domingo, 20 de mayo de 2018

HISTORIAS PARA PENSAR LA FE


En la enfermería de un convento de religiosas el capellán se había propuesto animar la celebración dominical. Prescindió ese día de la casulla, se revistió solamente con un alba y la estola de tierras sureñas que le regalara la ONG sin fronteras. Se sentó en un sencillo taburete a dos pasos del primer banco y saludó sonriendo: Buenos días, hermanas, que el Señor siga estando con nosotros, como lo está continuamente. Y dicho esto, comenzó a compartir desde la fe la vida: la de su semana de ministerios, la del país con sus debates políticos crispados, la el ancho mundo lleno de problemas que podríamos resolver si quisiéramos cambiar…
Una religiosa anciana en silla de ruedas y con dificultad de audición se esforzaba en entender, pero se perdía desconcertada. Al fin preguntó a la acompañante: ¿Qué pasa? ¿Es que hoy no hay misa? Contestó en voz baja la novicia: Hoy, hermana, lo que tenemos es una eucaristía… La veterana contestó: Ah, bueno con aire de resignación.

Juan Masiá, S.J.  (Revista VIDA NUEVA, 15 de octubre de 2005).


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.