lunes, 30 de enero de 2012

NOTAS AL VUELO...


Revisar cosas guardadas tiene un peculiar encanto. Desempolvar papeles, cartas, hojas con apuntes, teléfonos, o más reciente, direcciones de correo electrónico, trae a la memoria múltiples recuerdos. Suele decirse que “recordar es volver a vivir”, aunque no todo merece ser recordado, e incluso, pienso, no es recomendable despertar ciertos recuerdos; pero en fin, hablaba de revisar papeles guardados, y eso, ahora mismo, me hizo volver a disfrutar de un montón de cosas.
 Era mi costumbre llevar siempre conmigo unas buenas tijeras para recortar lo que de interés hallaba en periódicos y revistas en mis viajes por el mundo (que no han sido tantos, pero sí suficientes para descubrir un montón de cosas nuevas). Por eso tengo recortes de periódicos por todas partes: noticias, artículos, fotos, anuncios. Tenerlos a mano, releerlos, es disfrutarlos de nuevo, y traer a la memoria otro momento de la vida. No soy un nostálgico empedernido, para nada, pero, como se dice, “que me quiten lo bailado”, y claro que me gustaría repetir la fiesta.
 Entre mis “fiestas” favoritas, lo digo siempre, están los momentos en que puedo disfrutar de un montón de periódicos y revistas, casi como un banquete de informaciones de toda índole. Tengo amistades a quienes les parece suficiente la prensa nacional, la de isla; a mí, para nada, aunque suelo leerla siempre que puedo y me resulte de interés, que no es muy a menudo. En cuatro o cinco páginas no hay mucho, y si dedicas la mitad de ellas a temas tales como la producción de semillas en un pueblo de provincia, pues qué te diré.
 Eso sí, disfruto, por ejemplo, de las revistas literarias, como “La Gaceta de Cuba”, o algunas revistas eclesiales, “Espacio Laical”, a veces “Palabra Nueva”, y alguna publicación sobe cine y televisión.