Es costumbre, cuando se acerca un nuevo año, hacer propósitos de vida nueva. Por eso traigo al blog esta canción que tanto me gusta, que habla de sueños, pero sobre todo de CONFIANZA...
"Quisiera ser la leña
que se quema
Para dar calor y
lumbre
Lentamente en el
fogón,
Quisiera ser como esa
flor pequeña
Que con su color
alegra el más humilde rincón.
Quisiera que mi andar
no hiciera daño,
No tener nada en mis
manos, sólo el cotidiano pan,
Y sembrar mi propio
ser para el mañana
Sobre la tierra
callada,
Mansamente y nada
más.
Quisiera ser el eco
de algún canto
Que a los hombres
haya dado
Unos momentos de paz,
Quisiera ser la mano
de la brisa
Que al peregrino
acaricia cuando en la tarde se va.
Quisiera olvidarme de
mí mismo,
No seguir el
espejismo
De una gloria que al
final
Es tan sólo como un
sueño que se acaba
Con la luz de la
alborada que nos hace despertar.
Quisiera no perderme
inútilmente,
Que en mi pequeñez la
gente
Claridad pueda encontrar,
Que no importa ser la chispa de un momento
O de otra luz el
reflejo, lo que importa es alumbrar.
Quisiera que cuando
el final llegara
De mi existencia
quedara
Una huella sin dolor,
Quisiera que cuando
me recordaran
Y mi nombre
pronunciaran lo hicieran con amor.
Quisiera hablar con
Dios como un amigo
Sin que penas ni
castigos
Me hagan enmudecer,
Y pedirle que perdone
mi miseria,
Que se queda en un
quisiera que no llega nunca a ser,
Que soy sólo un
hombre que camina a tientas,
Con su cruz y con su
guerra,
Con su paz y su
dolor,
Que se pierde para
siempre en las tinieblas
Si no le llega en la niebla el auxilio del Señor.
R. Hernández.
(Cantoral nacional cubano).
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