viernes, 18 de noviembre de 2011

SABIDURÍA


“No te dejes atrapar por superficialidades espirituales.
Cantar no es más sagrado que escuchar el murmullo del arroyo, pasar entre tus dedos las cuentas de un rosario no es más sagrado que respirar, vestir hábitos religiosos no es más espiritual que usar ropa de trabajo”.
 “Mejor encuentra satisfacción en la práctica de la virtud.
Si das de manera generosa y anónima, iluminarás tu oscuridad interior y tu virtuosismo se convertirá en santuario que te beneficiará a ti y a los demás”.
“En el terreno de los pensamientos y de las ideologías nada es absoluto.
La mayoría de las religiones refuerzan los apegos que se tiene a los falsos conceptos”.
“Si te la pasas rindiendo culto a deidades y a instituciones religiosas como si fueran la fuente de la verdad sutil, colocarás intermediarios entre lo divino y tú y acabarás siendo un mendigo que busca afuera lo que abunda en el interior de su corazón”.
“Las técnicas contemplativas que conducen a la inmortalidad y a la Iluminación, sólo pueden ser comprendidas por los que han roto los lazos que los conectan con el espeso reino mundano de la dualidad y de los dogmas”.
“No traces una línea entre lo que es espiritual y lo que no lo es. Si separas tu vida espiritual de tu vida ordinaria, no estarás en el Sendero.
La suprema verdad no puede expresarse con palabras. Por eso, el verdadero maestro no tiene nada que decir y, simplemente, sin preocuparse, se da a sí mismo en el servicio que presta”.
“Si la mente, el cuerpo y el espíritu no están igualmente desarrollados y plenamente integrados, no se alcanzará ninguna cima espiritual. Por eso, las religiones y las ideologías extremistas no dan fruto.
De la misma manera que todo está bien en las riberas cuando el río fluye claro y limpio por el cauce apropiado, así tu vida estará llena de armonía si ejerces control sobre tu mente”.
“¡Ama la vida!
No tienes que esconderte en retiros espirituales.
Puedes ser un bondadoso eremita contemplativo justo aquí, en medio del ajetreo del cotidiano vivir”.

Fragmentos, llenos de sabiduría, del libro “Hua Hu Ching” de Lao Tse