¿Tú corres?
Le dije que si.
¿Y eres de los buenos o de los malos?
Soy de los buenos, le dije.
Ah si, ¿Y en qué lugar llegas?
He llegado tercero, sexto, en el puesto 30, 70, 250, 1200...
Depende de la cantidad de personas que se anoten al maratón.
Ufff, entonces. ¿En qué lugar llegan los malos?
Los malos no llegan ni a inscribirse mi colega.
Siempre habrá gente que critica tu vida, tu trabajo, lo que haces y cómo lo haces.
Pero esas personas no se atreven a hacer ni la mitad de lo que haces tú.
Aprendizaje: No dejes que los pensamientos negativos de los demás le quiten valor a lo que haces.
(Compartido por Emilio Frías, en Facebook)
El Niño y la Verdad
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