martes, 29 de noviembre de 2022

LA SEGUNDA LECTURA DE LOS DOMINGOS DE ADVIENTO (A)

 

Primer domingo (Romanos 13, 11-14): NUESTRA SALVACIÓN ESTÁ CERCA.  Pablo exhorta al cristiano a vivir en el amor de Dios; la razón está en el momento en que vivimos. Este momento es la OPORTUNIDAD última que el Padre ha otorgado al mundo para que encuentre salvación. Es el tiempo último, "escatológico". También porque se inicia en la ENCARNACIÓN y se prolonga, a partir de la Resurrección y Ascensión del Señor, a los tiempos de la Iglesia. La vida en este tiempo último impone al cristiano unas exigencias concretas: brotan de su arraigamiento en el amor del Padre y las concreta San Pablo como vida en el día, en la luz, atentos a la salvación comunicada, vestidos de Jesucristo y apartándonos de las obras de la noche. 

Comentario pastoral: La fe no es una adquisición de una vez para siempre, sino que implica un proceso de constante evolución, una permanente atención a las imprevisibles sorpresas de ese Dios nuestro que siempre está viniendo.


Segundo domingo (Romanos 15, 4-9): CRISTO SALVA A TODOS LOS HOMBRES. Pablo pide la unión de todos los cristianos; esta unión debe abarcar a todos y debe brotar de la imitación de Cristo, quien acogió a todos, sin distinción entre judíos y gentiles. En su vida Cristo ofreció a los judíos la salvación; así manifestó la realización de las promesas hechas por el Padre y la fidelidad de Dios a su palabra. Ofreció también la salvación a los gentiles, para que se manifestara la misericordia de Dios Padre para con todos los seres humanos. Dentro del cristianismo, no cabe, pues, ninguna distinción que tenga como motivo la fe recibida. Esta es ofrecimiento universal para la salvación de todos los hombres

Comentario pastoral: La salvación que Cristo aportó a todos los seres humanos y que los cristianos deben ir realizando a través de los tiempos es ciertamente universal pero no unidimensional: el Evangelio fue ofrecido a judíos y gentiles, sin obligar a los gentiles a hacerse judíos ni viceversa


Tercer domingo (Santiago 5, 7-10): MANTÉNGANSE FIRMES. La exhortación a la santidad de vida, la apoya Santiago en la perspectiva de la venida del Señor. La espera de esta venida condiciona la vida del cristiano, que debe tener paciencia (aguante firme ante las exigencias cristianas, esperando los frutos de las buenas obras), fortaleza ( que es un aspecto de la misma paciencia) y amor a los hermanos (no juzgarlos ligeramente; el juez es el Señor). Toda la vida cristiana se tensa con esta perspectiva escatológica y con la espera firme en la Vuelta del Señor.

Comentario pastoral: La esencial actitud cristiana de espera y esperanza de la venida final del Señor no es una actitud pasiva y silenciosa, sino que ha de estar llena de la actividad batalladora y operante de la denuncia profética.


Cuarto domingo (Romanos 1, 1-7): JESUCRISTO, HIJO DE DIOS. En el encabezamiento de la carta a los Romanos, Pablo se proclama Apóstol, con la misión de proclamar el Evangelio de Dios. Y en un paréntesis largo expone las líneas esenciales de este Evangelio: Presentar a Jesucristo como Hijo de Dios; como el que fue anunciado en todo el Antiguo Testamento; como descendiente de David, perteneciente al pueblo judío; entroncando en la humanidad que viene a salvar; como confirmado por el Padre como Hijo en la resurrección. De este Jesús recibió Pablo su misión y el poder para proclamar la Buena nueva de la salvación.

Comentario pastoral: El Evangelio es la Buena Noticia, o sea: se ha encarnado en un hombre, Jesús, y así se realizan con la humanidad unas bodas sin posibilidad de divorcio, ya que a partir de ese momento la humanidad romperá las fronteras de la muerte para vivir la resurrección


(Notas tomadas del Misal de la Comunidad y de los Comentarios Bíblicos al leccionario dominical del SNL, España)


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