domingo, 17 de noviembre de 2019

EL DÍA DEL SEÑOR... ¿cerca o lejos? (Domingo XXXIII, C)


Cuando Lucas escribía su Evangelio las cosas iban mal para los cristianos de su tiempo: el templo de Jerusalén había sido destruido y la ciudad arrasada (sería casi como si eso sucediera hoy con Roma y la ciudad del Vaticano). El impacto fue grande, pues aquellos primeros seguidores de Jesús eran judíos, y mantenían s vínculo con el templo y la sinagoga. Para colmo, los cristianos estaban siendo expulsados de esos lugares, donde escuchaban y comentaban las Escrituras,  y perseguidos por las autoridades religiosas judías, y también por las romanas, y hasta muriendo como mártires de su fe.  Las familias se habían dividido y ocurrían los eventos naturales de siempre... en fin, que aquello parecía el fin del mundo, la gente se asustaba, y creía que era la tan anunciada segunda venida de Cristo

Entonces Lucas, recurre a un género bíblico, el apocalíptico, para darle un mensaje a la comunidad creyente por boca de Jesús, que puede resumirse en pocas palabras: 

Todavía no es el final, confíen en las promesas de Jesús, que les dará sabiduría y valor para enfrentar todo eso, y además tendrán oportunidad de dar testimonio. Y perseveren...

Hoy también nos inquietan y preocupan muchas cosas, tanto del mundo del que somos parte como de la Iglesia: guerras, conflictos, tragedias, divisiones, perdida de valores, y un largo etcétera... Y el temor y la angustia nos hacen pensar también: es el fin del mundo; y no faltan los profetas de calamidades, que avivan con leña nueva el miedo de siempre.  Jesús lo dice claro: No les hagan caso, no soy yo, no hablan en mi nombre.

El mensaje de Jesús, también con respecto al llamado "día del Señor", es BUENA NUEVA, invitación a confiar y a esperar. No tengan miedo, dice Jesús a los suyos una y otra vez. También lo difícil del camino se vuelve oportunidad, y como dice Malaquías, si vamos de la mano de Jesús nos iluminará un sol de justicia que lleva la salud en las alas...

De cualquier modo, el mismo Señor que vendrá al final de la Historia sale a nuestro encuentro cada día. Preparémonos para celebrar el final de este ciclo litúrgico, ya el domingo próximo será la Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo... y caminemos con alegría y paz, sirviendo a nuestro Dios en nuestros prójimos, sobre todo en los más pobres. No hay por qué temer que llegue "el día del Señor", al contrario; recemos para que Cristo venga: Ven, Señor Jesús...

Fray Manuel de Jesús.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.