jueves, 7 de julio de 2022

MARÍA EN LA FE EN CRISTO JESÚS


"En la relación María - Cristo es muy importante establecer desde un principio que no se trata de comparar dos figuras de la historia de la salvación situadas en el mismo plano. Nunca María puede ser equiparada a Cristo. Es verdad, que sin ella no se puede fundamentar el misterio de la encarnación, y, por eso, hay que atribuir a los misterios cristológicos una cierta dimensión mariológica. Pero, la inversa, es decir, la dimensión cristológica de los misterios de María es mucho más importante. Si el misterio de Cristo, en su globalidad, no es comprensible sin María, hay que afirmar, a su vez, que María sólo puede ser entendida, si se la encuadra en el misterio de Cristo
Tengo la sensación de que tanto la reflexión teológica como la piedad católica no hayan acertado siempre en considerar a María en este encuadre natural. Esto ha traído como consecuencias ciertos maximalismos, en lo teórico y en lo práctico, nacidos más del entusiasmo y la emoción que de verdaderos razonamientos teológicos. Esta es la razón de que hayan surgido ataques contra la Mariología y la devoción mariana, no carentes de cierto fundamento objetivo. Una lamentable consecuencia de todo esto ha sido el abandono del estudio de la Mariología, aun en centros católicos y de las prácticas tradicionales de la piedad popular que, al no ser sustituidas por otras, crearon lo que se ha llamado la hibernación de la doctrina y piedad marianas. Pablo VI quiso poner remedio a esta situación con su exhortación apostólica sobre el culto mariano, en la que, al mismo tiempo que expone los fundamentos teológicos del culto mariano, reconoce la caducidad de muchas formas tradicionales y exhorta a una renovación, nacida del pueblo y de los pastores, que tenga presente en el culto a María su dimensión trinitaria, cristológica y eclesial"

 (100 fichas sobre María de Nazaret).

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