jueves, 24 de octubre de 2019

APRENDER A ESCUCHAR A DIOS

"La oración sólo será verdadera cuando, con anterioridad a ella, consigamos identificar nuestro propio centro. De no ser así, la oración se convertirá en una colección de actos que practico. La cuestión no es transformar la oración en actos, sino que ella se transforme en una actitud fundamental que parta del centro de nosotros mismos. Esto es muy difícil para nosotros porque nuestra cultura no nos ayuda a ello; nuestra cultura es dispersante, intenta colonizar y compartimentar todos nuestros sentidos y luego ocuparlos continuamente. Siendo esto así, tenemos que luchar contra nosotros mismos para poder llegar a nosotros mismos y constituir y desarrollar nuestro centro".


"No creo que ningún género de oración sea realmente un encuentro con Dios sin el descubrimiento del centro, sin que sepamos escucharnos a nosotros mismos. Sólo escucharemos a Dios si, antes y simultáneamente, nos escuchamos a nosotros mismos. Sin eso, ya puede Dios hablar cuanto quiera, que no lo captamos. O bien hacemos un acto de fe, creemos en que Dios nos habla y vivimos siempre captando por ahí "voces" de Dios. Hasta que un día nos cansamos y decimos: no hay nada, Dios no habla, ha quedado en silencio, ha muerto.  La misma Biblia nos relata experiencias como esa. El ser humano tiene que sintonizar para captar a Dios. Como dice el texto bíblico, él no viene como un huracán o como un rayo que puede ser visto por todo el mundo. Viene en la brisa, tenue, y sólo los que están atentos lo oyen. No tiene voces; es una voz".

Leonardo Boff
"Buscar y desarrollar la centralidad"
En: Mística y Espiritualidad".
L.Boff y Frei Betto
Trota, 1996

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