la relación de los seres humanos con Dios. El problema no está en saber si hay o no hay pecado. El problema está en saber en qué conste el pecado. Por supuesto,  desde el punto de viosta de la teología, y de las ideas religiosas en general, el pecado es lo que ofende a Dios. Pero la cuestión está en saber qué es lo que ofende a Dios. Ahora bien, planteado así el problema, lo que este libro ha querido decir es esto: pecado es, y ofensa a Dios es, lo que daña al ser humano, lo que ofende al ser humano, y por tanto, lo que causa sufrimiento a las personas".

(Editorial TROTTA)