COMENZANDO 2014... MIRAR A JESÚS.

Mirar a Jesús. Sólo tres palabras, pero en ellas está el secreto de la vida cristiana. Mirar a Jesús, que nació, fue crucificado y resucitó, a fin de hallar, en Su vida entregada por nosotros, nuestro perdón, nuestra plenitud y nuestra paz.

 Mirar a Jesús glorificado para encontrar en Él la única justicia que nos justifica y permite hallarnos en Dios,  la justicia del Amor.

Mirar a Jesús glorificado para tenerlo como el defensor, amigo que intercede eternamente por cada uno de los suyos.

Mirar a Jesús y seguirlo por la fe y encontrar en su amor la fuerza para triunfar sobre nuestros egoísmos y durezas interiores, sobre los ataques del mal y la violencia.

Mirar a Jesús para que nuestras tinieblas se disipen ante la claridad de su amor, para que nuestras alegrías sean parte de nuestra santidad y seamos fuertes y tengamos paz en nuestras penas... para que nos enseñe a orar y sepamos con certeza que él reza con nosotros y responde en nosotros a esas oraciones.

 Jesús nos quiere en el Mundo, pero libres en él, en comunión de amor con él, siendo testigos creíbles de su amor en el Mundo, ante todos, hombres y mujeres, especialmente ante los pequeños, marginados y perseguidos.

Mirar a Jesús en su Palabra Viva, para aprender cada día un poco más acerca de quién es Él, qué hizo, para qué se hizo carne e historia; para tomarlo como modelo, sus palabras como "sabiduría" que libera, y sus promesas como sostén.

Para descubrir, a través de Él, el Amor, gratuito, infinito e incondicional de Dios por cada uno de nosotros y por toda la Humanidad, invitándonos a ser parte de una gran familia redimida.