jueves, 28 de junio de 2018

LOS POETAS NUNCA LLEGAN TARDE



BUENOS DÍAS, SIGLO

Aquí comienza la enumeración de mis derrotas. Las que me propiné me propinaron. Les ordeno marchar en fila india como bestias marcadas con broquetas de azufre a la vista de una horda de ángeles. 
Les tapo los oídos para que no se distraigan con la euforia de los triunfadores. Las beso en la boca para que se distraigan con mi beso mientras pasa la quinta columna de los hombres felices. 
Este lunes, 
mis derrotas y yo nos pusimos de acuerdo para mirarnos a los ojos. Ya nos estamos viendo, rozando con los dedos, casi amándonos a la sombra indiferente de un cielo en llamas: 
amigos idos, 
cuerpos enfermos, espíritus en ruina, vinos baratos, endiablados alcoholes, heridas en la cara, lenguas traidoras, mujeres en fuga, puertas clausuradas, plegarias, miedos, hambres, fiebres, cansancios, filias, fobias, héroes, mártires, extravíos de fe, hojas en blanco, naves a la deriva, falsos poemas, entierros, destierros, nombres propios, recónditos adioses, una isla, mis 38 años, todas las tumbas: mi madre, 
en una de ellas, y polvo, polvo, mucho polvo cayendo sobre la realidad como chispas de agua sin consagrar en un bautizo embrujado. Ya fueron despedidas
todas las plañideras. No habrá lamentos pero habrá un gemido. Un solitario gemido de papel a la luz de dos lunas. La mía, y la vieja luna del mundo sobre cuyas laderas se acuestan con la muerte todos los derrotados. 
Buenos días, siglo.
Por fin nos encontramos. 
Ojalá no hayamos llegado tarde a la cita. 


Alberto Rodríguez Tosca (1962- 2015). Poeta cubano.

miércoles, 27 de junio de 2018

ADÁN, EVA Y LA SERPIENTE

El relato el Edén no es ciertamente, una historia moral; como cualquier mito del paraíso, es un relato imaginario sobre la infancia del género humano. En Edén, Adán y Eva todavía están en la matriz; tienen que crecer, y allí está la serpiente para guiarles por el desconcertante rito de paso a la madurez. Conocer el dolor y ser consciente del deseo y la mortalidad son componentes ineludibles de la experiencia humana, pero son también síntomas de esa sensación de separación de la plenitud de ser que inspira la nostalgia del paraíso perdido.

Podemos ver a Adán, Eva y la serpiente como representantes de diferentes aspectos de nuestra humanidad. En la serpiente está la compulsión rebelde e incesante de cuestionarlo todo, crucial para el progreso humano; En Eva vemos nuestra sed de conocimiento, nuestro deseo de experimentar y nuestro anhelo de una vida libre de inhibiciones. Adán, una figura más bien pasiva, representa nuestra reluctancia  a asumir la responsabilidad de nuestras acciones. El relato muestra que bien y mal están  inseparablemente entrelazados en la vida humana. Nuestro conocimiento prodigioso puede ser fuente de beneficio y, al mismo tiempo, causa de un mal inmenso.

Los rabinos de la edad talmúdica lo interpretaron perfectamente. No vieron la "caída" de Adán como una catástrofe, porque la inclinación al mal era parte esencial de la vida humana, y la agresividad, el aspecto competitivo y la ambición que generan están vinculados a algunos de nuestros mejores logros. 

Karen Armstrong, En defensa de Dios, Paidós (Páginas 54/55).

lunes, 18 de junio de 2018

AMARSE UNO MISMO



No podemos amar a los demás si no nos amamos a nosotros mismos… si nuestra actitud hacia nosotros mismos es mutiladora, nuestra capacidad de amar se ve menoscabada… El dolor causado por una pobre autoimagen es como una violenta guerra civil en nuestro interior que centra toda nuestra atención en nosotros mismos y nos deja muy escasa libertad para ir hacia los demás”.

¿Qué significa amarse uno mismo? Para entenderlo, tratemos de entender primero que significa amar a otro. Digamos que el amor hace al menos tres cosas:
1.     El amor estima y afirma el valor incondicional y único de la persona amada.
2.     El amor reconoce e intenta satisfacer las necesidades de la persona amada.
3.     El amor perdona y olvida los fallos de la persona amada.

Importante alcanzar un verdadero y profundo amor a uno mismo, una auténtica y gozosa aceptación, una verdadera autoestima, cuyo resultado es un sentido interior de celebración. ¡Es bueno ser yo mismo, estoy feliz de ser yo mismo!!!

(Ideas de John Powell)

viernes, 15 de junio de 2018

LA VERDAD Y LA MENTIRA

Cuenta la leyenda, que un día la verdad y la mentira se cruzaron.
-Buen día. Dijo la mentira.
-Buenos días. Contestó la verdad.
-Hermoso día. Dijo la mentira.
Entonces la verdad se asomó para ver si era cierto. Lo era.
-Hermoso día. Dijo entonces la verdad.
-Aún más hermoso está el lago. Dijo la mentira.
Entonces la verdad miró hacia el lago y vio que la mentira decía la verdad y asintió.
Corrió la mentira hacia el agua y dijo... -El agua está aún más hermosa. Nademos.
La verdad tocó el agua con sus dedos y realmente estaba hermosa y confió en la mentira.
Ambas se sacaron las ropas y nadaron tranquilas.
Un rato después salió la mentira, se vistió con las ropas de la verdad y se fue.
La verdad, incapaz de vestirse con las ropas de la mentira comenzó a caminar sin ropas y todos se horrorizaban al verla.
Es así como aún hoy en día la gente prefiere aceptar la mentira disfrazada de verdad y no la verdad al desnudo

VOLAR, LO QUE SE DICE VOLAR...



Volar, lo que se dice volar... volar, volar, volar, no vuelo...
Volar, lo que se dice volar... volar, volar, volar, no vuelo...
Pero... desde que cambie el palacio por el callejón
Desde que rompí todas las hojas del guion...
 Si quieres buscarme, mira para el cielo...
Pero desde que me deje el bolso en la estación.
Y le pegue fuego a la tele del salón…
Te prometo hermano que mis suelas no tocan el suelo...
Solté todo lo que tenia y fui... Feliz
Solté las riendas y deje pasar...
No me ata nada aquí, no hay nada que guardar
 Así que cojo impulso y a volar...

Lo que se dice volar, volar, volar, volar... no vuelo
 Volar... lo que se dice volar, volar, volar, volar, volar, no vuelo...
Pero desde que tire las llaves ya no quiero entrar
Desde que queme las llaves y aprendí a nadar
Si quieres buscarme mira para el cielo...
Pero desde que olvide el teléfono en un bar
Desde que no tengo nada parecido a un plan...
 Te prometo hermano que mis suelas no tocan el suelo...
Solté todo lo que tenia y fui feliz...
Solté las riendas y deje pasar...
No me ata nada aquí, no hay nada que guardar
 Así que cojo impulso y a volar... A volar...
Lo que se dice volar... (Volar, volar... volar.....).
 Volar...


El Kanka.

jueves, 7 de junio de 2018

MIRADAS...



Está lloviendo fuerte, tan fuerte que parece que unas manos rabiosas golpean las ventanas y la puerta de la pequeña casita junto al mar, y este también hace parte del concierto natural cuando las olas rompen contra los riscos. Aunque todavía no se pone el sol, la tarde está oscura, pues el cielo está cubierto de nubes negras, que forman figuras amenazantes, y que parecen cobrar fuerza con los relámpagos que cada cierto tiempo lo iluminan todo.
 Dentro de la casita, sin embargo, todo está tranquilo; no hay ninguna luz encendida, no hay otro sonido que el de la respiración de alguien que duerme sobre una colchoneta algo desvencijada. La única habitación no tiene otros muebles, sino que está ocupada por algunas cajas, bultos y otros objetos cuyo uso particular conocerá bien la persona que ocupa el lugar. Alguien que llegara de repente y entrara, percibiría un olor extraño, poco agradable, pero él no lo nota, acostumbrado como está a este sitio que le ofrece cobijo y le permite pensar que tiene algo parecido a un hogar propio, a un espacio suyo, aunque ni es propio ni impide que a menudo otros le quiten lo poco que posee.

Prácticamente todas las noches este hombre se emborracha, con un grupo de amigos ocasionales, pues siempre aparecen compañeros cuando se trata de beber; en este mismo lugar o en cualquier otro, tal vez en una cervecería cercana, tal vez sentados en alguna acera. Beber y cantar, hablar de cualquier tema, vivir tan plenamente ese momento, tal vez porque no puede ver otro, ni hacia atrás, ni hacia adelante.

Y sin embargo, cuando llueve, todo le parece diferente, y puede quedarse ensimismado en el ruido de la lluvia golpeando el zinc del techo, remontándose tal vez a una época en la que no se vislumbraba aun una vida tan perra como la suya. Y al final se duerme, y sueña con un mundo en el que no es un marginal, un borracho, un pobretón, un nadie, junto al que la gente pasa volviendo el rostro con desagrado. La fuerza de la lluvia no le produce inquietud, y tirado sobre la colchoneta sucia ha terminado por quedarse dormido, respirando pausadamente, y de cuando en cuando, en medio de su inconsciencia, exhala un gemido o sus manos rascan alguna parte de su cuerpo, que no está muy limpio.

 Hace mucho tiempo que le observo, y converso con él siempre que le veo y le doy algo de dinero si me lo pide, siempre muy poco, aunque tengo la certeza de que lo pide para beber. Y él me dice que soy amigo, y a mí me duele su condición y me pregunto qué puedo hacer para ayudarle más, pero no encuentro la respuesta...

sábado, 2 de junio de 2018

DE LA LEY AL AMOR (Domingo IX, Ciclo B, Tiempo Ordinario).


Hoy habla la Palabra acerca de la LEY, como expresión de la voluntad de Dios para Israel, cuanto este quiso imitar a otros pueblos vecinos. La Ley que entregó Moisés al pueblo, de parte de Dios, busca establecer relaciones justas entre Dios y su pueblo, entre  los israelitas entre sí, y de estos con otros pueblos. Dios  es y se manifiesta como un dios de justicia, y por eso, dentro del conjunto de una LEY, establece el sábado como día en que se hace memoria de la justicia de Dios, y se reflexiona en cómo hacerla presente.  Me gusta especialmente esta frase que leemos hoy en la primera lectura: “Recuerda que fuiste esclavo en Egipto…”. La Ley es garantía de la libertad que recibe el pueblo de Dios, y por ello debe cuidarla y no quitarla a los demás. Dios es garantía de esa libertad, y por ello es necesario el descanso del sábado, para HACER MEMORIA, memoria “sagrada”, que es lo mismo que decir liberadora.

Jesús viene a decir, sin embargo, que hacer el bien está más allá de la ley, cuando esta se absolutiza, se vuelve rígida, como una camisa de fuerza, y acaba en contradicción con tender la mano, servir, a quien lo necesita. Algunas personas, decimos que son LEGALISTAS, cuando se aferran a un cumplimiento estricto de la Ley, como absoluta, y por encima de las necesidades concretas, en un tiempo y un espacio determinados. Cuando Jesús sale a os caminos “para hacer el bien”, parece que la ley, mal entendida, mal aplicada, se lo prohíbe.

Jesús no niega la ley, y suponemos que fue un hombre cumplidor de los preceptos religiosos de su tiempo, pero rechazó lo absoluto de esa ley: Dios ha dado una ley para que sirva al bienestar de su pueblo, no puede convertirse en una valla, en un muro, que impida hacer el bien en momentos y situaciones concretas. Tampoco el proyecto de Jesús, el Reino de Dios,  la Nueva Humanidad, puede estar basado en el mero cumplimiento de una ley religiosa, de una religión; exige ir más lejos, atreverse, aventurarse. Con palabras del Evangelio: Ponerse en camino, Remar mar adentro, ser pescador de hombres, dar la vida, disponer del sábado

La segunda lectura nos invita pues a no tener miedo de vivir real y plenamente el Evangelio, el proyecto de justicia, fraternidad y amor de Jesús. Nos invita a no quedarnos en el mero cumplimiento de una ley religiosa, a no quedarnos en los “Diez Mandamientos”, y poner delante las “Bienaventuranzas”, que es la invitación de ir siempre más lejos, y preguntarnos, como hizo Jesús: ¿Qué permite la Ley, hacer lo bueno o hacer lo malo, dejar morir a un semejante o darle una nueva vida?

Nosotros, es importante recordarlo, hemos recibido un tesoro, una  bendición, y somos llamados a llevar bendición a los otros; ese tesoro está depositado en una vida frágil, “en vasijas de barro”, por ello no olvidemos nunca nuestra propia historia de amor y desamor con Dios (no olvidemos que fuimos esclavos en Egipto), para desafiar los límites de la Ley, e irse siempre más allá, mar adentro, cuando nos toque hacer el bien. En Cristo, el camino no es limitar la vida con la ley, entendida como absoluto y por encima de las personas concretas, sino ir de la ley a la vida, a la plenitud del amor, en quien toda ley queda superada.

P.Manuel Valls, ocd.

viernes, 1 de junio de 2018

INTENTO LA POESÍA



Intento la poesía para despojar el alma de los momentos

Que las palabras no logran mostrar al alba de los ojos que me rodean,

Las puertas siguen siendo el sitio preferido de las glorias y los sinsabores,

Tras ellas siempre hay algo que encontrar si es afán buscar;

La pluma, mis labios para reír, mi lagrimar para llorar,

Mi palabra para intentar, sensaciones, alas, libertad.

Ustedes, almas que oyen sin saber escuchar;

Ustedes, almas que saben escuchar la nutrida conversación del silencio;

Ustedes mi caudal, yo el espejo inadvertido donde se refleja la puerta, el 

silencio, la pluma.

Ustedes el intento, yo palabra escuchada y presencia advertida solo por Dios 

en su horario de penitencia.


Yobel Vega 3-3-2001

(Matanzas, Cuba)