viernes, 27 de abril de 2012

DEJADME...

"Esta tarde, permitidme estar triste. ¿Acaso no puedo (como otros hombres) estar cansado de mí? ¿Acaso no me es lícito sentirme vacío o caer en el abismo o fracturar mis huesos en la trampa que yo mismo me he tendido? Oh, amigo mío, yo también he de pecar y peco. Yo también debo herir a mis semejantes y, puesto que no soy ninguna excepción, ser odiado por ellos. No me prohibáis, por tanto, probar vuestro mismo veneno amargo (el amor más que cualquier otra cosa) tan fácilmente se transmuta. No me neguéis (una vez más) sentirme colérico, resentido, desilusionado, anhelar morirme. Mientras la vida y la muerte se debaten dentro de mí, dejadme tranquilo: puedo ser feliz, incluso más que otros hombres, en esta agonía. Tan sólo rogad (quienquiera que seáis) por mi alma. Recordadle a Dios mi nombre, Porque, en mi amargura, Apenas converso con Él; y Él, mientras está ocupado en destruirme no quiere escucharme." The Collected Poems: Thomas Merton

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.